El pasado 25 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) llevó a cabo el webinario “Emerging zoonotic diseases and the One Health approach”, en el que participaron como ponentes:

  • Dra. Sylvie Briand, Directora para la Preparación y Prevención de Epidemias y Pandemias (EPP) de la OMS;
  • Dra. Amina Benyahia, de la Iniciativa “One Health” (OHI por sus siglas en inglés) de la OMS;
  • Dra. Maria Van Kerkhove, Jefa de la Unidad de Enfermedades Emergentes y Zoonosis de la OMS;
  • Dr. Jean-Philippe Dop, Director General Adjunto de Asuntos Institucionales y Acciones Regionales de la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH, por sus siglas en inglés);
  • Sr. Wondwosen, (Wondy) Asnake Kibret, Coordinador de Políticas y Asociaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, por sus siglas en inglés);
  • Sr. Keith Sumption, Director Veterinario, de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés),
  • Dra. Petra Khoury, Directora del Departamento de Salud y Atención de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR, por sus siglas en inglés).

A raíz de la pandemia de COVID-19, surgió la necesidad de ofrecer información oportuna y de calidad sobre la crisis sanitaria que estábamos viviendo, enfoque que ahora se centra en la impostergable necesidad de prepararnos para encarar las zoonosis emergentes que podrían transformarse en la próxima emergencia sanitaria que tarde o temprano llegará a nuestras vidas.

Lo cierto es que como producto de la contaminación, la deforestación, el acelerado cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, y la alteración o destrucción de los hábitats naturales de múltiples especies, el contacto cercano (voluntario o involuntario) con animales salvajes, posibilita la llegada a nuestras vidas, o la de nuestras mascotas, virus peligrosos, como los que ocasionan el COVID-19, el síndrome respiratorio de oriente medio (MERS, por sus siglas en inglés), el Ébola, y el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés), entre otros.

Sobre la pandemia de COVID-19, la primatóloga británica Jane Goodall, dijo: “Era predecible que esto iba a ocurrir, y va a reproducirse hasta que aprendamos las lecciones (…) Nuestro desprecio hacia la naturaleza y nuestra falta de respeto por los animales con los que deberíamos compartir el planeta”, sentencia que enfatiza algo que muchas personas sabían… estábamos ignorando las advertencias, y poniéndonos en riesgo.

“La explotación de las especies, la reducción de sus ecosistemas, los hábitos de alimentación poco higiénicos, la pérdida de la biodiversidad y la sustracción de animales de su hábitat natural para comerciar con ellos, muchas veces de forma ilegal y en mercados insalubres, la han propiciado”. Luis Suárez, coordinador de la World Wildlife Fund (mejor conocida por las siglas WWF) en España.

En este contexto, vale la pena recordar el concepto de “One Health”, tema sobre el que hemos hablado previamente en este espacio editorial, y a la que, el panel de expertos de alto nivel de la iniciativa (OHHLEP, por sus siglas en inglés) define de la siguiente manera:

  • One Health es un enfoque integrador y unificador cuyo objetivo es equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas.
  • Se reconoce que la salud de los seres humanos, los animales domésticos y salvajes, las plantas y el medio ambiente en general (incluidos los ecosistemas) están estrechamente vinculados y son interdependientes.
  • El enfoque involucra a múltiples sectores, disciplinas y comunidades en diferentes niveles de la sociedad para que trabajen juntos, buscando promover el bienestar y hacer frente a las amenazas presentes y futuras a la salud y a los ecosistemas, abordando paralelamente la necesidad colectiva de acceder al agua, energía y aire limpios, alimentos seguros y nutritivos, tomando medidas sobre el cambio climático y la contribución al desarrollo sostenible.

“La explotación de las especies, la reducción de sus ecosistemas, los hábitos de alimentación poco higiénicos, la pérdida de la biodiversidad y la sustracción de animales de su hábitat natural para comerciar con ellos, muchas veces de forma ilegal y en mercados insalubres, la han propiciado”. Luis Suárez, coordinador de la World Wildlife Fund (mejor conocida por las siglas WWF) en España.

Si algo debemos rescatar como aprendizaje es, la consecuencia de los profundos daños ocasionados por el COVID-19 en los ámbitos social, político, económico, y la pérdida de millones de vidas, es que a pesar de las múltiples advertencias hechas previamente por los expertos, la pandemia tomó por sorpresa a los gobiernos de cada país, mostrando con crudeza lo pobremente preparados que estaban los sistemas de salud nacionales, y la casi inexistente cooperación mundial para enfrentar de manera coordinada y con sentido social la crisis, lo que debería impulsar acciones comunitarias globales para que ninguna nación se quede al margen de los avances sanitarios.

“No sabemos dónde ocurrirá la próxima pandemia mundial, ni sabemos cuándo ocurrirá, lo que sí sabemos es que será terriblemente costosa en vidas y dólares. Con los viajes en avión (3 mil millones de viajeros cada año), la diseminación global de cualquier nuevo patógeno ocurriría en cuestión de horas. Además del incalculable sufrimiento humano, las pérdidas económicas se medirían en billones, incluidas las pérdidas de turismo, comercio y confianza de los consumidores, incluyendo también problemas y desafíos políticos. Habrá 2 epidemias: una causada por el virus y la otra causada por el miedo”. Tedros Adhanom Ghebreyesus Director general de la Organización Mundial de la Salud. Marzo de 2018.

Qué hacer para prepararnos

  • Mantener una vigilancia preventiva permanente y puntual de las condiciones sanitarias humanas y animales, que permita detectar oportunamente el brote de cualquier enfermedad contagiosa con potencial pandémico.
  • Identificar y monitorear estrechamente los patógenos con potencial para convertirse en agentes pandémicos.
  • Comunicar y compartir con precisión, claridad y rapidez, cualquier señal de advertencia del surgimiento de una enfermedad contagiosa potencialmente pandémica.
  • Compartir la información de manera transparente, completa y oportuna.
  • Actuar con rapidez y precisión para evitar que el brote contagioso se extienda, estableciendo acciones vacunales, pruebas diagnósticas, seguimiento a contagios, aislamiento, y cualquier otra medida tendiente a ello.
  • Fortalecer los sistemas de salud nacionales, capacitar al personal de salud, proporcionar a los profesionales de salud los equipos, herramientas, equipo médico y medicamentos necesarios, de manera basta, oportuna y sostenida.
  • Blindar los servicios, acciones y programas de atención primaria de salud, enfermedades crónicas, y los de segundo y tercer nivel, para evitar su interrupción en caso de una emergencia sanitaria.
  • Establecer y mantener una comunicación veraz, oportuna, clara y constante con la población en general sobre la situación que guarde el meteoro sanitario.
  • Involucrar, capacitar y empoderar a las comunidades, y sus líderes, para que se constituyan como emisores de alertas sanitarias en sus entornos.
  • Implementar programas que disminuyan los niveles de contaminación en general.
  • Establecer programas para el manejo correcto de residuos altamente contaminantes y peligrosos.
  • Modificar los patrones de producción y consumos insostenibles.
  • Incrementar la cooperación internacional para que el desarrollo y producción de nuevos medicamentos, llegue oportunamente a todas las naciones, independientemente de su nivel de ingresos.

“Este asombroso número de muertos (6.9 millones de muertes reportadas y 17.2 millones de muertes estimadas por COVID-19, de acuerdo con datos proporcionados por el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud <IHME>, al 31 de mayo de 2022), es tanto una profunda tragedia como un fracaso global masivo en múltiples niveles. Demasiados gobiernos no se han adherido a las normas básicas de racionalidad institucional y transparencia, demasiadas personas, a menudo influenciadas por la desinformación, han faltado al respeto y protestado contra las precauciones básicas de salud pública, y las principales potencias del mundo no han colaborado para controlar la pandemia”. The Lancet. Lecciones para el futuro de la pandemia de COVID-19.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:a

Organización Mundial de la Salud. (25 de mayo del 2023).
EPI-WIN webinar: Emerging zoonotic diseases and the One Health approach: A webinar series overview.

códigoF. (3 de diciembre del 2021).
One Health, comprensión necesaria para enfrentar amenazas de salud.

códigoF. (26 de mayo del 2022).
Cambio climático y uso irracional de la tierra ocasionarán nuevos intercambios zoonóticos virales.

códigoF. (3 de julio del 2020).
Al menos un 75% de los agentes patógenos de las enfermedades infecciosas emergentes de los seres humanos, son de origen animal.

The Lancet. (14 de septiembre del 2022).
The Lancet COVID-19 Commission.

The Lancet. (14 de septiembre del 2022).
The Lancet Commission on lessons for the future from the COVID-19 pandemic.

códigoF. (22 de marzo 2028).
Los sistemas sanitarios mundiales se preparan para enfrentar a la “Enfermedad X”.