En la cultura popular mexicana existen un sinnúmero de dichos, canciones y películas que hacen referencia al consumo de alcohol y que de alguna manera banalizan e incluso, en algunos casos, justifican una adicción que tiene graves implicaciones y funestas consecuencias para la salud física y mental de quienes la padecen; aquellos que por alguna circunstancia, ya sea de índole familiar, afectiva o laboral tienen que convivir con una persona con alcoholismo, saben que más allá de lo complejo de convivir, la relación puede resultar insostenible.

El problema adicional con el alcohol, es que a diferencia de otras drogas,  tiene un importante componente social, en el que se acepta e incluso se promueve publicitariamente su consumo moderado de manera abierta y compartida, transformándolo en un elemento divertido, elegante y en algunos extremos sofisticado, con el que suele identificarse a los consumidores que tienen un elevado estatus económico.

El problema del alcoholismo es tan serio, que está tipificado médicamente como una enfermedad crónica, progresiva y mortal. En nuestro país y de acuerdo con información emitida por la Secretaría de Salud, el alcohol está relacionado directamente con el 70% (27,000 aproximadamente) de las muertes por accidentes de tránsito, constituyéndose per se como la principal causa de fallecimiento entre los 15 y los 30 años de edad.

  • Cada año se producen 3.3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5.9% de todas las defunciones.
  • El uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos.
  • En general, el 5.1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de alcohol, calculado en términos de la esperanza de vida ajustada en función de la discapacidad (EVAD).
  • El consumo de alcohol provoca muertes y discapacidad a una edad relativamente temprana. En el grupo etario de 20 a 39 años, un 25% de las defunciones son atribuibles al consumo de alcohol.
  • Existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una serie de trastornos mentales y de comportamiento, además de las enfermedades no transmisibles y los traumatismos.
  • Recientemente se han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la incidencia de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el VIH/sida.
  • Más allá de las consecuencias sanitarias, el consumo nocivo de alcohol provoca pérdidas sociales y económicas importantes, tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto.

Diversos investigadores consideran que la dependencia al alcohol tiene una disposición genética, una enfermedad mental, el propio consumo de alcohol de manera excesiva y sostenida, o una combinación de estos factores. Investigaciones recientes recientes en genética y neurociencia han conseguido identificar algunas características genéticas que aparentemente están relacionadas con la dependencia al alcohol, aunque no hay nada totalmente concluyente al respecto.

Romper con éxito la adicción al alcohol es sumamente complejo, y aunque algunos alcohólicos consiguen mantenerse sobrios durante prolongados periodos, la estadística demuestra que los porcentajes de reincidencia, son muy altos.

Los doctores Mario Herrera Marschitz, Paola Morales, María Elena Quintanilla, Marcelo Ezquer -de la UDD- y Yedy Israel

Abocados a enfrentar el oscuro panorama en el que se encuentra sumergido el alcoholismo, un equipo de investigadores de la Universidad de la República de Chile desarrolló un spray nasal para el tratamiento del alcoholismo, el que utilizado en ratas de laboratorio, preparadas para este fin, alcanzó altas cifras en la inhibición del impulso compulsivo de consumo etílico.

El procedimiento seguido por los científicos se inició con la creación del impulso alcohólico en los roedores, lo que consiguieron dándoles acceso libre al consumo de esta substancia, de la que  llegaron a consumir cada uno, y diariamente, el equivalente humano a dos botellas de whisky de 500 y 750 cc.

Después de tres meses dividieron a los roedores en dos grupos, al primero les inyectaron células madre mesenquimales en el líquido cefalorraquídeo, y al otro una solución de placebo, sometiendo a ambos grupos a una abstinencia forzada de 15 días.

Pasadas las dos semanas, las ratas tuvieron acceso durante una hora al alcohol, a fin de observar su comportamiento compulsivo en relación con esa sustancia. Los animales inoculados con el placebo aumentaron su consumo en ese lapso, bebiendo el equivalente a media botella de whisky (154 gramos de alcohol) en 60 minutos, a diferencia de los ratones a los que se les administraron células madre, los que únicamente consumieron 28 gramos de alcohol, un 80% menos que el grupo placebo, como lo haría un bebedor social, no un alcohólico.

En palabras de los investigadores, “el cerebro de un individuo alcohólico presenta neuroinflamación y neurodegeneración debido a su adicción, condiciones que disminuyeron por las capacidades antiinflamatorias y antioxidantes de las células madre, así como por su efectividad para promover la generación y recuperación de neuronas, astrocitos y glías”.

Los resultados alcanzados son resultado de una larga línea de investigación que a finales del 2016 publicó las extraordinarias cifras de reducción en el consumo excesivo de alcohol, publicadas en la revista “Alcohol and Alcoholism”, investigación desarrollada por el Dr. Yedy Israel y los doctores María Elena Quintanilla, Paola Morales y Mario Herrera Marschitz, del Programa de Farmacología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, y los doctores Fernando y Marcelo Ezquer, del Centro de Medicina Regenerativa de la Facultad de Medicina, Universidad del Desarrollo-Clínica Alemana, en Chile, responsables de obtener las células mesenquimales madre, a partir de la grasa derivada de liposucción en modelo animal.

Buscando encontrar una vía de administración más sencilla, pero igualmente efectiva, los investigadores desarrollaron una solución con exosomas (nanopartículas de las células mesenquimales originales) para su administración nasal a través de un spray, el que también fue probado con los roedores de laboratorio, repitiendo el modelo previamente utilizado. Con el uso de la fórmula inhalada, los sujetos de estudio mostraron una gran inhibición en el consumo, porcentaje positivo que se incrementó con la segunda y tercera dosis del producto (7 y 14 días después respectivamente), alcanzando una inhibición cercana al 90%.

La Dra. Quintanilla, comentó que está probando la misma técnica pero en sujetos adictos al consumo de nicotina, los que han alcanzado excelentes resultados, investigación que está en proceso de publicación.

Por: Manuel García Rodríguez

Fuentes:

Universidad de Chile.
Científicos de la U. de Chile crean spray nasal para el tratamiento del alcoholismo.

Organización Mundial de la Salud.
Alcoholismo. Cifras y datos.

Wikipedia.
Alcoholismo.

Secretaría de Salud.
Aumenta el consumo de alcohol entre jóvenes.