Joan Massagué, considerado por la comunidad científica internacional como uno de los mayores expertos sobre el tema del cancer en el mundo y director del programa de investigación del Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, piensa que asumir que el cáncer es una enfermedad necesariamente mortal es actualmente un mito, ya que en varios tipos de cáncer, las tasas de control o de franca curación llegan hasta un 95%, superando las cotas de éxito terapéutico que se tienen con algunas enfermedades infecciosas o desórdenes metabólicos.

 “La idea de que el cáncer es una enfermedad incurable debe contemplarse como un mito obsoleto. La mayoría de los cánceres pueden tratarse, muchos de ellos pueden controlarse con éxito y algunos curarse por completo”. Joan Massagué.

El cáncer es el nombre con el que se le designa a un enorme conjunto de enfermedades relacionadas entre sí, cuyo factor común es que las células se multiplican descontroladamente, invadiendo tejidos vecinos y órganos distantes, utilizando como transporte el torrente sanguíneo y el sistema linfático, proceso conocido como metástasis.
La metástasis es el proceso por el que las células cancerosas invaden distintos órganos y terminan por causar disfunción en los mismos y, en última instancia, la muerte.

Además de que la invasión y la metástasis son los rasgos clave que diferencian los tumores malignos de los benignos, son las causas por las que aproximadamente el 90% de las personas afectadas por el cáncer fallecen.

Hay diferentes tipos de tumores, los que se clasifican por el tipo de célula en la que se originan. Los carcinomas son tumores malignos de células epiteliales, como las de la epidermis, la mucosa digestiva o la estructura interna de órganos como la mama, la próstata, el hígado y el páncreas. Los sarcomas, provienen de las células del tejido conectivo como huesos, cartílagos y músculos. Los linfomas y las leucemias surgen de células precursoras; los melanomas en los melanocitos (responsables de la pigmentación de la piel) y el glioblastoma, el neuroblastoma y el meduloblastoma, en células inmaduras del tejido neural. Los carcinomas son el tipo de cáncer más común en adultos, mientras que entre la población joven son más corrientes el neuroblastoma, el meduloblastoma y la leucemia.

Massagué profundiza en el tema, anotando que el cáncer es un problema genético que se desarrolla a partir de mutaciones y otras alteraciones patológicas en el genoma de una célula, induciendo a ésta y a sus descendientes a un comportamiento anómalo, alteraciones que pueden heredarse y afectar a todas las células de un organismo, aunque lo más frecuente es que se desarrollen en pocas células de un tejido específico. Como la transformación de una célula normal a cancerosa requiere (en la mayoría de los casos) la acumulación de múltiples mutaciones, la mayor incidencia de este padecimiento se incrementa con el paso de los años y en menor proporción en niños y adolescentes.

Sin embargo, y más allá de las mutaciones acumuladas a lo largo de los años, hay otras anormalidades y factores externos que pueden alteran los genes controladores del comportamiento celular, como los cancerígenos químicos, diversos agentes infecciosos o radioactivos, el tabaquismo (activo y pasivo), el consumo excesivo de alcohol, la contaminación aérea, la exposición a fibras de asbesto, algunos virus, el sobrepeso y la radiación ultravioleta del sol, por mencionar solamente algunos de ellos.

El cáncer es una enfermedad tan antigua como la vida misma. Alrededor del 600 a.C., los egipcios ya lo trataban quirúrgicamente, y alrededor del 400 a.C., Hipócrates de Cos (Cos, c. 460 a.C. – Tesalis c. 370 a.C.), conocido como padre de la medicina, diferenció los tumores benignos de los malignos; designando a los segundos como “carcinomas”, lo que proviene de la voz griega “carcinos”, que significa “cangrejo”, en referencia a la forma de los tumores malignos en estado avanzado, y el sufijo “-oma”, cuyo significado es “inflamación”.

Este dato es muy interesante, ya que frecuentemente tenemos la falsa sensación que los casos de cáncer han aumentado per se, cuando el detonador incremental de la incidencia (percibida y real) más importante es el aumento sustancial en los años de esperanza de vida, lo que permite la acumulación de mutaciones celulares, que potencialmente desembocarán en un cáncer.

Algunos importantes datos sobre el cáncer

  • Los diferentes tipos de cáncer constituyen la segunda causa de muerte en el mundo; en 2015, ocasionó 8.8 millones de defunciones; casi una de cada seis defunciones en el mundo se debe a este padecimiento.
  • Alrededor del 70% de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos.
  • Aproximadamente el 33% de las muertes por cáncer se debe a los cinco principales factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol.
  • El tabaquismo es el principal factor de riesgo y ocasiona aproximadamente el 22% de las muertes por cáncer.
  • Las infecciones oncogénicas, entre ellas las causadas por virus de las hepatitis o por virus de papiloma humano, ocasionan el 25% de los casos de cáncer en los países de ingresos medios y bajos.

Entre los diversos factores que han ayudado a mejorar las tasas de supervivencia en contra de los múltiples tipos de cáncer están, entre otras: la identificación y comprensión más detallada a nivel biológico y genético de las células cancerígenas, los algoritmos para la evaluación y determinación de los riesgo de desarrollar cáncer, la disminución de la incidencia y la progresión de algunos tipos de cánceres gracias al empoderamiento de la medicina preventiva y la realización de campañas informativo-motivacionales consuetudinarias, la creación e implementación de mejores y más oportunos sistemas de diagnóstico, la realización de procedimientos quirúrgicos menos invasivos, la aplicación de técnicas de radiación y quimioterapia más específicas, innovadoras técnicas de inmunoterapia y el desarrollo de nuevos y más eficaces fármacos con menos efectos secundarios indeseados, elementos que en conjunto han permitido a la ciencia médica alcanzar mayores tasas de éxito terapéutico y a los pacientes mejores posibilidades de supervivencia con calidad de vida y en algunos casos la remisión total del cáncer que los afectaba.

Algunos tipos de cáncer son más comunes en ciertas partes del mundo. Por ejemplo, en Japón, existen muchos casos de cáncer de estómago, pero en los EE.UU., es menos frecuente. Se cree que las diferencias alimentarias y los factores ambientales determinan la incidencia de los diferentes tipos de la afección.

No cabe duda que aún queda mucho camino por andar y muchas rutas alternas que explorar para combatir con mayor eficacia a los diferentes tipos de cáncer; pero ya que las altas tasas de éxito terapéutico en contra de este padecimiento se alcanzan preponderantemente en los países de ingresos altos y en los niveles socioeconómicos mayormente favorecidos de esas naciones, queda pendiente la indispensable e impostergable necesidad de alcanzar una mejor distribución de la riqueza, el incremento sustancial de los niveles de educación, la búsqueda incontestable de la equidad, el acceso a mejores oportunidades de desarrollo y la posibilidad de que un mayor número de personas obtenga, en el menor tiempo posible, la deseada Cobertura Sanitaria Universal.

Fuentes:

OpenMind.
Hacia una comprensión del cáncer.

Instituto Nacional del Cáncer.
¿Qué es el cáncer?

Organización Mundial de la Salud.
Cáncer. Datos y cifras.

MedlinePlus.
Cáncer.

Nature Medicine.
Immune recognition of somatic mutations leading to complete durable regression in metastatic breast cáncer.

Memorial Sloan Kettering
Cancer Center