Una nueva mutación del SARS-CoV-2 que circula hasta el momento en el Reino Unido, tiene una capacidad de contagio incrementada de hasta el 70%.

Al parecer, la cepa no provoca una enfermedad más grave, ni mayores tasas de mortalidad, pero afectará la precisión de las pruebas de detección del virus y potencialmente la eficacia de las vacunas.

El consejero científico del gobierno británico, Patrick Vallance, dio a conocer la presencia de una nueva cepa del SARS-CoV-2 que desde septiembre pasado ha estado circulando en diversas poblaciones del sur y sureste de la isla y en la ciudad de Londres hasta volverse “dominante”, y que según los primeros hallazgos tiene una capacidad incrementada para contagiar a los seres humanos de aproximadamente el 70%, y a la que se le responsabiliza de cuando menos el 62% de los nuevos contagios registrados en la capital británica.

Sin embargo, y esto constituye una buena noticia, los análisis realizados hasta el momento no muestran que la mutación viral genere una infección más agresiva, o produzca mayores tasas de mortalidad que las ocasionadas por las cepas previamente conocidas.

Vale la pena comentar que de las 17 mutaciones detectadas en la nueva cepa del SARS-CoV-2, la mitad se localizan en la proteína S, denominada comúnmente como “espícula”, misma que el virus utiliza para acceder a las células humanas para replicarse en ellas, y en la que se han basado prácticamente todas las candidatas a vacunas, así como las vacunas de Pfizer y Moderna que han sido autorizadas por la FDA y otros organismos sanitarios para uso de emergencia, basadas en tecnología de ARNm.

“Aun cuando los procesos de replicación del material genético son muy precisos, no son perfectos, por lo que pueden producirse errores que generan cambios. Una mutación es una variación espontánea o inducida del genoma, un cambio permanente y heredable en la secuencia del ADN, en nucleótidos, o bien en la disposición del ADN en el genoma”. Acces Medicina.

De acuerdo con las declaraciones del Dr. Jeffrey Barrett, Director de la Iniciativa de Genómica SARS-CoV-2 en el Instituto Wellcome Sanger: “una de las mutaciones en la nueva variante elimina seis bases en el genoma viral que codifican los aminoácidos 69 y 70 de la proteína pico (S). Por coincidencia, esta región es uno de los tres objetivos genómicos utilizados por algunas pruebas de PCR, por lo que en esas pruebas, ese «canal» resulta negativo en la nueva variante”, lo que potencialmente también incidirá negativamente en las tasas de efectividad alcanzadas por las candidatas a vacunas y las vacunas autorizadas para su uso de emergencia, diseñadas para generar una respuesta inmunológica específica a la proteína “espícula” del virus, la que en esta nueva cepa es diferente.

La respuesta de los gobiernos de diversos países ante la posibilidad de expansión de esta nueva cepa no se ha hecho esperar, por lo que hasta el momento, Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Chile, Colombia, Croacia, Dinamarca, Estonia, Irlanda, Israel, Italia, Finlandia, Francia, Hong Kong, Hungría, Letonia, Lituania, Marruecos, Noruega, los Países Bajos, Perú Polonia, Portugal, República Checa, Rumania, Suecia, Suiza, Turquía, Irlanda y Rusia, anunciaron la suspensión del ingreso y salida de vuelos provenientes o con destino al Reino Unido; España solamente incrementará los controles de acceso.

En la conferencia matutina del 21 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador, titular del Ejecutivo Federal comentó que se analizará la posición y recomendación que haga la Secretaría de Salud al respecto, la que se dará a conocer con oportunidad.