Los hallazgos impulsarán el desarrollo de nuevas terapias antitrombóticas, y marcadores de pronóstico más allá del tromboembolismo venoso asociado con la inmovilidad.
Muchos angiólogos usan comúnmente en el ámbito de su actividad profesional un refrán que sentencia: “Sangre que no circula, sangre que se coagula”, el que hace referencia al riesgo de un tromboembolismo venoso potencialmente mortal provocado por una inmovilidad aguda prolongada, como les ocurre ocasionalmente a quienes hacen largos viajes permaneciendo sentados sin moverse, y sin usar medias o calcetines de comprensión (trombosis venosa profunda en una o ambas piernas); o aquellas personas que permanecen inmovilizadas en una cama por un accidente, una enfermedad, o una condición que los incapacita, y a quienes los médicos tienen que tratar con anticoagulantes de manera preventiva.
Sin embargo, hay un hermoso animal salvaje (entre otras especies de mamíferos, anfibios, e insectos) que con absoluta solvencia desarma la máxima enarbolada por los especialistas, y estos son los osos, una de las especies plantígradas que a pesar de mantenerse totalmente inmóviles durante meses mientras hibernan, no desarrollan trombos, lo que de manera anecdótica también ocurre en los pacientes crónicamente inmovilizados por una lesión de la médula espinal (LME).
“El tromboembolismo venoso (TEV), que comprende la trombosis venosa profunda y el embolismo pulmonar es una causa importante de morbilidad y mortalidad. Las condiciones relacionadas con la inmovilidad a corto plazo son un factor de riesgo importante para el desarrollo de TEV. Paradójicamente, los osos pardos en hibernación en libertad inmovilizados a largo plazo, y los pacientes con lesión de la médula espinal (LME) paralizada están protegidos contra el TEV”. Science. Immobility-associated thromboprotection is conserved across mammalian species from bear to human.
La capacidad para evitar la formación de trombos sanguíneos que exhiben los osos, y las personas inmovilizadas crónicamente, impulsó a un equipo de científicos a realizar una investigación para conocer el trasfondo de ello.
El estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Science el pasado 13 de abril, bajo el título: “Immobility-associated thromboprotection is conserved across mammalian species from bear to human”, incorporó la participaron de seres humanos inmovilizados crónicamente por una condición médica, personas sanas, osos, cerdos y ratones, encontrando una característica cruzada entre especies.
Los hallazgos mostraron que la disminución de la actividad de la proteína plaquetaria HSP47 durante períodos de inmovilidad prolongada, evita la formación de trombos, conocimiento que permitirá el desarrollo de nuevas y más efectivas terapias antitrombóticas, y marcadores de pronóstico más allá del tromboembolismo venoso asociado con la inmovilidad.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
Science. (13 de abril del 2023).
Immobility-associated thromboprotection is conserved across mammalian species from bear to human.
National Geographic. (30 de diciembre del 2020).
¿Qué es la hibernación y por qué algunos animales pueden pasar meses «desactivados»?
ELSEVIER. (Enero del 2013).
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