Para un amplio sector poblacional es ampliamente conocido el valor preventivo que ofrecen las diferentes vacunas que médicos y pacientes tenemos a nuestro alcance, pero también el terrible daño que los movimientos antivacunas han provocado en contra de su uso, sembrando temor sin sustento científico válido, contra estos fármacos, gracias a los que millones de personas alcanzamos niveles de bienestar, calidad y expectativa de vida, impensables antes de su desarrollo y uso.
Acerca de las diferentes vacunas existentes, y entre las que podemos mencionar la triple: sarampión, paperas y rubéola; la DTP3: difteria, tétanos y tos ferina; la dirigida en contra del virus del papiloma humano, la de la poliomielitis y la de la tuberculosis, hay una que anualmente se hace indispensable y sobre la que también se revitalizan periódicamente los mitos que la rodean; la vacuna contra la influenza.
Al respecto, el Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán publicó recientemente el decálogo de los mitos contra la vacuna de la influenza, los que hoy ampliamos y compartimos con ustedes.
El primero de ellos y probablemente el más difundido es la afirmación de asevera que “la vacuna contra la influenza provoca influenza”. Es importante aclarar que existen dos tipos de vacunas contra la influenza en nuestro país; la llamada “vacuna inactiva”, formulada con virus muertos y la “vacuna recombinante” cuyo origen es artificial. Ya que ninguna de estas dos vacunas contiene en su formulación virus vivos de la influenza, es imposible que su inoculación la provoque.
Como en todas las vacunas, las porciones de virus, o los virus muertos y por lo tanto inactivos, incluidos en la formulación sirven para que el sistema inmunológico aprenda a reconocerlos y esté preparado para combatirlos, pero nunca para provocar la enfermedad.
“Se entiende por vacuna cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. Puede tratarse, por ejemplo, de una suspensión de microorganismos muertos o atenuados, o de productos o derivados de microorganismos. El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral”. Organización Mundial de la Salud.
El doctor David Alejandro Cabrera Gaytán, Jefe de Área Médica de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que del pasado 14 de octubre, y hasta el 31 de marzo del próximo año, se llevará a cabo una intensa campaña de vacunación contra la influenza, cuya meta es la aplicación de 10 802 118 dosis a sus derechohabientes, particularmente a mujeres en estado de gestación, niños entre los 6 meses y 4 años 11 meses y adultos mayores de 60 años.
Es probable que haya escuchado esta frase: “Me vacune contra la influenza, me dio la peor gripe de mi vida y me duró meses”. Los especialistas indican que en la mayoría de los casos el efecto adverso más frecuente de la vacuna contra la influenza es un dolor leve en el sitio de la aplicación, el que se presenta en 1 de cada 4 personas inoculadas. Además de éste, algunos efectos adversos poco frecuentes son: cefaleas, dolor de cuerpo y garganta, congestión o escurrimiento nasal y fiebre, las que generalmente no duran más de 72 horas, en el peor de los casos, y pueden ser controladas eficazmente con analgésicos o antihistamínicos que pueden adquirirse sin receta.
Las coincidencias existen, y una persona puede ser contagiada de gripa poco antes o inmediatamente después de haber sido ser vacunada contra la influenza, enfermándola, pero de ninguna manera es consecuencia de la vacuna.
Por otra parte, no hay gripe que dure meses. Si alguna persona cursa con un problema respiratorio que persista más allá de una semana, es necesario destacar que su origen no es infeccioso, por lo que debe consultar inmediatamente a un especialista para que la evalúe y la diagnostique.
Para vacunarse contra la influenza estacional 2019 puede acudir a las instalaciones del IMSS (Unidades Médicas Familiares), ISSSTE (Clínicas de Medicina Familiar), Hospitales Generales, Regionales y Centros de Salud, o con su médico privado familiar, aunque es preciso aclarar que se dará prioridad a los grupos con mayores riesgos de contraerla, como mujeres embarazadas, niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades crónico degenerativas.
«Si estás tomando otros medicamentos o consumes alcohol no puedes ponerte la vacuna contra la influenza por que es peligroso”. Sentencia que definitivamente es falsa.
Ni los medicamentos, ni otras vacunas, ni el alcohol interactúan o interfieren con la vacuna contra la influenza. La única razón válida para no vacunarse contra la influenza es haber padecido una reacción alérgica grave, conocida como reacción anafiláctica, como consecuencia de administraciones previas de esta vacuna. Sin embargo, vale la pena aclarar que la incidencia de una reacción anafiláctica a la vacuna de la influenza es de 1 caso por cada millón de personas inoculadas.
“Si la vacuna contra la influenza es gratis no sirve o nos están usando como conejillos de indias”.
El único ámbito en el que la vacuna contra la influenza es gratuita es en la medicina institucional provista por el estado, acción que atiende al derecho universal a la salud, contemplado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La vacuna contra la influenza otorgada por el sector salud está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Secretaría de Salud.
Solamente los que no han padecido nunca influenza se atreven a decir “La gripe por influenza no es grave, sobre todo si solamente te da una vez en tu vida”.
Quienes propagan esta creencia no han padecido afortunadamente influenza ni tienen información fidedigna sobre la enfermedad. La gripe por influenza puede ser tan grave que en ocasiones es necesario hospitalizar a quien la padece. Por otra parte, la influenza puede ocasionar infartos cardiacos y cerebrales y en algunos casos la muerte.
Según datos de la Secretaría de Salud, durante la anterior temporada invernal, se reportaron 7 210 personas con influenza, de las que 823 perdieron la vida, lo que representa una incidencia ligeramente superior al 11%. Un dato adicional muy relevante, es que el 96% de las personas fallecidas no habían sido vacunadas y el 75% tenían una enfermedad o una condición pre-existente, como diabetes, hipertensión arterial u obesidad.
“Soy invulnerable a la influenza”. A pesar de que nos gustaría serlo, lo cierto es que no existen las personas completamente inmunes a la influenza ni a otros padecimientos. Como siempre, la mejor manera de evitar los padecimientos es prevenirlos y no apostar a la suerte.
“Con vacunarse una vez en la vida estoy protegido”. Sentimos desilusionarlo, pero no es cierto.
El virus de la influenza, como muchos otros virus, está siempre en constante evolución, mutando de una temporada a otra, lo que hace que las vacunas de años anteriores no tengan ninguna utilidad contra las nuevas cepas.
Todos los años, los científicos analizan las cepas más frecuentes de influenza, elaborando vacunas específicas contra ellas.
“Es mejor enfermar de influenza para poner en alerta a mi sistema inmunológico”. Cuidado. Enfermar de influenza, o de cualquier otra enfermedad, esperando que eso ponga en “estado de alerta” a nuestro sistema inmunológico y de paso nos fortalezca es una idea muy peligrosa.
“¿Para qué vacunarse todos los años si la vacuna contra la influenza es la misma?”
Esta aseveración es medianamente cierta, pero completamente inexacta.
La vacuna trivalente anual contra la influenza incluye desde 2009 tres tipos de virus: A (H1N1), A (H3N2) y B (linaje Victoria), cada año es reformulada, incluyendo las variaciones (mutaciones) de cada una de las cepas, lo que la hace completamente diferente a las vacunas de años anteriores.
“¿Si tengo gripe no me puedo vacunar contra la influenza?” Si puede.
Como lo mencionamos en el tercer mito, la única contraindicación para recibir la vacuna contra la influenza es haber sufrido una reacción anafiláctica, lo que ocurre únicamente a una de cada millón de personas vacunadas.
Esperamos que esta nota haya derrumbado algunos de los mitos en contra de la vacuna contra la influenza, invitándolo a prevenir esta enfermedad que, como lo mencionamos, puede ser extremadamente peligrosa.
Por: Manuel Garrod: Miembro del Comité Editorial de códigoF
Fuentes:
Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
Subdirección de Epidemiología Hospitalaria y Control de Calidad de la Atención Médica. 10 mitos de la vacuna contra la influenza.
Instituto Mexicano del Seguro Social.
Aplicará IMSS 10 millones 802 mil 118 dosis de vacunas contra la Influenza a derechohabientes.