La controversia desatada por las dudas sobre el sexo de la pugilista argelina Imane Khelif, y la legalidad de su participación deportiva a pesar de tener cromosomas XY, impulsó el dialogo sobre esta condición endócrina

Además de la magnificencia de la inauguración, la ruptura y el establecimiento de nuevas marcas, la confirmación de la supremacía deportiva de algunos países, o los resultados inesperados en algunas disciplinas deportivas, las XXXIII olimpiadas que se están celebrando actualmente en Francia nos han dejado también algunas anécdotas e historias sorprendentes relacionadas con el ámbito de la salud.

La primera nota sobre un tema de salud nos la dio Celine Dion al presentarse durante la inauguración de los Juegos Olímpicos interpretando espectacularmente el “Hymne à l’amour” (Himno al amor) de Edit Piaf, lo que no ocurría desde que fuera diagnosticada con el Síndrome de la persona rígida.

A ella, habría que sumar la agria controversia generada por el aparentemente “confuso” sexo de la boxeadora argelina Imane Khelif, quien tiempo atrás fuera descalificada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA por sus siglas en inglés) del Mundial de boxeo 2023, por no cumplir, desde su punto de vista, con el criterio de elegibilidad basado en los niveles hormonales de la atleta, pero a quien el Comité Olímpico Internacional (COI) consideró apta para competir legalmente, como también lo hizo en la olimpiada celebrada en Japón en 2021.

Al respecto, Mark Adams, portavoz oficial del Comité Olímpico Internacional, declaró a los medios: “(Imane Khelif) nació mujer, fue registrada como mujer, vivió su vida como mujer, boxeó como mujer, tiene pasaporte femenino. No se trata de un caso de transexualidad”, lo que le permite pelear como fémina.

Sin embargo, la confrontación surgida a partir de la negativa para seguir peleando de la boxeadora italiana Angela Carini a los 46 segundos de haberse iniciado la justa, por considerar que la combatiente argelina no era mujer, llevó a la revelación de que Khelif de 25 años tiene una condición genética denominada hiperandrogenismo, pero ¿qué es esta condición?

El hiperandrogenismo es una condición endócrina derivada de una producción y/o acción androgénica excesiva, caracterizada por muestras de hirsutismo (crecimiento de vello con patrón masculino no deseado en el rostro, el pecho y la espalda de una mujer), acné, alopecia androgénica, e irregularidades menstruales, libido atípicamente alta, y atrofia mamaria entre otros síntomas descritos como virilización, y se presenta con una prevalencia entre el 5 y el 10% en mujeres en edad reproductiva.

Vale la pena aclarar que esta condición puede ser uno de los síntomas primarios del síndrome de ovario poliquístico (SOP) en mujeres adolescentes, frecuentemente asociado con ciclos menstruales irregulares, y en la mayoría de los casos con síntomas transitorios que reflejan la inmadurez del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico durante los primeros años posteriores a la menarquia, pero también puede ser resultado de una producción excesiva de andrógenos a nivel adrenal o gonadal a causa de adenomas adrenales, carcinomas o hiperplasias, siendo la testosterona libre el principal marcador predictivo.

Para concluir esta nota, les comentamos que, en términos generales, el hiperandrogenismo puede ser corregido, y el tratamiento a seguir dependerá de la causa que lo originó.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

ADOLESCERE / Revista de Formación Continuada de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia Volumen III No 2. (mayo de 2015).
Hiperandrogenismo, ¿Qué hacer?

Instituto Bernabeu. (s.f.).
Hiperandrogenismo: Causas y soluciones.

Verifica RTVE. (2 de agosto de 2024).
La boxeadora argelina Imane Khelif no es una mujer trans.

Wikipedia. (s.f.).
Hiperandrogenismo.

Mayo Clinic. (s.f.).
Hirsutismo.