«Invertir en la salud de la franja etaria de los 10 a los 24 años acarreará un triple dividendo: beneficios para los jóvenes de hoy, los adultos en los que se convertirán, y la próxima generación de niños que criarán»

Un estudio publicado el pasado 20 de mayo en la prestigiosa revista The Lancet, con el título: “A call to action: the second Lancet Commission on adolescent health and wellbeing”, muestra que los avances conseguidos en el ámbito de la salud para los adolescentes se han quedado muy por detrás de las mejoras logradas en la salud y el desarrollo de los niños pequeños alcanzados a lo largo del siglo XXI, poniendo en riesgo el paso de la juventud a la madurez, y el papel que esos futuros adultos tendrán en la educación de sus hijos.

“Los adolescentes son los futuros líderes de nuestro mundo. Garantizar su salud y bienestar, ahora y en el futuro, es uno de los mecanismos más sólidos disponibles para salvaguardar el futuro colectivo de la humanidad y asegurar una sociedad más justa y un planeta más sano y productivo. Invertir en la generación actual de jóvenes de 10 a 24 años generará un triple dividendo: beneficios para los jóvenes de hoy, los adultos en los que se convertirán y la próxima generación de niños que criarán. Estos beneficios potenciales son especialmente relevantes para África y Asia, donde vive actualmente alrededor del 82 % de los adolescentes del mundo, una proporción que se prevé que aumente al 85 % para 2100”. The Lancet

En el cuerpo del interesante estudio se destaca que de no cubrirse con oportunidad, suficiencia y calidad las necesidades no satisfechas en la franja etaria de los 10 a los 24 años, lastrada cada vez más por el rápido aumento de las tasas de enfermedades no transmisibles y trastornos mentales, las amenazas de las megatendencias que se combinan e intersecan –como el cambio climático y la degradación ambiental–, el creciente poder de las influencias comerciales en la salud, el aumento de los conflictos y los desplazamientos, la rápida urbanización, las secuelas de la pandemia de COVID-19 y los riesgos de futuras pandemias, provocaran una mayor carga de morbilidad y mortalidad en la adolescencia.

Algunos datos interesantes que muestran la inaplazable necesidad de invertir hoy en la salud de los jóvenes:

  • De no hacer algo para modificar lo que ocurre, para el 2030, fecha límite para muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuando menos el 50 % de los adolescentes del mundo (1 mil millones de personas) vivirán en países con múltiples cargas de enfermedades.
  • En 2030, 464 millones de adolescentes a nivel mundial tendrán sobrepeso u obesidad (143 millones más que en 2015), y se perderán 42 millones de años de vida saludable debido a trastornos mentales o suicidio (2 millones más que en 2015).
  • Los recursos financieros destinados a la procuración de la salud y el bienestar de los adolescentes no son suficientes para cubrir con holgura la magnitud del desafío, ni se destinan a las áreas de mayor necesidad.
  • El financiamiento específico para la salud de los adolescentes representó solo el 2.4 % del total de la asistencia para el desarrollo en salud entre 2016 y 2021, a pesar de que los adolescentes representan el 25.2 % de la población mundial.
  • Los adolescentes actuales serán la primera generación que vivirá su existencia bajo el estigma del cambio climático.
  • Es esencial que los adolescentes participen activamente, y que sus opiniones, intereses y necesidades no satisfechas influyan de manera determinante en las políticas, la investigación, las intervenciones y los mecanismos de rendición de cuentas sobre los temas que los afectan.
  • Es necesario establecer indicadores adecuados, e introducir mejoras en los sistemas de datos a nivel nacional y mundial, para monitorear oportunamente los cambios sistémicos en los resultados de salud y bienestar de los adolescentes.
  • Las leyes deben proteger la salud y los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes, reduciendo el impacto de los determinantes comerciales de la salud, a la par de promover un uso saludable de las redes sociales y los espacios en línea.
  • Se necesitan acciones multisectoriales en materia de salud mental, nutrición, salud sexual y reproductiva, y prevención de la violencia, que permitan capitalizar los avances logrados en la salud de los adolescentes.
  • Es indispensable la coordinación entre los ministerios de salud y educación en lo que respecta a las intervenciones en las escuelas.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

The Lancet. (20 de mayo de 2025).
A call to action: the second Lancet Commission on adolescent health and wellbeing.

códigoF. (26 de octubre de 2022).
El informe de la ONU,“Proteger la promesa”, muestra que la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes es cada vez peor.

códigoF. (26 de enero de 2022).
¿Cómo afecta la pandemia la salud mental de los adolescentes, y qué acciones podemos tomar para ayudarles?