La lucha contra esta enfermedad necesita mayores recursos, un compromiso político más fuerte, estrategias basadas en datos, y productos más eficientes, eficaces y asequibles.
Los datos del último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los avances conseguidos en la lucha global contra el paludismo, o malaria, muestran que el número de personas que contraen esta enfermedad es cada vez mayor, lo que aparentemente se relaciona, entre otros elementos, con las modificaciones que impulsa el cambio climático sobre la temperatura, la humedad, y las precipitaciones: factores ambientales que modifican el comportamiento y la capacidad de supervivencia del mosquito Anopheles, portador del paludismo.
La Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016‑2030 estableció como objetivo reducir las tasas de incidencia y mortalidad del paludismo cuando menos en un 75% para 2025, y en el 90% para 2030 con respecto a los valores de 2015.
A modo de ejemplo, la OMS informa que las inundaciones catastróficas sufridas en Pakistán durante el 2022 multiplicaron por cinco los casos de paludismo, lo que hace patente la relación directa entre el clima y la enfermedad, no solamente en número de casos, si no también en su expansión geográfica.
Si al impacto ocasionado por el cambio climático, sumamos la creciente resistencia a los medicamentos y a los insecticidas, las crisis humanitarias, los recursos financieros y humanos insuficientes, los retrasos sufridos en la ejecución de los programas, particularmente en las naciones donde la carga de la enfermedad es elevada, y los desplazamientos poblacionales de personas sin inmunidad hacia zonas endémicas, inducidos por el clima, veremos lo delicada que es la situación.
En 2022, el número de casos estimados de paludismo en el mundo se cerró en 249 millones, 16 millones más que la cifra registrada antes de la pandemia, en 2019, la que ascendía a 233 millones.
Sobre el tema, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, declaró: “El cambio climático supone un importante riesgo para el avance de la lucha contra el paludismo, sobre todo en las regiones vulnerables. Ahora más que nunca, se necesitan respuestas sostenibles y resilientes contra el paludismo, que estén combinadas con actuaciones urgentes para frenar el ritmo del calentamiento global y reducir sus efectos.”
Sin embargo, y a pesar de lo lejos que estamos de alcanzar las metas en la lucha contar el paludismo para el 2025, hay buenas noticias que celebrar. Gracias a la introducción progresiva de la primera vacuna antipalúdica (RTS,S/AS01) recomendada por la OMS en tres naciones africanas, se redujeron, además de los casos de paludismo grave, el 13% menos de muertes en la primera infancia, en comparación con las zonas en las que la vacuna todavía no se introduce.
Por otra parte, es bueno saber que en octubre pasado, la OMS recomendó una segunda vacuna antipalúdica: la R21/Matrix-M, la que, sumada a la previamente aprobada, y al despliegue en campo de mosquiteros impregnados de insecticida, equipos de fumigación de interiores, y otras intervenciones sanitarias específicas, permitirá idealmente disminuir el número total de contagios por paludismo.
Algunos datos interesantes sobre el paludismo:
- El paludismo, o malaria, es una enfermedad potencialmente mortal, prevenible, y curable.
- Es causada por parásitos que se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos hembra infectados del género Anopheles, llamados vectores del paludismo.
- Hay cinco especies de parásitos causantes del paludismo en el ser humano, pero dos de ellas, Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax, son las más peligrosas.
- Se estima que el Plasmodium falciparum fue responsable del 99.7% de los casos en la Región de África, del 62.8% de los casos en las regiones de Asia Sudoriental, del 69% en el Mediterráneo Oriental, y del 71,9% en el Pacífico Occidental.
- El P. vivax es responsable del 74.1% de los casos localizados en la Región de las Américas.
- En 2020, casi la mitad de la población mundial estaba en riesgo de padecer paludismo.
- La mayoría de los casos y de las muertes se registran en el África subsahariana, aunque las regiones de la OMS de Asia Sudoriental, el Mediterráneo Oriental, el Pacífico Occidental, y las Américas también declaran un número importante de casos y de muertes.
- En 2020 se estima que hubo 241 millones los casos de paludismo, y 627 mil muertes.
- La Región de África de la OMS soporta el 95% de los casos de paludismo, y el 96% de las muertes conexas.
- Los menores de 5 años son el grupo más vulnerable. Tan solo en el 2020, representaban el 80% de todas las muertes por paludismo en la Región de África de la OMS.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud. (30 de noviembre de 2023).
El Informe anual de la OMS sobre el paludismo pone de relieve la creciente amenaza del cambio climático
Organización Mundial de la Salud. (2 de octubre de 2023).
En sus nuevos consejos sobre inmunización, la OMS recomienda la vacuna R21/Matrix-M para prevenir el paludismo
Organización Mundial de la Salud. (s.f.).
Paludismo
Organización Mundial de la Salud. (22 de noviembre de 2023).
Los envíos a los países africanos anuncian los últimos pasos hacia una vacunación de mayor alcance contra el paludismo
códigoF. (24 de abril de 2020).
25 de abril, Día Mundial contra el Paludismo | La OMS pide no relajar la lucha contra esta enfermedad por la pandemia de COVID-19.