La formulación de políticas se diseñó desde el nivel federal, y fue coordinada por una sola persona.
Entre otros temas de gran importancia, la estrategia diseñada y ejecutada para enfrentar la pandemia de COVID-19 en nuestro país ha recibido y sigue recibiendo fuertes cuestionamientos por parte de múltiples actores calificados en los ámbitos de la política, la salud, y las organizaciones sociales, los que consideran que las decisiones y las acciones implementadas han sido insuficientes, parciales e inoportunas para combatirlo.
En este contexto, compartimos las principales conclusiones alcanzadas en la investigación realizada por: Lina Díaz-Castro, María Guadalupe Ramírez-Rojas, Héctor Cabello-Rangel, Armando Arredondo y Ernesto Pablo Báscolo, reflejadas en el artículo “Gobernanza en el sistema de salud ante la pandemia por COVID-19 en México”, publicado en la edición septiembre-octubre 2021 de la revista Salud Pública de México del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Para ello, los autores realizaron un estudio cualitativo analítico, basado en entrevistas semiestructuradas a 41 actores clave del sistema de salud (12 federales y 29 estatales, atendiendo a las regiones geográficas del país), en un periodo comprendido entre junio y noviembre del 2020, adhiriéndose a los principios teóricos del Marco Analítico de Gobernanza (MAG).
“La gobernanza centralizada, los niveles diferenciados de convocatoria de los actores, su poder de decisión, acuerdos, responsabilidad y liderazgo, definieron el alcance de la gobernanza y, a su vez, el nivel de respuesta ante la pandemia por COVID-19”. Gobernanza en el sistema de salud ante la pandemia por COVID -19 en México. Salud Pública de México.
Los autores destacan que el problema central que impidió una actuación más atinada frente a la pandemia, fue que todas las decisiones y la formulación de políticas se vieron circunscritas por un liderazgo centralizado (gobernanza centralizada), en el que solamente los altos mandos políticos participaban en las decisiones, limitando el nivel de interés, compromiso, responsabilidad, involucramiento y aportaciones de otros funcionarios y actores sociales.
“La gobernanza del SNS y el fortalecimiento del mismo se definen por las acciones conjuntas de los sectores sanitario y no sanitario, de los sectores público y privado, y de la ciudadanía por un interés común. La gobernanza se centra en las decisiones y en el potencial de sus actores para subvertir la política nacional a nivel local. En este sentido, comprender el proceso de la toma de decisiones para enfrentar la COVID-19 es indispensable para identificar elementos de gobernanza que fortalezcan la respuesta del SNS”. Gobernanza en el sistema de salud ante la pandemia por COVID-19 en México. Salud Pública de México.
Para poner en contexto el tema, les informamos que el Marco Analítico de Gobernanza (MAG) tiene las siguientes cinco categorías:
- Los actores. a) Actor estratégico es todo individuo con recursos de poder suficientes para facilitar o impedir el funcionamiento de las reglas del juego y la toma de decisiones; b) actor de interés, individuo involucrado en la trama institucional, sin poder suficiente para determinar las reglas del juego y decisiones. Los recursos de poder se clasifican en recursos económicos y capital social (pertenencia a grupos, redes y colaboración social).
- El problema. Se refiere a lo que está en juego, en este caso las decisiones del sistema de salud ante la COVID-19.
- Las normas. Construcción de las reglas de juego entre los actores que explican sus decisiones.
- El proceso. Sucesiones de estados por los cuales pasa un sistema, que permitan evaluar la dirección por la que evolucionan esos procesos.
- Los nodos. Espacios físicos o virtuales en donde convergen los procesos de decisión, actores y normas.
Una visión integradora y global idealmente conseguiría establecer políticas sean integrales y sustentables a largo plazo, a la par de fomentar valores de equidad, reciprocidad, corresponsabilidad y solidaridad.
Los autores hacen notar la enorme complejidad operacional que presenta un sistema de salud fragmentado en múltiples sectores y niveles de atención como el de nuestro país, en el que participan múltiples actores con diversos intereses y roles distintos. Lo que representa un mayor desafío en un escenario cambiante de políticas públicas, como la emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) actual.
En este contexto, sugieren que para fortalecer la gobernanza es indispensable brindar mayor autonomía a los tomadores de decisiones estatales y locales para formular, adaptar y gestionar sus políticas; incorporar estrategias de manera coordinada y colaborativa entre actores políticos, organizaciones sociales y miembros de la iniciativa privada.