El pasado 16 de septiembre, diversos medios informativos publicaron que en el poblado de San Juan Jaltepec, perteneciente al municipio de Santiago Yaveo, Oaxaca, 150 personas presentan síntomas de haber contraído dengue.

De estas 150 personas, 90 fueron trasladadas al hospital ubicado en la población de María Lombardo de Caso, municipio de San Juan Cotzocón, también Oaxaca, para ser atendidas, desafortunadamente hubo tres fallecimientos (un menor de edad y dos adultos), adjudicados a la variante hemorrágica de este padecimiento.

Tomando como punto de partida la información noticiosa precedente, abordaremos en este espacio qué es el dengue, el dengue hemorrágico, cómo se transmite y sus características.

El dengue y su variante el dengue hemorrágico son enfermedades características de climas tropicales, subtropicales y se transmiten por la picadura del mosquito Aedes, cuya variedad Aedes aegypti es la más común.

La picadura del mosquito Aedes puede inocular en los seres humanos alguno de los cuatro serotipos del virus del género Flavovirus (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4), los que a pesar de estar estrechamente vinculados, difieren antigénicamente (Antígeno: cualquier sustancia que pueda ser reconocidas por el sistema inmunitario adaptativo, sea propia o ajena). Esta enfermedad no se transmite de humanos a humanos, por lo que el contacto con una persona infectada, manteniendo los cuidados sanitarios básicos, no conlleva riesgos.

Las infecciones provocadas por alguno de los cuatro serotipos presentan un espectro de afecciones clínicas que van desde un síndrome vírico no específico, hasta la variante hemorrágica grave potencialmente mortal, lo que depende de varios factores: la cepa del virus adquirido, la edad y estado de salud del afectado, antes de contraer el padecimiento.

“En el 2005, el dengue fue la enfermedad vírica atribuida a un mosquito que más afectó a los seres humanos; su distribución global es comparable con la distribución del paludismo (o malaria). Se calcula que 2.5 mil millones de personas viven en áreas expuestas al riesgo de transmisión epidémica. Todos los años se registran decenas de millones de casos de dengue y dependiendo del año, hasta cientos de miles de casos de dengue hemorrágico. La tasa de mortalidad del dengue hemorrágico en la mayoría de los países es de 5%, pero este porcentaje puede reducirse a menos del 1% con el tratamiento adecuado. La mayoría de los casos mortales se dan entre niños y adultos jóvenes”. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Como ha ocurrido con otras enfermedades, la localización geográfica primaria del dengue y el dengue hemorrágico: África, Asia y América del Norte, se ha ampliado sustancialmente, alcanzando a países y continentes en los que antes no existía, o que llevaban decenios sin padecer su azote, aunque hay que mencionar que, como es frecuente, son las clases sociales más pobres las que acumulan el mayor número de casos, debido a la falta parcial o total de agua potable, las incorrectas prácticas de almacenaje de ese líquido y la carencia o deficiente acceso a servicios de salud completos y oportunos.

La sintomatología del dengue se manifiestan con temperaturas elevadas persistentes, cefalea, dolor articular y muscular, vómitos y sarpullido. En el caso del dengue hemorrágico, además de los síntomas mencionados anteriormente, se presentan sangrados en nariz, encías e incluso por debajo de la piel, y en su variante más agresiva, sangrado masivo y shock, lo que evidentemente pone en peligro de muerte a quienes se ven afectados.

“El comportamiento y los factores socioeconómicos influyen más que ningún otro en la propagación de enfermedades causadas por vectores”. Jaime Torres, director del departamento de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela. XVIII Conferencia Internacional de Enfermedades Infecciosas 2018, Buenos Aíres, Argentina.

Los vectores son animales que transmiten patógenos, entre ellos parásitos, de una persona (o animal) infectada a otra y ocasionan enfermedades graves en el ser humano. Estas enfermedades son más frecuentes en zonas tropicales y subtropicales y en lugares con problemas de acceso al agua potable y al saneamiento.

Si no se desarrolla o se adquiere la variante hemorrágica (cuyos pacientes deben ser hospitalizados), la mayoría de las personas con dengue se recuperan en el transcurso de la primera o segunda semana después de la aparición de los primeros síntomas.

Es peculiar, pero no existe un tratamiento específico para el dengue, aunque las medidas sanitarias regularmente utilizadas incluyen el uso de antipiréticos y analgésicos (no se debe usar ácido acetil salicílico ni antiinflamatorios no esteroideos), la ingesta abundante de líquidos y reposo.

¿Cómo disminuir el riesgo de contagio?

  • Usar repelentes contra insectos que contengan N,N-Dietil-meta-toluamida (DEET).
  • Vestir prendas que cubran brazos, piernas y pies.
  • Cerrar las puertas y ventanas que no tengan mosquiteros.

Por: Manuel García Rodríguez

Fuentes:

Excelsior.
Nacional. Estados. ¡Alerta en Oaxaca! Mueren tres por dengue hemorrágico. Patricia Briseño.

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Hoja de datos sobre el dengue.

MedlinePlus.
Dengue.

XVIII Conferencia Internacional de Enfermedades Infecciosas 2018.
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