“En México las enfermedades cerebrovasculares están entre las diez principales causas de muerte a partir de los 45 años”. UNAM Global

El pasado 29 de octubre, en la misma fecha en la que celebramos el Día Mundial de la Psoriasis, también conmemoramos el Día Mundial del Ictus, o accidente cerebrovascular, un evento que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial del Ictus (WSO, por sus siglas en inglés), es la segunda causa de muerte, y la tercera causa de muerte y discapacidad combinadas (expresada en años de vida perdidos ajustados por discapacidad, AVAD) en el mundo, posicionándolo como un tema prioritario de salud pública que no siempre recibe la comprensión y atención que se requiere.

“Llama la atención que la mayor parte de la carga mundial de accidentes cerebrovasculares (el 86% de las muertes por accidentes cerebrovasculares y el 89% de los AVAD) se produzca en países de ingresos bajos y medianos bajos. Esta carga desproporcionada que sufren estos países ha planteado un problema sin precedentes a las familias con menos recursos”. Organización Mundial de la Salud

Es realmente impactante saber que, según la hoja informativa mundial sobre el ictus, publicada en 2022 por la Organización Mundial del Ictus (World Stroke Organization), el riesgo de sufrir un ictus a lo largo de la vida se incrementó un 50 % en los últimos 17 años, y 1 de cada 4 personas sufrirá –o sufriremos– un evento cerebrovascular a lo largo de la vida.

En datos duros, entre 1990 y 2019, la incidencia de accidentes cerebrovasculares se incremento un 70 %; las muertes por accidentes cerebrovasculares, un 43%; la prevalencia de accidentes cerebrovasculares, un 102%, y los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) un 143%, cifras que no dejan espacio a dudar de la importancia que tiene, y la necesidad de disminuir los factores de riesgo que lo provocan, incrementar la comprensión del ACV y sus características entre el público en general, y mejorar su atención.

Hay que puntualizar que los accidentes cerebrovasculares (ACV) son provocados por la obstrucción del flujo sanguíneo al cerebro (ACV isquémico), o un sangrado repentino en el cerebro (ACV hemorrágico), y aunque existen diversos factores de riesgo potencialmente modificables que incrementan las posibilidades de sufrir un evento de este tipo, como la presión arterial alta (HTA), la obesidad, la diabetes, el colesterol elevado, la falta de ejercicio, las dietas insanas, el tabaquismo, beber alcohol, padecer apnea del sueño (tratable), trabajar 55 horas o más a la semana, las nefropatías, las migrañas, y las infecciones o afecciones virales, entre otros más, existen otros factores de riesgo no modificables, como la herencia genética, la edad (bebés de menos de 1 año y adultos corren mayores riesgos de sufrir un ACV), tener tipo de sangre AB, y uno muchas veces difícil de cambiar: vivir o trabajar en ambientes contaminados.

Accidente cerebrovascular isquémico

De los dos tipos de ACV, éste es el más frecuente, con un 87% de prevalencia sobre los otros.

Vale la pena comentarles que generalmente la obstrucción del flujo sanguíneo al cerebro es provocada por un fragmento de placa de colesterol liberada de las paredes internas de las arterias, o un coágulo (masa de sangre que se forma cuando las plaquetas de la sangre, las proteínas y las células se pegan entre sí). A la obstrucción que solamente se presenta en el cerebro se le denomina trombosis, pero cuando el coágulo se traslada desde un lugar a otro del cuerpo, se le llama embolia.

Los ACV isquémicos, o infartos cerebrales, se clasifican por el lugar del cerebro en el que se ocurre la obstrucción, y el lugar del cuerpo en el que se desarrolló el coágulo.

Ataque isquémico transitorio

Un ataque isquémico transitorio (AIT) se produce también por una obstrucción del flujo sanguíneo al cerebro, igual que un infarto cerebral, pero en éste, el “tapón” se disuelve generalmente en menos de 60 minutos, sin provocar daños irreversibles en el órgano, pudiendo aparecer y desaparecer de manera alternada, convirtiéndose en una amenaza para transformarse en un infarto cerebral en toda forma.

Al AIT también se le conoce como mini accidente cerebrovascular, y debe ser atendido inmediatamente.

Accidente cerebrovascular hemorrágico

El detonante de un ACV hemorrágico es un sangrado repentino en el cerebro, impulsado por la abrupta ruptura de una arteria en el órgano, o en sus alrededores, provocando una severa hinchazón en el cerebro y, por lo tanto, una presión intercraneal anormal, lo que puede dañar las células cerebrales.

Existen dos tipos de ACV hemorrágico, o derrame cerebral: la hemorragia intracraneal y la hemorragia subaracnoidea (HSA), que es un derrame entre el cerebro y la membrana que lo rodea. La hemorragia intracraneal ocurre en el 10% de los casos de ACV, mientras que una HSA ocurre en alrededor del 3% de los ACV.

Signos y síntomas que pueden alertarnos de la ocurrencia de un ACV

  • Pérdida de fuerza o de sensibilidad en la mitad del cuerpo: Durante un ACV, se puede observar que la mitad de la cara se ve caída (desfasada), la persona afectada sonríe de forma asimétrica, y muchas veces es incapaz de sostener un objeto con el brazo de la mitad débil de su cuerpo.
  • Dificultad para hablar o para entender: Durante un ACV, la persona que lo sufre hablará de forma ininteligible, inconexa, o utilizando palabras que no se corresponden con la situación, sin comprender lo que se le dice.
  • Vértigo o desequilibrio.
  • Violenta e intensa cefalea.
  • Pérdida total o parcial de la visión, o visión borrosa.
  • Hormigueo en cara, brazo, pierna o un lado del cuerpo.

Ante la sospecha de un ACV se debe actuar inmediatamente, llamar a los paramédicos o llevar a la persona que lo está sufriendo al servicio de urgencias médicas más cercano. El tiempo es esencial para salvar la vida de la persona, o evitar secuelas graves e irreversibles.

Les recomendamos escuchar el podcast que estrenamos hoy, en el que conversamos con el cardiólogo Miguel Ángel Ramírez Esquivel sobre los padecimientos cardiovasculares más frecuentes en nuestro país, sus características y riesgos, y cómo podemos prevenirlos o detectarlos.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

World Stroke Organization. (2022).
Global Stroke Fact Sheet 2022

World Stroke Organization. (2022).
World Stroke Organization (WSO): Global Stroke Fact Sheet 2022

Revista UNAM Global. (26 de octubre del 2023).
Día Mundial del Ictus.

Federación Española de Daño Cerebral. (23 de octubre del 2017).
Ictus.

Organización Mundial de la Salud. (17 de mayo de 2021).
La OMS y la OIT alertan de que las jornadas de trabajo prolongadas aumentan las defunciones por cardiopatía isquémica o por accidentes cerebrovasculares.

Organización Mundial de la Salud. (29 de octubre de 2022).
World Stroke Day.