“La navegación web refleja y moldea la salud mental. Las personas que consumieron más información negativa a través de la navegación web autoguiada informaron tener de un peor estado de ánimo, y una peor salud mental. Los participantes que informaron de un peor estado de ánimo antes de navegar tendieron a acceder a más contenido negativo en línea”. Nature Human Behaviour
Mucho se ha especulado sobre el pernicioso impacto que puede acarrear para nuestra salud mental el uso frecuente de la internet, particularmente el acceso y consumo de la información que encontramos en las redes sociales.
Sin embargo, en muchos casos, al emitir estos juicios no se considera la calidad de la información que buscamos y a la que accedemos, lo que hace gran diferencia.
“El doomscrolling (o doom scrolling) es cuando una persona se desplaza por las redes sociales y otros canales de medios durante períodos prolongados. En general, el doomscrolling se refiere específicamente a los canales que contienen información negativa o angustiante”. Internetmatters.org
Buscando dilucidar si el problema es el medio por sí mismo, el mensaje, o la salud mental y el estado anímico de quienes navegamos por la red en búsqueda de información, un equipo de científicos del departamento de psicología experimental del University College de Londres, en el Reino Unido, realizó una investigación con la que concluyeron que la validez (calidad y género) de la información buscada afecta a la salud mental, la que a su vez influye en la validez (calidad y género) de la información buscada, creando un bucle de autorefuerzo, que puede prolongar y agudizar los problemas de salud mental, un concepto poco explorado, pero muy interesante, ya que muestra una interacción mucho más profunda entre nosotros y la información que buscamos en la red.
“Una de las actividades más comunes realizadas en línea es la búsqueda de información, entendiendo esta como la búsqueda activa del conocimiento. Curiosamente, lo que la gente elige saber varía de un individuo al siguiente, variaciones que pueden proporcionar pistas importantes sobre el estado cognitivo y afectivo interno de una persona. Por ejemplo, los pensamientos negativos pueden llevar a búsquedas de información con un sentimiento similar, lo que resulta en el consumo de contenido con valencia negativa, que a su vez podría exacerbar el estado afectivo negativo. Este mecanismo potencial es consistente con los hallazgos que sugieren que las personas con depresión tienden a involucrarse con estímulos que perpetúan su tristeza”. Nature human behaviour
Pero no solamente la información que buscamos se relaciona y depende en gran medida del estado de nuestra salud mental y de nuestro estado anímico, sino que esta relación es bidireccional, como lo demostraron los investigadores.
No es un misterio que cuando estamos tristes escuchamos canciones o leemos contenidos apabullantes emocionalmente, lo que en psicología se denomina refuerzo negativo.
Los autores del estudio alteraron los patrones de navegación en la red llevando a las personas con alguna enfermedad mental o emocional a buscar y consumir contenidos positivos, lo que condujo a una mejora en los participantes.
“El conocimiento de la relación entre los patrones de búsqueda de información en línea y la salud mental puede informar el desarrollo de herramientas que podrían complementar las intervenciones existentes, como las herramientas de concienciación sobre el tiempo de pantalla, y los métodos de fenotipado digital”. Nature Human Behaviour
Las conclusiones del estudio nos permiten entender con mayor claridad la relación entre la salud mental y el estado anímico, en relación con nuestros patrones de consumo en la web.