La Organización Mundial de la Salud plantea 10 retos sanitarios para el 2019 | Segunda parte.

Dando continuidad al artículo anterior, en el que abordamos los primeros cinco temas sanitarios fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), les presentamos en esta nota los siguientes.

6. La amenaza de el virus del Ebola y otros patógenos

Durante 2018, la República Democrática del Congo sufrió dos brotes distintos de ébola que se extendieron a ciudades con más de un millón de habitantes.

Los datos demuestran la importancia crítica del contexto en el que se produce una epidemia por un patógeno que supone una elevada amenaza, como lo es el virus del ébola, por lo que hay que considerar que lo ocurrido el pasado, con los brotes en entornos rurales, tendrá implicaciones más severas si se presentan en áreas urbanas densamente pobladas o a áreas afectadas por conflictos de algún tipo, los que dada la situación tienen mayores carencias sanitarias, lo que complica la actuación de las instancias sanitarias nacionales e internacionales.

En una conferencia sobre preparación para emergencias de salud pública celebrada el pasado mes de diciembre, los participantes de los sectores de la salud pública, la sanidad animal, el transporte y el turismo se centraron en los crecientes desafíos que plantea la lucha contra los brotes y las emergencias sanitarias en las zonas urbanas, por lo que hicieron un llamamiento para que la OMS y sus asociados designen el 2019 como «Año de acción en materia de preparación frente a emergencias sanitarias».

Les recordamos que en el Plan de Investigación y Desarrollo (I+D) de la OMS se identifican las enfermedades y los patógenos para los que, a pesar de que pueden causar una grave emergencia de salud pública, no existen tratamientos y vacunas eficaces. Entre las enfermedades clasificadas de esta manera destacan el ébola, otras fiebres hemorrágicas, la enfermedad por el virus de Zika, la enfermedad por el virus de Nipah, el síndrome respiratorio de Oriente Medio por coronavirus (MERS-CoV), el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) y la enfermedad X (aún desconocida), datos que muestran la inaplazable necesidad de prepararse y fortalecer los sistemas sanitarios locales y mundiales para enfrentar a un patógeno desconocido.

7. Atención deficiente de salud primaria

La atención primaria de la salud suele ser (o debería ser idealmente) el primer punto de contacto de las personas con su sistema sanitario, por lo que se espera que esta atención sea integral, asequible, oportuna y basada en la comunidad a lo largo de toda la vida de los individuos que la necesitan. Sin embargo, es triste constatar que muchos países no cuentan con instalaciones, equipo, fármacos ni personal adecuado para ofrecer servicios de atención primaria de salud con la calidad necesaria, lo que evidentemente está asociado a la falta de recursos asignados en los países de ingresos bajos o medianos, pero también a que en los últimos decenios los esfuerzos se han centrado en programas enfocados a una sola enfermedad.

En octubre de 2018, la OMS coorganizó una importante conferencia mundial en Astaná (Kazajstán), en la que todos los países se comprometieron a renovar el compromiso con la atención primaria de la salud asumido en la Declaración de Alma-Ata de 1978. En este año, la OMS colaborará con sus asociados para revitalizar y fortalecer la atención primaria de la salud en los países y dar seguimiento a los compromisos específicos contraídos en el marco de la Declaración de Astaná.

8. Rechazo a la vacunación

La reticencia o la negativa a vacunarse y vacunar a los infantes a pesar de la disponibilidad de vacunas, debido a miedos y creencias absolutamente infundadas, pone en riesgo a la humanidad en su conjunto de perder los avances realizados en la lucha contra las enfermedades mediante esta acción preventiva. No hay que olvidar que la vacunación es una de las formas más costo-eficaces para evitar enfermedades, y como muestra de ello, les comentamos que en la actualidad se evitan entre 2 y 3 millones de muertes al año, y otros 1.5 millones de muertes podrían evitarse si se mejorara la cobertura mundial de las vacunas.

Las razones por las que algunas personas deciden no vacunarse, o no vacunar a sus hijos son complejas; un grupo asesor de la OMS sobre vacunas identificó la complacencia, los inconvenientes para acceder a las vacunas y la falta de confianza como razones clave. Los trabajadores sanitarios, especialmente los de las comunidades, siguen siendo los asesores e influyentes más confiables en las decisiones relativas a la vacunación y la OMS los apoya decididamente para que proporcionen a las personas que atiende, información fidedigna y creíble sobre las vacunas, a fin de romper las barreras existentes.

“Todos debemos dar lo mejor de nosotros en esta última milla para erradicar la polio de una vez por todas. Mi deseo para 2019 es que la transmisión de polio sea cero. Tienen el apoyo total de la OMS para detener este virus para siempre”. Palabras expresadas por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus durante su visita (enero de 2019) a Afganistán y Pakistán, los únicos dos países en los que el año pasado se reportaron menos de 30 casos de poliovirus salvaje.

Durante 2019, la OMS intensificará su labor para eliminar el cáncer cervicouterino en todo el mundo aumentando la cobertura de la vacuna contra el VPH, y también buscará detener la transmisión del poliovirus salvaje en Afganistán y Pakistán, a fin de erradicar de la faz de la tierra la poliomielitis.

9. Dengue

El dengue es una enfermedad infecciosa causada por el virus del dengue, del género flavivirus transmitida por mosquitos, principalmente por el Aedes aegypti, de la que existen 4 tipos y que provoca síntomas similares a los de la gripe, llegando a ser mortal. Las cifras de mortalidad del dengue muestran que la infección mata hasta el 20% de los casos graves, sin que su amenaza decrezca, teniendo como principales enclaves geográficos países como Bangladesh y la India, durante las estaciones lluviosas, las que actualmente se están alargando significativamente, y la enfermedad se está extendiendo a países menos tropicales y más templados, como Nepal, en los que hasta ahora no se había presentado.

Para comprender el alcance sanitario de este padecimiento, les comentamos que los especialistas estiman que alrededor del 40% de las personas, a nivel global, tienen la posibilidad de contraer el dengue, del que se producen alrededor de 390 millones de infecciones nuevas al año. El objetivo de la OMS es el de reducir el 50% de las muertes por esta causa para el año 2020.

10. VIH

Los avances realizados en el combate contra el VIH son importantes, considerando entre ellos el número de personas a las que se realizan pruebas de diagnóstico, el suministro de antirretrovíricos (22 millones de personas bajo tratamiento) y el acceso a medidas preventivas como la profilaxis previa a la exposición, que es cuando las personas en riesgo de infectarse por el VIH y toman antirretrovíricos para prevenir la infección.

“Poner fin a la epidemia del SIDA es más que una obligación histórica para los 39 millones de personas que han muerto a causa de la enfermedad. También representa una oportunidad trascendental para sentar las bases de un mundo más saludable, más justo y equitativo para las generaciones futuras. Poner fin a la epidemia del SIDA inspirará iniciativas más amplias de salud y desarrollo a nivel mundial, demostrando lo que se puede lograr a través de la solidaridad mundial, la acción basada en la evidencia y las alianzas multisectoriales”. 90-90-90. An ambitious treatment target to help end the AIDS epidemic.

Sin embargo, estos logros son insuficientes y la epidemia sigue extendiéndose, provocando que casi un millón de personas mueren anualmente a causa del VIH/sida y sus complicaciones.

Haciendo un recuento histórico desde los inicios de la epidemia, más de 70 millones de personas han contraído la infección, de las que la mitad han fallecido.

Algunas de las razones para que los logros se quedan cortos es la dificultad  para llegar a personas con perfiles de alto riesgo como los trabajadores sexuales, los presos, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres o personas transgénero, grupos que frecuentemente quedan excluidos de los servicios de salud. Otro segmento cada vez más afectado por el VIH son las adolescentes y las mujeres jóvenes (de 15 a 24 años), que corren un riesgo especialmente alto y representan una de cada cuatro infecciones por el VIH en el África subsahariana, a pesar de representar únicamente al 10% de la población.

Al día de hoy, alrededor de 37 millones de personas en todo el mundo viven con este padecimiento, el que además de representar una pesada carga sanitaria, los estigmatiza, etiqueta, relega y les resta oportunidades.

Es por ello que la OMS colaborará con los países para apoyar la introducción de auto pruebas de diagnóstico, buscando que un mayor número de personas conozcan su estado serológico. Entre los programas planteados, destaca el de ayudar e impulsar a las empresas y organizaciones a facilitar a sus empleados pruebas de auto diagnóstico, para realizarlas en su propio lugar de trabajo.