El Organismo enfatiza la necesidad de reducir drásticamente la transmisión del virus para evitar el incremento del número de variantes de preocupación, a través del uso responsable, consistente y continuo de las medidas de protección a nivel individual.
El pasado 12 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que atendiendo a la sugerencia del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (2005) que se reunió el viernes 8 de julio de 2022, se confirma que el meteoro sanitario aún cumple con los criterios de un evento extraordinario, manteniendo el estatus de Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (PHEIC).
En este contexto, el Dr. Michael J. Ryan, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, expresó su preocupación por la situación epidemiológica mundial actual del COVID-19, la que muestra que en las últimas dos semanas, los casos de COVID-19 informados a la OMS se incrementaron un 30%, impulsados en gran medida por Omicron BA.4, BA.5, y otros linajes descendientes, y la falta de cumplimiento de las medidas sociales y de salud pública (PHSM).
El incremento de los casos informados de COVID-19 en múltiples países del orbe, incluyendo el nuestro, nos demuestran que la pandemia está todavía lejos de ser superada, y que el abandono total o parcial de las medidas de prevención, como el uso de cubrebocas, la distancia social, la no asistencia a eventos multitudinarios, sobre todo si se realizan en ambientes cerrados y mal ventilados, así como el lavado frecuente de manos con agua y jabón abundantes, o cuando menos la desinfección de las mismas con alcohol al 70% en gel, y los programas de vacunación, son acciones que deben mantenerse por tiempo indefinido.
El Dr. Ryan declaró que la reducción, y en muchos casos suspensión, de las pruebas de diagnóstico, impiden la detección oportuna de las personas infectadas, y el seguimiento de la evolución del virus, lo que incide negativamente en el combate a la pandemia.
“El Comité destacó la necesidad de que todos los Estados Miembros continúen aplicando las medidas sociales y de salud pública (PHSM) atendiendo a su situación epidemiológica, enfatizando el uso continuo de medidas de protección efectivas a nivel individual para reducir la transmisión”. OMS.
Los temas analizados por el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (2005)
- El impacto de la evolución del virus SARS-CoV-2 en la respuesta de la salud pública, y las capacidades de los servicios de salud;
- Los insuficientes progresos reales en la cobertura de vacunación contra el COVID-19;
- Los cambios negativos de las estrategias de pruebas y vigilancia;
- La baja percepción del riesgo social y político y participación de la comunidad por la pandemia;
- La falta de equidad y el acceso a contramedidas, vacunas y terapias;
- El mantenimiento del compromiso político, equilibrando la necesidad de responder a otras prioridades y emergencias de salud pública.
El Comité discutió que el virus SARS-CoV-2 aún no había establecido su nicho ecológico, y que las implicaciones de una pandemia causada por un nuevo virus respiratorio pueden no entenderse completamente, atendiendo a la forma actual y la dinámica impredecible de la pandemia de COVID-19.
Que se requiere
- Impulsar y fortalecer el cumplimiento de las medidas sociales y de salud pública (PHSM), enfatizando el uso continuo de medidas de protección efectivas a nivel individual para reducir la transmisión;
- Mejorar la vigilancia, ampliando y desarrollando una mayor variedad de enfoques y herramientas que permitan lograr una representatividad geográfica y de población situacional mundial;
- La integración de los resultados de autodiagnóstico y enfoques de vigilancia centinela en esquemas de vigilancia nacional y global, y la adopción de estrategias de muestreo agregado con herramientas basadas en pruebas de amplificación de ácidos nucleicos y sondeo detallado de secuencias genómicas profundas;
- Mantener el acceso a pruebas oportunas y precisas, vinculadas con la atención clínica y la terapéutica;
- Lograr la cobertura de vacunación más alta posible entre las personas con mayores riesgos para desarrollar enfermedades graves, y entre aquellas que por las características de su trabajo se encuentren más proclives a infectarse; así como evaluar, abordar y superar las barreras que impiden la aceptación de la vacuna;
- Garantizar que los grupos de mayor prioridad sean vacunados en todos los países con una inoculación primaria y una dosis de refuerzo (cuando menos), atendiendo a la estrategia mundial de vacunación de la OMS, y la hoja de ruta SAGE actualizada de la OMS;
- Restablecer los programas y campañas de vacunación de rutina, cuyo abandono está acarreando el surgimiento de nuevos brotes de enfermedades prevenibles por vacunación en áreas de baja cobertura;
- Promover el acceso de los países de ingresos bajos y medianos a terapias que reduzcan la gravedad de la enfermedad en pacientes ambulatorios y hospitalizados, enfatizando que la falta de acceso equitativo ocurrido con las vacunas, no debe repetirse con el acceso a los tratamientos terapéuticos;
- Mantener e incrementar la investigación y desarrollo sobre COVID-19 en las áreas de epidemiología y variantes, diagnóstico y atención clínica, incluida la atención de las condiciones post-COVID-19, así como la investigación de nuevas vacunas contra el SARS-CoV-2;
- Contrarrestar las deficiencias persistentes en la comunicación de riesgos y la baja participación de la comunidad sobre la necesidad de implementar o ajustar el PHSM;
- Combatir la débil percepción del riesgo que plantea el COVID-19 entre las comunidades científicas, los líderes políticos y el público en general;
- Mejorar la coordinación continua de la respuesta internacional para reconsiderar los enfoques que permitan el monitoreo preciso y confiable de la evolución de la pandemia de COVID-19, y la activación de ajustes al PHSM.
Los temas que preocupan a la OMS
- La notoria reducción de la cobertura y de la calidad de la vigilancia de la pandemia, lo que se observa por el menor número de casos notificados a la OMS;
- El cada vez menor número de secuencias genómicas compartidas en plataformas de acceso abierto, lo que implica una falta de representatividad de las secuencias genómicas de todas las regiones de la OMS, imposibilitando la evaluación de las variantes emergentes y actuales del virus, incluida la generación y el análisis de datos fenotípicos;
- La imposibilidad de predecir la epidemiología de la infección por el virus SARS-CoV-2 a medida que continúa evolucionando, a través de la transmisión sostenida en la población humana y en animales domésticos, de granja y salvajes a los que recientemente accedió el patógeno;
- El abandono de las medidas de PHSM para reducir la transmisión, y la presión selectiva resultante sobre el virus, aumenta las probabilidades de nuevas variantes más aptas, con diferentes grados de virulencia, transmisibilidad y potencial de escape inmunitario.
Recomendaciones temporales del Director General de la OMS a todos los Estados Miembros.
MODIFICADO: Fortalecer la respuesta nacional a la pandemia de COVID-19, mediante la actualización de los planes nacionales de preparación y respuesta, atendiendo a las prioridades y los posibles escenarios descritos en el Plan estratégico de preparación y respuesta de la OMS del 2022.
MODIFICADO: Abordar los desafíos de comunicación de riesgos y participación comunitaria y la necesidad de abordar las percepciones divergentes sobre el riesgo entre las comunidades científicas, los líderes políticos y el público en general. Contrarrestar proactivamente la información errónea y la desinformación, incluyendo a las comunidades en la toma de decisiones.
“La Hoja de ruta del SAGE de la OMS para el establecimiento de prioridades en el uso de vacunas contra la COVID-19 en un contexto de suministros limitados fue preparada por el Grupo de Trabajo sobre Vacunas contra la COVID-19 del Grupo de Expertos de la OMS en Asesoramiento Estratégico sobre inmunización (SAGE). OMS.
MODIFICADO: Lograr los objetivos nacionales de vacunación contra el COVID-19, alineándolos con los objetivos globales de vacunación de la OMS y la hoja de ruta SAGE de la OMS actualizada para priorizar los usos de las vacunas contra el COVID-19, incluyendo una serie primaria y una dosis de refuerzo según las recomendaciones de SAGE de la OMS.
MODIFICADO: Continuar promoviendo el uso de medidas de protección efectivas a nivel individual para reducir la transmisión y ralentizar la evolución viral.
MODIFICADO: Adoptar un enfoque basado en el riesgo para los eventos masivos, evaluando, mitigando y comunicando los riesgos.
MODIFICADO: Ajustar la vigilancia de COVID-19 atendiendo a la carga de la enfermedad, su impacto en la salud y los servicios de salud pública; fortaleciendo una integración sostenible con otros sistemas de vigilancia.
MODIFICADO: Poner a disposición los servicios esenciales de salud, sociales y educativos, mejorando el acceso a la salud, y la restauración de los servicios de salud en todos los niveles y el fortalecimiento de los sistemas sociales para hacer frente a los impactos de la pandemia, especialmente en niños, adultos jóvenes y personas con condición post COVID-19.
MODIFICADO: Continuar ajustando las medidas relacionadas con los viajes internacionales, con base en las evaluaciones de riesgo.
EXTENDIDO: No exigir la prueba de vacunación contra COVID-19 para viajes internacionales como la única condición para efectuar los traslados. Los Estados Partes deberían considerar un enfoque basado en el riesgo para facilitar los viajes internacionales.
MODIFICADO: Apoyar la adopción oportuna de pruebas precisas y oportunas de SARS-CoV-2, vinculadas con las terapias recomendadas por la OMS, proporcionando acceso Estatal a los tratamientos de COVID-19 para las poblaciones vulnerables, en particular las personas inmunodeprimidas, y mejorar el acceso a tratamientos tempranos específicos para pacientes con mayor riesgo de resultados de enfermedades graves.
EXTENDIDO: Llevar a cabo investigaciones epidemiológicas de la transmisión del SARS-CoV-2 en la interfaz humano-animal, e incrementar la vigilancia específica de posibles huéspedes y reservorios animales.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
World Health Organization. (12 de julio del 2022).
Statement on the twelfth meeting of the International Health Regulations (2005) Emergency Committee regarding the coronavirus disease (COVID-19) pandemic.
Organización Mundial de la Salud. (13 de noviembre del 2020).
Hoja de ruta del SAGE de la OMS para el establecimiento de prioridades en el uso de vacunas contra la COVID-19 en un contexto de suministros limitados.
Organización Mundial de la Salud. (17 de junio del 2022).
Declaración provisional sobre cuestiones que se deben tener en cuenta para tomar decisiones sobre el uso de vacunas contra la COVID-19 adaptadas a las variantes del virus.