La mortalidad por esta enfermedad ha disminuido desde 2010 el 53% entre mujeres y niñas además de un 41% entre hombres y niños, pero no todas las personas conocen su estado, ni todos los pacientes diagnosticados tienen acceso a los tratamientos antirretrovirales.

En el transcurrir de esta larga pandemia de COVID-19, de la que aún no vislumbramos el final, es necesario recordar que persisten otras emergencias sanitarias de altísima relevancia que requieren atención inmediata. Entre todas ellas destaca la del SIDA, ahora con 40 años a sus espaldas desde que fuera identificada, y a pesar de haberse realizado sorprendentes avances científicos y terapéuticos que han mejorado sustancialmente la calidad y expectativa de vida de quienes la padecen, sigue infectando y privando de la existencia a millones de personas anualmente, las que desgraciadamente no siguen los protocolos de prevención y cuidado indispensables, no saben que están contagiados, o no tienen acceso a los tratamientos que podrían mejorar el curso de la enfermedad, y evitar que contagien a otros.

ONUSIDA estima que para 2025 se necesitarán 29 mil millones de dólares estadounidenses para dar respuesta al SIDA en los países de ingresos bajos y medianos, incluidos los países que antes se consideraban países de ingresos altos, para poder poner fin al sida como amenaza para la salud pública mundial.

Estos son algunos datos relevantes sobre esta pandemia.

  • 37.7 millones de personas infectadas con el VIH en todo el mundo en 2020, de las que 36 millones son adultos y 1.7 millones son niños de hasta 14 años de edad.
  • 1.5 millones de personas contrajeron la infección por el VIH en 2020.
  • El 53% de las personas que viven con el VIH son mujeres y niñas.
  • Solamente el 84% de todas las personas que vivían con el VIH conocía su estado serológico con respecto al VIH en 2020.
  • 680 mil personas fallecieron por enfermedades relacionadas con el sida en 2020.
  • Solamente 27.5 millones de personas tenían acceso a la terapia antirretroviral en 2020.
  • A diciembre de 2020, 27.5 millones de personas tenían acceso a terapias antirretrovirales, en comparación con los 7.8 millones en 2010.
  • El 74% de los adultos mayores de 15 años que vivían con el VIH tuvieron acceso a tratamientos antirretroviral, así como el 54% de los niños de hasta 14 años.
  • El 79% de las mujeres adultas mayores de 15 años tuvieron acceso al tratamiento; sin embargo, solo el 68% de los hombres de 15 o más años de edad lo tuvieron.
  • En 2020, el 85% de las mujeres embarazadas con VIH tuvieron acceso a medicamentos antirretrovirales para evitar la transmisión de la infección a sus hijos.

El estigma y la discriminación en relación con el VIH afectan de forma significativa a la salud, las vidas y el bienestar de las personas que viven con el VIH o están expuestas al virus, aumentando el riesgo de adquirir el VIH y desarrollar el SIDA, así como de sufrir violencia y marginación, además de mermar su acceso a la educación, el empleo y la justicia, especialmente los grupos de población clave.

  • En 2020 se produjeron 1.5 millones de nuevas infecciones por el VIH, en comparación con los 3 millones de 1997.
  • La mitad de todas las nuevas infecciones en 2020 se dieron en mujeres y niñas.
  • 79.3 millones de personas se han contagiado de VIH desde el comienzo de la epidemia.
  • 36.3 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia.
  • El SIDA ha dejado huérfanos a 12 millones de niños, sólo en África.
  • En África subsahariana vive el 67% de las personas con el VIH.
  • Los confinamientos y otras restricciones por el COVID-19 interrumpieron las pruebas del VIH, y en muchos países provocaron fuertes caídas en los diagnósticos y las derivaciones para el tratamiento contra el VIH.
  • El riesgo de morir por COVID-19 entre las personas con VIH es el doble que entre la población general.

En virtud de la legislación internacional en materia de derechos humanos, la discriminación por razón del estado serológico respecto del VIH, la orientación sexual, el sexo, la identidad y expresión de género, el estado de salud (incluida la drogodependencia) o el trabajo sexual constituye una violación de los derechos humanos. Sin embargo, en 25 de los 36 países con datos recientes, más del 50% de las personas de entre 15 y 49 años muestran actitudes discriminatorias contra las personas que viven con el VIH.

El riesgo de contraer el VIH es:

  • 35 veces mayor entre las personas que se inyectan drogas,
  • 34 veces mayor para las mujeres transgénero,
  • 26 veces mayor para los/las trabajadores/as sexuales,
  • 25 veces mayor entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

El 5 de junio de 1981 los Centers for Disease Control and Prevention (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los EE. UU.), convocaron a una conferencia de prensa en la que describieron cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii en Los Ángeles. Al mes siguiente se constataron varios casos de sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel. Las primeras constataciones de estos casos fueron realizadas por el doctor Michael Gottlieb en San Francisco.

En América Latina se estima que:
  • 2.7 millones de personas viven con VIH desde 2019.
  • 150 mil se contagiaron con el VIH en 2019.
  • 31 mil personas fallecieron por causas relacionadas con el SIDA.
  • Solamente 1.4 millones, de los 2.7 millones, tenían en 2019 acceso a tratamientos antirretrovirales.
Como evitar o disminuir los riesgos de contraer VIH.
  • Realizar pruebas de diagnóstico para VIH periódicamente si se pertenece a los grupos de riesgo.
  • Mantener patrones de comportamiento sexual menos arriesgados.
  • Usar siempre condones y de la manera correcta.
  • Limitar el número de parejas sexuales.
  • Hacerse pruebas y seguir los tratamientos para otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), ya que tener una ETS puede incrementar su riesgo de infección por el VIH o contagiar a otros.
  • Obtener información sobre la profilaxis preexposición (PrEP).
  • No inyectarse drogas, y si se hace, utilizar solamente equipo de inyección y agujas esterilizados, sin compartir los instrumentos con otras personas.
En este contexto, es necesario asentar que el ambicioso plan de ONUSIDA denominado 90-90-90, y en el que se pretendía que para el 2020:
  • el 90% de las personas con el VIH conocieran su estado serológico respecto al VIH.
  • el 90% de las personas diagnosticadas con el VIH recibieran terapia antirretrovírica continuada, y
  • el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tuvieran supresión viral, evidentemente no ha sido alcanzado.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

ONUSIDA. (s.f.).
Hoja informativa — Últimas estadísticas sobre el estado de la epidemia de sida.

UNAIDS. (s.f.).
HOJA INFORMATIVA 2021 / Estadísticas mundiales sobre el VIH.

UNAIDS. (2021).
EL VIH, Y EL ESTIGMA Y LA DISCRIMINACIÓN.

National Geographic. (5 de septiembre del 2010)
SIDA.

Institutos Nacionales de Salud / HVI.Info. (9 de agosto del 2021).
Conceptos básicos sobre la prevención de la infección por el VIH.

ONUSIDA. (s.f.).
90-90-90 / Un ambicioso objetivo de tratamiento para contribuir al fin de la epidemia de sida.

Wikipedia. (s.f.)
VIH/SIDA.