La administración masiva de ivermectina se propone como una intervención integral de salud pública contra la malaria y múltiples enfermedades tropicales desatendidas, combinándose con la distribución masiva de otros medicamentos o intervenciones
El pasado 23 de julio se publicó en The New England Journal of Medicine un interesante artículo con el título: “Ivermectin to Control Malaria — A Cluster-Randomized Trial”.
La publicación informa los resultados de un amplio ensayo clínico que evaluó la capacidad de un método alternativo para eliminar al mayor número posible de mosquitos portadores de la malaria, y disminuir simultáneamente las tasas de contagio de esta peligrosa enfermedad, haciendo frente a la creciente resistencia a los insecticidas, y la adaptación y los cambios de comportamiento de los vectores.
Los investigadores evaluaron si administrando a los participantes 400 microgramos por kilogramo de peso corporal de ivermectina (un antiparasitario de amplio espectro, utilizado para tratar la oncocercosis y la filariasis linfática), versus albendazol (también un fármaco antiparasitario), una vez al mes, durante 3 meses consecutivos al comienzo de la temporada de «lluvias cortas”, serviría para matar a los mosquitos que se alimentaban con su sangre; lo anterior, sumado al uso de mosquiteros con insecticida, reduciría potencialmente el número de vectores, y de contagios.
“En 2022, se produjeron un total de 249 millones de casos de malaria y 608 mil muertes relacionadas con la enfermedad. Las intervenciones dirigidas al vector, como los mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración, o la pulverización residual de interiores, siguen siendo la piedra angular del control de la malaria, y son responsables de la reducción estimada del 81% de la carga de enfermedad observada en África entre 2000 y 2015. Sin embargo, el progreso se ha estancado en los últimos años a medida que se incrementa la resistencia a los insecticidas, y las adaptaciones del comportamiento, como las picaduras al aire libre y crepusculares, entre los mosquitos anofeles, amenazan los objetivos de salud pública establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2030”. «Ivermectin to Control Malaria — A Cluster-Randomized Trial»
Los resultados mostraron que en niños de 5 a 15 años que vivían en una zona con alta cobertura de uso de mosquiteros con insecticidas, la ivermectina, administrada una vez al mes durante tres meses consecutivos, redujo la incidencia de malaria en un 26 % sobre el albendazol, sin provocar efectos secundarios importantes, lo que fortalece la rentabilidad del control y eliminación de vectores para eliminar –o, cuando menos, disminuir drásticamente– la incidencia de la malaria.
						
							

