Aunque era algo que en los ámbitos médicos e investigativo se venía comentando seriamente desde hace tiempo, la publicación de los resultados de un amplio y sólido estudio confirmaron que los mexicanos estamos entre las poblaciones humanas con una mayor predisposición genética para desarrollar diabetes, la que de acuerdo con la información obtenida de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016, está posicionada firmemente como la segunda causa de mortalidad en nuestro país, en el que el 10.3 % de las mujeres y el 8.4% de los hombres la padecen.
La investigación fue realizada por un equipo multinacional liderado por Jason Flannick, del Broad Institute del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y Harvard, Massachusetts, EE.UU., en el que orgullosamente participan María Teresa Tusié Luna, miembro del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Clicerio González, del Instituto Nacional de Salud Pública.
Para alcanzar estas importantes conclusiones, los investigadores secuenciaron el exoma de 45 mil personas en todo el mundo, desglosadas de la siguiente manera: 20 mil 791 diagnosticadas con diabetes tipo 2, y 24 mil 440 sin diagnóstico, pertenecientes a cinco grupos étnicos diferentes, de las que aproximadamente el 10 por ciento son originarios de nuestra nación, cifras que colocan al estudio como el más amplio y sólido realizado hasta el momento.
El exoma es la parte del genoma formado por los exones, es decir, las partes codificantes de los genes que formarán parte del ARN mensajero maduro y, al ser éste traducido por la maquinaria celular, darán lugar a las proteínas. Es la parte funcional más importante del genoma y la que contribuye en mayor medida al fenotipo final de un organismo. Aproximadamente, corresponde al 1.5% del genoma humano.1
Las conclusiones señalan que los mexicanos tenemos cerca de 25 por ciento de riesgo genético para desarrollar este padecimiento, tanto en genes asociados a ella, como en genes propuestos como blancos farmacológicos potenciales para su tratamiento.
“Los mestizos-mexicanos tenemos un fondo genético europeo y nativo americano, principalmente; entonces, las ventajas obtenidas por los pueblos originarios para sobrevivir con carencia de alimento y condiciones climáticas extremas, seleccionó a individuos eficientes en acumular grasa; hoy, esta estructura genética nos predispone a distintas enfermedades, pues nuestro estilo de vida actual, incluye una dieta altamente calórica y menos ejercicio”. María Teresa Tusié Luna.
La confirmación de esta importante predisposición genética en los mexicanos para el desarrollo de diabetes tipo 2, así como su potencial aplicación terapéutica futura, requerirán forzosamente la realización de estudios prospectivos en individuos portadores o no, a los que se ofrezca un tratamiento específico temporalmente acotado, controlando además la presencia de otros factores como la obesidad y las dislipidemias, experiencia que aportará nuevos y más sólidos elementos de comprensión, enfoque y tratamiento de esta enfermedad.