La heterogeneidad poblacional de nuestro país marca diferencias regionales en la carga del cáncer.

Como ocurre con todas las enfermedades, la detección temprana, el diagnóstico oportuno, el tratamiento adecuado, sostenido, y de calidad, seguridad y eficacia probadas, son elementos clave para combatir al padecimiento, y de ser posible vencerlo, o cuando menos ralentizar su avance, buscando mejorar la calidad y expectativa de vida de los pacientes tratados.

En este contexto, y a pesar de que existen procedimientos y sistemas de diagnóstico temprano, el  cáncer colorrectal (CCR) ocasionó en 2020 la muerte de 916 mil personas a nivel global, posicionándose como el segundo cáncer más letal (precedido por el de pulmón con 1.8 millones de defunciones), aunque es necesario aclarar que la mayor parte de los fallecimientos por esta enfermedad ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos (LMIC, por sus siglas en inglés), los que no cuentan con programas de detección oportuna estandarizados.

Hablando específicamente de nuestro país, y del año 2018, el CCR fue la segunda causa más común de mortalidad por cáncer para ambos sexos, aunque como lo asientan los autores del artículo “National and state-level colorectal cancer mortality trends in Mexico, 1998-2018” publicado en la revista Salud Pública de México/ vol. 64 no. 1 / enero-febrero del 2022, y como reflejo de la heterogeneidad de la población de nuestro país, «hay dramáticas diferencias regionales en la carga del cáncer, con tasas de mortalidad que aumentan rápidamente, especialmente en áreas urbanas, mientras que las crecientes tasas de mortalidad adulta desafían los modelos tradicionales de transición epidemiológica en los que ocurren en todas las edades, tendencias que sugieren que México está experimentando una transición de salud más compleja y disonante que la observada históricamente”.

Específicamente en el segmento de 30 a 59 años en varones, el cáncer colorrectal, del recto y del ano es la primera causa de muerte por cáncer en nuestro país, con una tasa de 0.55 defunciones por cada 10 mil varones, seguido de los tumores malignos del estómago con una tasa de 0.47 por cada 10 mil hombres. Entre las mujeres de este grupo de edad, la causa principal fue el tumor maligno de la mama, así como el del cuello del útero, con tasas de 1.56 y 0.86 defunciones por cada 10 mil mujeres, respectivamente. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Que el cáncer colorrectal ocupe un lugar tan destacado en el número de fallecimientos a nivel nacional no es producto de la casualidad, sino consecuencia directa de la fragmentación, falta de calidad y cobertura del sistema de salud mexicano, del gran número de personas sin acceso oportuno a servicios sanitarios estatales, así como la inexistencia total de programas de detección organizados y permanentes, lo que conduce a que se le diagnostique en etapas avanzadas, en las que los médicos tienen escasas o nulas posibilidades de modificar positivamente la hoja de ruta de la enfermedad.

Algunas de las conclusiones del estudio.

  • Se encontró un aumento significativo en la mortalidad general por CCR, especialmente en hombres, durante las dos últimas décadas.
  • Las tasas de mortalidad estandarizadas por edad (ASMR, por sus siglas en inglés) fueron más elevadas entre hombres y mujeres con algún tipo de afiliación sanitaria: IMSS, ISSSTE, SEDENA, etc.
    Este punto podría explicarse porque la población sin seguro de salud tiene menos probabilidades de buscar servicios de salud, y el cáncer puede estar infradiagnosticado y infranotificado como causa de muerte en ese segmento.
  • Las tasas de mortalidad más altas para hombres y mujeres se dieron en estados con una mayor proporción poblacional residente en áreas urbanas, a pesar de tener un mejor acceso a la atención médica.
    Buscando clarificar los dos puntos previos, los autores asientan que más allá de que las personas sin acceso a la seguridad social pudieran tener una distribución diferente de los factores de estilo de vida, las tasas de mortalidad más bajas en poblaciones no aseguradas podrían explicarse por que nunca fueron diagnosticadas, ni la causa de muerte fue correctamente registrada, considerando que en las áreas urbanas la mayoría de la población mexicana tiene seguro médico (>50 %), versus lo que ocurre en las áreas rurales donde esta proporción es baja (<20 %).
  • Se determinó que la región norte de México tiene un patrón de tasas de mortalidad más altas por CCR.
    La explicación a este punto se relaciona con las diferencias entre las dietas del norte y el sur de la República Mexicana. La dieta en la región norte de México se caracteriza por un bajo consumo de frutas enteras, granos integrales,  vegetales y un alto consumo de carnes y productos animales, mientras que la dieta de mayor calidad se encuentra en la región sur.
  • Se encontraron crecientes tasas de mortalidad por CCR en varios países de ingresos medios de América Latina, incluidos Brasil, Argentina y Ecuador. Mientras que los países de altos ingresos en América del Norte y Europa han logrado reducir la incidencia y la mortalidad por CCR, mediante la implementación de programas de detección eficaces y tratamiento temprano.
  • Los estudios sugieren que los factores hormonales, el estilo de vida (dieta, actividad física) y las características socioeconómicas (ocupación, medio ambiente), juegan un papel en estas diferencias por sexo.
  • Se han informado tasas más altas de CCR en áreas urbanas y sitios con rápido desarrollo e industrialización.

Signos y síntomas del cáncer colorrectal.

Es posible que el cáncer colorrectal no cause síntomas enseguida, pero de ser lo contrario, puede ocasionar uno o más de estos síntomas:

  • Cambios en los hábitos de evacuación como diarrea, estreñimiento o reducción del diámetro de las heces fecales durante varios días
  • Sensación de necesitar usar el inodoro que no desaparece después de haber tenido una evacuación intestinal
  • Sangrado rectal con sangre roja brillante
  • Sangre en las heces fecales que puede causar que las heces se vean oscuras
  • Cólicos o dolor abdominal
  • Debilidad y cansancio
  • Pérdida inexplicable de peso

A menudo, los cánceres colorrectales pueden sangrar en el tracto digestivo. A veces la sangre se puede ver en las heces o causar que estas se vean más oscuras, pero a menudo las heces se ven normales. Con el paso del tiempo, la pérdida de sangre se puede acumular y provocar potencialmente recuentos bajos de glóbulos rojos (anemia). En ocasiones, el primer signo de cáncer colorrectal es un análisis de sangre que muestra un bajo recuento de glóbulos rojos.

Hay que anotar que muchos de estos síntomas son causados también por afecciones distintas al cáncer colorrectal, como infecciones, hemorroides o síndrome de intestino irritable. Sin embargo, si se presenta cualquiera de estos problemas, es recomendable consultar al médico para determinar la causa y, de ser necesario, recibir tratamiento.

Los investigadores concluyen que a pesar de la solidez de su estudio, los hallazgos pueden subestimar las tasas de mortalidad reales para personas con acceso a servicios de diagnóstico, lo que enfatiza la necesidad de asignar una mayor inversión a la implementación de estrategias integrales de detección, diagnóstico y tratamiento para la población en general, sin importar que estén o no afiliadas a algún sistema sanitario estatal.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Salud Pública de México / vol. 6. (enero-febrero del 2022).
National and state-level colorectal cancer mortality trends in Mexico, 1998-2018.

American Cancer Society. (21 de febrero del 2018).
Signos y síntomas del cáncer colorrectal.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2 de febrero del 2022).
ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER (4 DE FEBRERO). DATOS NACIONALES.

Organización Mundial de la Salud. (2 de febrero del 2022).
Cáncer.