Los resultados muestran el peligroso efecto de la desigualdad de género en el cerebro de las mujeres, proporcionando evidencia útil para el desarrollo de políticas soportadas por la neurociencia, que promuevan activamente la equidad entre sexos.
Lo que no se sabía con certeza, hasta la publicación el pasado 8 de mayo de la investigación: “Country-level gender inequality is associated with structural differences in the brains of women and men”, en la revista PNAS, es que en los países en los que persiste una mayor desigualdad entre ambos sexos, hay diferencias estructurales entre los cerebros de hombres y mujeres, mismas que no existen en los países donde hay mayor equidad.
“La desigualdad de género se asocia con una peor salud mental y un menor rendimiento académico en las mujeres. Utilizando un conjunto de datos de 7 mil 876 resonancias magnéticas de adultos sanos que residen en 29 países diferentes, demostramos que la desigualdad de género también se asocia con diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres, como: espesor cortical del hemisferio derecho, especialmente en regiones límbicas como la caudal derecha, el cingulado anterior y el orbitofrontal medial derecho, así como el occipital lateral izquierdo, presentan cortezas más delgadas en las mujeres en comparación con los hombres solo en países con desigualdad de género. Estos resultados sugieren un mecanismo neuronal potencial subyacente, que conduce al peor resultado de las mujeres en entornos con desigualdad de género, y también resaltan el papel del entorno en las diferencias cerebrales entre mujeres y hombres”. PNAS. Country-level gender inequality is associated with structural differences in the brains of women and men.
Algunos datos relevantes
- A nivel global, la desigualdad entre los sexos se asocia con riesgos incrementados para que las mujeres desarrollen problemas de salud mental, y alcancen menor rendimiento académico, en comparación con los hombres.
- Las mujeres que viven expuestas a condiciones sociales adversas, versus las que disfrutan los hombres en países con desigualdades de género, se refleja en diferencias estructurales del cerebro, mecanismo neuronal que explica en parte los peores resultados de las mujeres en países con desigualdad de género.
- El grosor del hemisferio derecho, particularmente el cingulado anterior caudal derecho, el orbitofrontal medial derecho y la corteza occipital lateral izquierda, no presentaron diferencias, o incluso tenían cortezas regionales más gruesas en mujeres en comparación con hombres en países con igualdad de género, observándose cortezas más delgadas en países con grandes inequidades.
“La desigualdad de género afecta profundamente a la sociedad al crear un entorno que perjudica significativamente a las mujeres. Las mujeres sufren discriminación en muchos ámbitos, incluso en la educación, el lugar de trabajo y los cargos públicos, y se ven afectadas de manera desproporcionada por el trabajo de cuidados no remunerado”. PNAS. Country-level gender inequality is associated with structural differences in the brains of women and men.
- Las relaciones entre la desigualdad de género y su impacto en la calidad de vida se cuantifican de manera diferente en cada país, pero deberían considerar: la salud, la representación y participación política, el nivel educativo, y su intervención en el mercado laboral. En las naciones en los que se utilizan estas métricas, ha sido posible descubrir la asociación entre la desigualdad de género, y peores tasas de salud mental, y menor nivel intelectual en las féminas.
- La exposición a la estimulación temprana podría aumentar los volúmenes corticales de materia gris en formas que persisten en la edad adulta. En los países en los que la desigualdad entre sexos es un problema persistente, las mujeres son limitadas, desde la niñez, a la realización de labores que no incentivan su desarrollo neuronal.
- Las experiencias infantiles adversas podrían influir en el área de la superficie cortical, el grosor y los volúmenes del hipocampo.
- Las experiencias negativas pueden incluir la exposición a entornos hostiles asociados con el estigma dirigido hacia los grupos minoritarios, como: la exposición a la pobreza, la violencia, la mala y escasa educación, y la atención médica escasa, inoportuna, poco respetuosa y de baja calidad.
- Las mujeres que residen en países con altos niveles de desigualdad de género, experimentan muchos de los factores adversos vinculados (incluso en investigaciones anteriores) con la estructura cerebral.
- Las mujeres que viven en sociedades con altos niveles de desigualdad de género, experimentan una mayor adversidad, lo que podría afectar negativamente su desarrollo cerebral.
Las diferencias entre el desarrollo y la estructura cerebral entre hombres, mujeres y sus consecuencias en la salud, y capacidad intelectual, no se deben a diferencias biológicas, si no al impacto que ocasiona la exposición a factores negativos que socavan las posibilidades de tener una vida digna, y un desarrollo pleno.
Los investigadores consideran indispensable la realización de estudios globales amplios que ofrezcan resultados sólidos inapelables sobre el impacto de la desigualdad en la salud, para que los líderes políticos y sociales de los países en los que históricamente hay una mayor inequidad entre los sexos, incluyan en sus programas de desarrollo una visión que favorezca la equidad, pero no solamente como un tema ineludible de justicia, si no también de salud.