El Comité de Emergencia acordó que la pandemia de COVID-19 aún constituye un evento extraordinario que continúa afectando negativamente la salud de las poblaciones de todo el mundo, presenta un riesgo continuo de propagación internacional, e interfiere con el tráfico internacional, lo que requiere una respuesta internacional coordinada.
El pasado 11 de abril de 2022 se realizó virtualmente la undécima reunión del Comité de Emergencia de la OMS, convocada por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la misma, atendiendo al Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) con respecto a la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).
El Comité de Emergencia se volverá a reunir en el lapso de tres meses, o antes, a discreción del Director General de la OMS.
En dicha reunión, y pesar de que la situación epidemiológica actual registra el número más bajo de muertes reportadas en los dos últimos años, la OMS decidió mantener el estatus de emergencia de salud pública de importancia internacional, también conocido como emergencia sanitaria internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés) por la enfermedad de COVID-19, en función de los siguientes puntos:
- La evolución viral impredecible del SARS-CoV-2, y el surgimiento de nuevas variantes.
- Que el SARS-CoV-2 no ha establecido su nicho ecológico.
- La pobre e insuficiente atención prestada por algunos gobiernos para impulsar entre su población el cumplimiento de las medidas de salud pública y sociales (PHSM).
- La reducción de las pruebas de diagnóstico, lo que afecta la capacidad global para monitorear la evolución del virus.
- El inequitativo acceso a las vacunas y antivirales.
- La circulación generalizada del SARS-CoV-2 y su intensa transmisión en humanos, así como la introducción generalizada de la infección en una variedad de especies animales con potencial para que se establezcan reservorios animales.
- La creciente fatiga entre las comunidades de todo el mundo en respuesta a la pandemia de COVID-19.
- Los desafíos de la falta de confianza en la orientación científica y los gobiernos.
- Los altos niveles de morbilidad y mortalidad, particularmente entre las poblaciones humanas vulnerables.
- El incorrecto uso de los antivirales, lo que podría ocasionar el surgimiento de variantes resistentes a los medicamentos.
- La suspensión parcial o total de los servicios básicos sanitarios.
- La inconsistencia de los requisitos globales de COVID-19 para viajes internacionales, y el impacto negativo que las medidas inapropiadas pueden tener en todas las formas de viajes internacionales.
Recomendaciones temporales consideradas críticas para todos los países:
- NUEVO: Fortalecer la respuesta nacional a la pandemia de COVID-19, actualizando los planes nacionales de preparación y respuesta de acuerdo con las prioridades y los posibles escenarios descritos en el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta (SPRP) de la OMS de 2022. Los Estados Miembros deben realizar evaluaciones e informar los esfuerzos de respuesta y preparación actuales y futuros.
- MODIFICADO: Lograr los objetivos nacionales de vacunación contra la COVID-19 en línea con las recomendaciones globales de la OMS, consiguiendo que al menos el 70% de la población de cada país esté vacunada para principios de julio de 2022. Se solicita a los Estados Miembros que apoyen el acceso equitativo mundial a las vacunas y prioricen la vacunación de las poblaciones de riesgo a través de una serie primaria y programa de refuerzo. Estas poblaciones incluyen trabajadores de la salud, personas mayores, personas con afecciones subyacentes, inmunocomprometidos, refugiados, migrantes, personas que viven en entornos frágiles y personas con acceso insuficiente al tratamiento. Los Estados Miembros deben evaluar continuamente su cobertura vacunal y su situación epidemiológica en relación con la pandemia de COVID-19 y modificar sus respuestas nacionales en consecuencia.
- MODIFICADO: Continuar usando PHSM informado por evidencia y basado en riesgos. Los Estados Miembros deben estar preparados para ampliar el PHSM rápidamente en respuesta a los cambios en el virus y la inmunidad de la población, si las hospitalizaciones, los ingresos en cuidados intensivos y las muertes por COVID-19 aumentan y comprometen la capacidad del sistema de salud. Se recomienda a los Estados Miembros que continúen con el uso de PHSM básico basado en el riesgo, como: usar cubrebocas, quedarse en casa cuando están enfermos, lavarse frecuentemente las manos y mejorar la ventilación de los espacios interiores, (incluso en períodos de baja circulación de SARS-CoV-2).
- MODIFICADO: Adoptar un enfoque basado en el riesgo para los eventos masivos, evaluando, mitigando y comunicando los riesgos. Reconocer que existen diferentes impulsores y tolerancia al riesgo para las reuniones masivas, para lo que es fundamental considerar el contexto epidemiológico (incluida la prevalencia de las variantes de preocupación y la intensidad de la transmisión), la vigilancia, el rastreo de contactos y la capacidad de prueba, así como la adherencia al PHSM. al realizar esta evaluación de riesgos y planificar eventos, de acuerdo con la orientación de la OMS.
- MODIFICADO: Ajustar la vigilancia de COVID-19 enfocándose en la carga y el impacto, y prepararse para una integración sostenible con otros sistemas de vigilancia. Los Estados Miembros deben recopilar y compartir públicamente indicadores para monitorear la carga de COVID-19 (por ejemplo, nuevas hospitalizaciones, admisiones a unidades de cuidados intensivos y muertes). Los Estados Miembros deben integrar la vigilancia de las enfermedades respiratorias, aprovechando y mejorando el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Influenza (GISRS). Se debe alentar a los Estados Partes a A). mantener estrategias de prueba representativas; B). centrarse en la alerta temprana y el seguimiento de tendencias, como el uso de vigilancia de aguas residuales; C). monitorear la severidad en grupos vulnerables; y D). mejorar la vigilancia genómica para detectar posibles nuevas variantes y monitorear la evolución del SARS-COV-2.
- MODIFICADO: Garantizar la disponibilidad de los servicios esenciales de salud, sociales y educativos. Los Estados Miembros deben mejorar el acceso a la salud, incluso mediante el restablecimiento de los servicios de salud en todos los niveles y el fortalecimiento de los sistemas sociales para hacer frente a los impactos de la pandemia, especialmente en niños y adultos jóvenes. En este contexto, los Estados Miembros deben mantener los servicios educativos manteniendo las escuelas completamente abiertas con aprendizaje presencial. Además, los servicios de salud esenciales, incluida la vacunación contra el COVID-19, deben brindarse a los migrantes y otras poblaciones vulnerables como una prioridad.
- MODIFICADO: Levantar las prohibiciones de tráfico internacional y continuar ajustando las medidas de viaje, con base en las evaluaciones de riesgo. El fracaso de las prohibiciones de viaje introducidas después de la detección y notificación de la variante de Omicron para limitar la propagación internacional de esta variante, demostraron la ineficacia de tales medidas a lo largo del tiempo. La implementación de medidas de viaje (como vacunación, detección, incluso a través de pruebas, aislamiento/cuarentena de viajeros) debe basarse en evaluaciones de riesgo y debe evitar colocar la carga financiera sobre los viajeros internacionales, de conformidad con el artículo 40 del RSI.
- MODIFICADO: No exigir la prueba de vacunación contra COVID-19 para viajes internacionales como única vía o condición para permitirlos. Los Estados Miembros deberían considerar un enfoque basado en el riesgo para facilitar los viajes internacionales.
- MODIFICADO: Abordar los desafíos de comunicación de riesgos y participación comunitaria, contrarrestar de manera proactiva la información errónea y la desinformación, e incluir a las comunidades en la toma de decisiones. Para reconstruir la confianza y abordar la fatiga pandémica, los Estados Miembros deben explicar de forma clara y transparente los cambios en su estrategia de respuesta.
- MODIFICADO: Apoyar la adopción oportuna de las terapias recomendadas por la OMS. La producción local y la transferencia de tecnología deben estimularse y apoyarse, ya que una mayor capacidad de producción puede contribuir al acceso equitativo mundial a los tratamientos. Los Estados Miembros deben brindar acceso a los tratamientos de COVID-19 para las poblaciones vulnerables, en particular las personas inmunodeprimidas, ya que esto también puede reducir la probabilidad de que surjan nuevas variantes.
- MODIFICADO: Realizar investigaciones epidemiológicas sobre la transmisión del SARS-CoV-2 en la interfaz humano-animal, e incrementar la vigilancia específica de posibles huéspedes y reservorios animales. Las investigaciones en la interfaz entre humanos y animales deben utilizar un enfoque de One Health e involucrar a todas las partes interesadas relevantes, incluidos los servicios veterinarios nacionales, las autoridades de vida silvestre, los servicios de salud pública y el sector ambiental. Para facilitar la transparencia internacional, y de conformidad con las obligaciones internacionales de presentación de informes, los resultados de las investigaciones conjuntas deben informarse públicamente.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
World Health Organization. (13 de abril del 2022).
Statement on the eleventh meeting of the International Health Regulations (2005) Emergency Committee regarding the coronavirus disease (COVID-19) pandemic.
códigoF. (17 de noviembre del 2021).
Reforzar la atención primaria y aumentar el financiamiento, desafíos para un sistema de salud resiliente: Health at a Glance 2021 OCDE.