No cabe duda que la tecnología es un extraordinario auxiliar en muy diversas esferas de nuestro quehacer cotidiano.
En el ámbito de la salud, hay cientos de apps que nos ofrecen, entre otras múltiples cosas, herramientas para ayudarnos a mantener el control de la glucosa, recordarnos la toma de medicamentos, proponernos el régimen de ejercicios y alimenticio más adecuado.
Algunas aplicaciones orientar y aconsejar a las usuarias sobre el cáncer de mama, acerca de este último tema, y sin duda el más sensible de los que hemos mencionado, les comentamos que un equipo liderado por el investigador y médico Guido Giunti, analizó 599 apps sobre cáncer de mama de las que 471 (78.63%) eran gratuitas y 449 (75%) dirigidas a pacientes, que se encontraban disponibles en las tiendas de los sistemas iOS de Apple y Android, concluyendo que: “ la mayoría no cumple con los criterios básicos para que se pueda evaluar su fiabilidad”, por lo que más que ayudar a quien las utiliza, podría poner en riesgo su salud y su vida. Los resultados del estudio se publicaron en el International Journal of Medical Informatics, con el título: “A biopsy of Breast Cancer mobile applications: state of the practice review”.
“En la mayoría de estas aplicaciones tampoco se informa si ha habido colaboraciones con entidades sanitarias para su elaboración. Y pese a que más de la mitad promueven tratamientos, no incluyen la recomendación de consultar con profesionales médicos”. Guido Giunti
Desgraciadamente, muchas veces creemos que por el simple hecho de que las aplicaciones se encuentren disponibles en estas tiendas virtuales son confiables y están sólidamente respaldadas, lo que no es estrictamente real. Las tiendas que las venden online no avalan la calidad de la información contenida en las apps ni garantizan su desempeño; son únicamente escaparates de venta indiscriminada que dotan de una confianza muchas veces inmerecida, o al menos no ganada, a sus desarrolladores.
Giunti, quien además de médico y candidato a doctorado en la Universidad de Oulu, Finlandia, es asesor médico de Salumedia Tecnologías, acota que el 80% de estas apps no cita la fuente de la que han extraído los datos que utilizan y sólo una cuarta parte tiene algún tipo de advertencia o aviso sobre su uso, lo que pone en duda la veracidad, calidad de la información y en riesgo potencial a quienes las usan.
“Al desconocer de dónde ha salido la información no se puede validar, tal vez el desarrollador la haya sacado de Wikipedia o de lo que escuchó un día en la radio, no hay forma de saberlo. Si una mujer tiene la enfermedad, experimenta algún síntoma o está preocupada y decide recurrir a una de estas apps, no va a encontrar nada en ellas que la oriente en la búsqueda de la ayuda adecuada”.
Nuestro mejor y único consejo es que en cuestiones de salud acuda a un médico, sin poner su salud en manos de una aplicación que, además de impersonal, pudiera no tener el rigor científico necesario.