Hoy 4 de febrero celebramos el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, una de las efemérides sanitarias más relevantes, atendiendo a la considerable incidencia que tiene este conjunto de padecimientos a nivel global, los enormes costos sanitarios que enfrentan diariamente las familias y las instituciones sanitarias para su atención, y lo más importante, por ser irrecuperables, las vidas truncadas por ello.

Si hay algo en lo que todos los médicos coinciden es que la letalidad del cáncer, independientemente de en que órgano o parte del cuerpo se origine, radica en su diagnóstico tardío, el que generalmente se hace en estadios avanzados, cuando las células cancerosas ya hicieron metástasis, lo que deja a los médicos menos alternativas terapéuticas para combatirlo, y tratar de ganarle.

Es por ello que la Unión Internacional de lucha contra el Cáncer (UICC, por sus siglas en inglés), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y todas las entidades sanitarias locales insisten en la necesidad de conseguir sistemas de salud en los que se privilegie una cultura preventiva, pidiéndole a sus derechohabientes que acudan con mayor regularidad a consulta médica, y no la posterguen hasta sentirse francamente mal.

Sin embargo, y si bien es cierto que las personas tenemos que cambiar la relación con el cuidado de nuestra salud y con los médicos, también es necesario –diríamos indispensable– que la oferta de servicios y protocolos de diagnóstico oportuno para el cáncer y cualquier otra enfermedad por parte del Estado esté al alcance de cualquier persona que lo necesite, en cualquier momento y en cualquier lugar, porque de poco y nada sirven los avances conseguidos en el diagnóstico y en los tratamientos farmacológicos a nivel mundial si los mismos no existen o no son provistos de manera oportuna a todos los que los requieran, sin ninguna clase de distinción ni cortapisas.

Es importante comentarles que el cáncer es la segunda causa de muerte a nivel global,  pero no de manera pareja, ya que 7 de cada 10 muertes por este padecimiento se dan en los países de ingresos bajos y medianos, como el nuestro, como una de las consecuencias directamente relacionadas con la pobreza, la falta de cobertura sanitaria para la mayoría de la población, el limitado acceso a servicios de salud básicos y medicamentos de calidad, y el diagnóstico tardío; a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las naciones de ingresos altos, en las que los sistemas de salud se encuentran correctamente estructurados y equipados, y su personal bien capacitado para diagnosticar de manera temprana esta y otras enfermedades, lo que permite a los médicos ofrecer tratamientos oportunos que incrementan las tasas de éxito terapéutico, o cuando menos posibilitan una mayor supervivencia.

A diferencia de la posición en letalidad que el cáncer tiene a nivel global, en nuestro país esta enfermedad ocupa la tercera causa de muerte anticipada, superada en primer lugar por las enfermedades cardiovasculares, seguidas por la diabetes, la que vale la pena anotar que contribuye de manera destacada a la primera causa de fallecimientos prematuros.

En este contexto, los invitamos a escuchar el podcast de códigoF que estrenamos ayer sobre los estudios clínicos en oncología, y el emitido el 28 de octubre del año pasado sobre los tipos de cáncer más frecuentes en la población femenina de nuestro país, en los que tuvimos por invitada a la oncóloga Diana Fabiola Flores Díaz.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

códigoF el podcast. (3 de febrero de 2025).
Estudios clínicos en oncología.

códigoF el podcast. (28 de octubre de 2024).
El cáncer en las mujeres.

Organización Panamericana de la Salud. (2024).
Día Mundial contra el Cáncer.

Union for International Cancer Control. (24 de enero de 2025).

Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer. (s.f.).