A pesar de que la neumonía infantil es una enfermedad prevenible y de que a nivel global se hayan realizado importantes avances para abatir su incidencia, el padecimiento sigue posicionado como la primera causa de muerte en niños menores de 5 años (la segunda es la diarrea) que nacen en países en desarrollo, los que desgraciadamente asumen la mayor carga sanitaria.

Seis países concentran aproximadamente el 50% de los fallecimientos a nivel mundial por este padecimiento: India, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Etiopía,

El análisis sistemático publicado en The Lancet Global Health, con el título “Global childhood pneumonia: the good news, the bad news, and the way ahead” y cuyo autor principal es David A. McAllister, reporta que aunque entre los años 2000 y 2015, la incidencia global de neumonía en niños menores de cinco años se redujo en un 30% y el número de muertes decreció casi a la mitad en el mismo periodo, los logros alcanzados se quedaron cortos para alcanzar las metas planteadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000–2015), cuyo objetivo era el de reducir la mortalidad en niños menores de 5 años en dos tercios en comparación con las estimaciones de mortalidad de 1990, por lo que se hace patente que los sistemas sanitarios globales y locales tienen considerables esfuerzos que realizar todavía.

“A nivel mundial, la incidencia de neumonía infantil disminuyó en un 30% y la mortalidad disminuyó en un 51% durante el período de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estas reducciones son consistentes con la disminución en la prevalencia de algunos de los factores de riesgo clave para la neumonía, el aumento del desarrollo socioeconómico y las intervenciones preventivas, el mejor acceso a la atención y la calidad de la atención en los hospitales. Sin embargo, se requiere una acción intersectorial para mejorar las condiciones socioeconómicas y aumentar la cobertura de las intervenciones dirigidas a los factores de riesgo de neumonía infantil para acelerar el descenso de la mortalidad y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para la salud para 2030”. David A McAllister.

Los especialistas del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia, “United Nations Children’s Emergency Fund” (UNICEF), acotan que hay tres ejes principales para disminuir el contagio y muerte por neumonía en menores de edad.

Prevención: La vacunación es altamente efectiva para impedir el contagio y por ende las muertes por neumonía. Las vacunas contra el sarampión y la tos ferina también son esenciales para prevenir infecciones que pueden complicarse y derivar en neumonía.

Protección: El amamantamiento como forma exclusiva de alimentación durante los primeros seis meses de vida es un método enormemente efectivo para proteger a los niños de la neumonía y otras enfermedades infecciosas.

Tratamiento: Como en cualquier otra enfermedad, el diagnóstico temprano y la atención farmacológica con los antibióticos adecuados son elementos clave para modificar el posible curso fatal del padecimiento. Es por ello que conocer y ser capaces de identificar los síntomas que continuación anotamos y los que pueden llegar a confundirse con los de un catarro común, es vital.

  • Fiebre elevada.
  • Tos persistente.
  • Respiración agitada.
  • Dificultades para respirar.
  • Ruidos crepitantes en el pulmón.
  • Pérdida del apetito.
  • Vómitos ocasionados por la tos o por la ingestión involuntaria de mucosidad.
  • Malestar general.
  • Dolor de vientre.

Por: Manuel García Rodríguez

Fuentes:

The Lancet Global Health.
Global childhood pneumonia: the good news, the bad news, and the way ahead. VOLUME 7, ISSUE 1, PE4-E5, JANUARY 01, 2019. Stephen R C Howie, David R. Murdoch.

The Lancet
Global, regional, and national estimates of pneumonia morbidity and mortality in children younger than 5 years between 2000 and 2015: a systematic analysis. David A. McAllister.

UNICEF connect.
5 datos sorprendentes sobre la neumonía infantil.