La escasa disponibilidad del tejido de injerto de córnea, el riesgo de contaminación microbiológica, y el rechazo del trasplante, así como la creciente demanda impulsada por el envejecimiento de la población, podrían ser resueltas con las córneas desarrolladas por un equipo de científicos.

Cinco años atrás, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), dio luz verde para la realización de un ensayo clínico fase I, para que a cinco pacientes con úlceras corneales graves, pérdida de visión casi total y grandes dolores, se les implantará una córnea bioartificial desarrollada por un equipo de investigadores españoles, bautizada como “NANOULCOR”.

Aunque en esta fase la muestra de estudio es pequeña, basta para asegurar que la córnea bioartificial no acarrea reacciones adversas de consideración, pero si logra disminuir los dolores y las molestias del padecimiento, y aunque los investigadores advierten que no es un resultado contundente, al menos por el momento, en el 60% de los casos se mejoró la capacidad visual.

«Las enfermedades de la córnea se encuentran entre las principales causas de ceguera en el mundo. Hay aproximadamente 4.6 millones de pacientes en todo el mundo que padecen ceguera corneal bilateral, mientras que 23 millones de pacientes padecen ceguera corneal unilateral. El principal tratamiento que se aplica a las enfermedades corneales graves que provocan ceguera es el trasplante de córnea. Hoy en día, el reemplazo de la córnea de espesor completo por una córnea donante (es decir, queratoplastia penetrante) se está convirtiendo en un procedimiento menos frecuente en comparación con los trasplantes lamelares en los que solo la región dañada de la córnea se reemplaza por un epitelio y estroma corneal donante (es decir, queratoplastia lamelar anterior), o por un endotelio corneal de donante (es decir, queratoplastia endotelial). A pesar de representar el trasplante más frecuente realizado a nivel mundial, existen varios inconvenientes relacionados con la queratoplastia: dificultades en el acceso a las córneas de donantes, contaminación microbiológica y rechazo del injerto del tejido implantado. Según las encuestas mundiales, existe una grave escasez de suministro de tejido de injerto de córnea y la demanda de tejido trasplantable de donantes está aumentando debido al envejecimiento de la población. La infección posoperatoria después del trasplante de córnea de un donante humano es una causa importante de fracaso del injerto que, en algunos casos, es difícil de prevenir o controlar”. Biomedicine & Pharmacotherapy. Successful restoration of corneal surface integrity with a tissue-engineered allogeneic implant in severe keratitis patients.

Las conclusiones del protocolo se publicaron en el volumen 162 de la revista Biomedicine & Pharmacotherapy, con el título: “Successful restoration of corneal surface integrity with a tissue-engineered allogeneic implant in severe keratitis patients”, e inauguran un camino de esperanza para todas aquellas personas que padecen esta dura condición.

“Una úlcera de la córnea (también llamado queratitis) es una herida abierta en la córnea. La córnea cubre el iris y la pupila redonda, como el cristal de un reloj cubre el frente del reloj. Las úlceras de la córnea suelen ser producto de una infección ocular, pero tener el ojo muy seco y otros trastornos oculares también pueden hacer que aparezcan”. American Academy of Ophthalmology.

Vale la pena comentarles que para minimizar al máximo cualquier riesgo potencial, los investigadores implantaron la córnea bioartificial solamente en uno de los ojos de cada paciente (2 mujeres y 3 hombres), dejando transcurrir entre persona y persona un periodo de observación y vigilancia de 45 días, antes de realizar el siguiente procedimiento.

Los científicos explican que una vez cubierta quirúrgicamente la totalidad de la superficie corneal con el implante, fue notoria la disminución la inflamación de la superficie, sin que se presentaran desprendimientos, recidivas de úlceras ni reintervenciones quirúrgicas tras dos años de seguimiento. Tampoco se observaron signos de rechazo del injerto, infección local o neovascularización corneal. Cuantitativamente, la eficacia se ponderó como una mejora postoperatoria significativa en términos de las escalas de clasificación de complicaciones oculares. Las imágenes de tomografía de coherencia óptica del segmento anterior, mostraron una superficie ocular más homogénea y estable, con una degradación completa del andamiaje que se produjo entre 3 y 12 semanas después de la cirugía.

“Presentamos los resultados provisionales de un estudio clínico de fase I-II que evalúa la seguridad y la eficacia preliminar de un sustituto corneal de ingeniería tisular compuesto por un andamio biocompatible nanoestructurado de fibrina-agarosa combinado con células estromales y epiteliales corneales alogénicas (NANOULCOR). 5 sujetos (5 ojos) que padecían úlceras corneales tróficas refractarias a los tratamientos convencionales, que combinaban degradación o fibrosis estromal y deficiencia de células madre limbares, fueron incluidos y tratados con este sustituto corneal anterior alogénico”. Biomedicine & Pharmacotherapy. Successful restoration of corneal surface integrity with a tissue-engineered allogeneic implant in severe keratitis patients.

Para la siguiente etapa, ya en proceso, los investigadores injertaron NANOULCOR en 14 pacientes, cuya evolución será vigilada durante los próximos cinco años.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Biomedicine & Pharmacotherapy. (Volumen 162, junio del 2023).
Successful restoration of corneal surface integrity with a tissue-engineered allogeneic implant in severe keratitis patients.

American Academy of Ophthalmology. (13 de octubre del 2022).
¿Qué es una úlcera de la córnea (queratitis)?