“Ómicron no es leve. Ómicron no es la gripe ni el resfriado común. El virus SARS-CoV-2 todavía no es endémico. No es el momento de rendirse”. Maria Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS para la covid.
Hace algunos días se publicaron en el repositorio MedRxiv, los resultados de un amplio estudio realizado en Sudáfrica abarcando un universo de 5 mil 144 pacientes, los que sugieren con solidez, que en igualdad de condiciones los riesgos de hospitalización grave o muerte provocados por el contagio de la variante ómicron son solamente un 25% menores a los ocasionados por la delta, información altamente relevante para enfrentar con datos duros las aseveraciones hechas por algunos líderes de opinión, los que aseguran, desde su punto de vista personal y sin base científica alguna, que ómicron no representa riesgos graves, lo que desgraciadamente hace que muchas personas abandonen o relajen el cumplimiento de las medidas de precaución que nos han ayudado a disminuir el avance de la pandemia, al protegernos y proteger a los demás.
Y aunque es necesario considerar que medRxiv es un sitio de Internet que distribuye eprints inéditos en las áreas de medicina, investigación clínica y ciencias de la salud, que aún deben someterse a una revisión por pares, y son por ello preliminares, las coincidencias entre las conclusiones del estudio en Sudáfrica y las alcanzadas por el Imperial College de Londres, así como los datos diarios del número de contagios, hospitalizaciones y muertes a nivel global, las refuerzan.
El artículo publicado el 12 de enero en MedRxiv se titula: “Outcomes of laboratory-confirmed SARS-CoV-2 infection in the Omicron-driven fourth wave compared with previous waves in the Western Cape Province, South Africa”, y es respaldado por un amplio número de autores, cuyas conclusiones coinciden con las emitidas la última semana del año por el Imperial College de Londres, en el artículo: “Report 50 – Hospitalisation risk for Omicron cases in England”.
Los autores de ambas publicaciones destacan que el menor número de hospitalizaciones graves y muertes no es necesariamente porque ómicron tenga per se una menor capacidad de contagio y letalidad que su predecesora Delta, sino que la variante incide ahora en poblaciones de personas que han cursado y superado la infección, que ya han sido vacunados, o ambas circunstancias, lo que les confiere, si no una inmunidad total, una mayor capacidad inmunológica para enfrentar esta nueva variante, la que se ha convertido rápidamente en la dominante a nivel global.
“Las vacunas reducen el riesgo de contraer COVID-19, incluido el riesgo de enfermarse gravemente y morir, en personas que están totalmente vacunadas. Además de los datos de los ensayos clínicos, la evidencia de los estudios sobre la efectividad de la vacuna en condiciones reales muestra que las vacunas contra el COVID-19 ayudan a proteger contra las infecciones por COVID-19, con o sin síntomas (infecciones asintomáticas). La efectividad de las vacunas para prevenir hospitalizaciones ha permanecido relativamente alta con el paso del tiempo, aunque tiende a ser levemente menor en adultos mayores y personas con el sistema inmunitario debilitado”. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Saber con certeza que las vacunas confieren protección a las personas inoculadas, dándoles una mayor capacidad inmunológica para enfrentar a delta y ómicron, debe impulsar a los gobiernos y autoridades sanitarias de todos los países, pero particularmente a los de las naciones de ingresos medios y bajos que se han quedado muy rezagadas en este tema, a fortalecer sus campañas de vacunación contra el SARS-CoV-2, exigiendo mayor acceso a estos medicamentos.
No es momento de relajar ni incumplir las medidas que nos ayudan a disminuir las posibilidades de contagio y contagiar el SARS-CoV-2, como vacunarse; utilizar correctamente un cubrebocas en lugares públicos o en presencia de personas ajenas a nuestro entorno diario; no acudir en la medida de lo posible a lugares con afluencia masiva y mala ventilación, pero si es necesario, no permanecer en ellos más que el tiempo indispensable; no saludar de mano, beso o abrazo; lavarnos las manos enérgicamente con abundante agua y jabón o desinfectar con geles con alcohol al 70%, todo ello a pesar de haber sido inoculados, entendiendo que a pesar de su efectividad, ni las vacunas ni cualquier otra medicina ofrecen el 100% de efectividad, por que somos nosotros los responsables únicos de cuidarnos y cuidar a los otros.
Let’s be clear: while Omicron causes less severe #COVID19 disease than Delta, it remains a dangerous virus, particularly for those who are unvaccinated. Almost 50,000 deaths a week is too many. Learning to live with this virus does not mean we should accept this number of deaths. https://t.co/yqoh1LjRnJ
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) January 12, 2022
🆕@WHO #COVID19 Epi update
— Maria Van Kerkhove (@mvankerkhove) January 11, 2022
We had to change the scale of the epi curve bc of ⬆️ in cases reported last week: 15 million cases; 43461 deaths:
Each tragic.
Omicron is not mild
Omicron is not flu or the common cold
SARS-CoV-2 is not endemic yet
Now is not the time to give up pic.twitter.com/IdlmtsW5Xq
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
MedRxiv. (12 DE ENERO DEL 2022).
Outcomes of laboratory-confirmed SARS-CoV-2 infection in the Omicron-driven fourth wave compared with previous waves in the Western Cape Province, South Africa.
Imperial College London. (22 de diciembre del 2021).
Report 50 – Hospitalisation risk for Omicron cases in England.
Twitter. (12 de enero del 2022).
Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Twitter. (11 de enero del 2022).
Omicron is not flu or the common cold. SARS-CoV-2 is not endemic yet. Now is not the time to give up.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (23 de diciembre del 2021).
Las vacunas contra el COVID-19 funcionan.
Organización Panamericana de la Salud. (29 de diciembre del 2021).
Aumentan 50% los casos de COVID-19 en la última semana en las Américas.