El tradicional hermetismo de las autoridades chinas, cuyo antecedente sanitario más reciente precedió a la pandemia de COVID-19, deja muchas preguntas sin respuesta.
Como ocurrió a finales de 2019 e inicios de 2020, cuando las autoridades chinas trataron de ocultar infructuosamente el surgimiento de un virus desconocido que estaba ocasionando un creciente número de casos de infecciones respiratorias inespecíficas en lugar de compartir de manera expedita la información científica y médica que hubiera permitido una acción sanitaria concertada oportuna antes de que los brotes epidémicos se transformaran en la pandemia global que todos sufrimos, una vez más permanecen silentes y reservados ante las numerosas víctimas de infecciones respiratorias y de los grupos de casos de neumonía infantil, cuyo origen se desconoce.
Ante ello, las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han pedido de manera oficial al gobierno de la República Popular de China que comparta la información que posee sobre los brotes infecciosos, a fin de evaluar la gravedad de la situación, y tomar las acciones necesarias para tratar de frenar su avance.
La información que hasta el momento es de dominio público surgió de una conferencia de prensa celebrada el 13 de noviembre de 2023, en el que la Comisión Nacional de Salud de China informó que se había producido un incremento inusual en la incidencia de enfermedades respiratorias en su nación, atribuyéndolas a la suspensión de las medidas cautelares impuestas por la COVID-19, y a la circulación de patógenos conocidos de diversos virus gripales, Mycoplasma pneumoniae (una bacteria frecuente que suele infectar a los niños pequeños), el virus respiratorio sincicial, y el SARS-CoV-2 que causa la COVID-19, información que, ante los ojos de la comunidad internacional, y como consecuencia de la experiencia previa, es considerada parcial e insuficiente.
Vale la pena aclarar que la solicitud hecha por la OMS no es un capricho, ni un intento de intromisión, sino que la misma se enmarca en el Reglamento Sanitario Internacional, así como los resultados de los análisis realizados a muestras tomadas de dichos niños, por lo que la entidad sanitaria internacional pide información detallada sobre las tendencias recientes acerca de la circulación de patógenos conocidos, como los virus gripales, y la carga que soportan actualmente los sistemas de atención de salud.
Lo cierto es que, aunque no existen elementos que necesariamente hagan sospechar que las autoridades sanitarias y políticas chinas están reservando información que deberían compartir en aras de la cooperación internacional indispensable, su comportamiento silente al inicio y durante el desarrollo de la pandemia de COVID-19, cuando impidieron a la comisión investigadora enviada a su territorio por la OMS para dilucidar el surgimiento del virus que arrasó nuestra vida durante más de tres años, suscitan un resquemor justificado.
La OMS está en contacto permanente con los funcionarios chinos, en espera de recibir información que satisfaga todas las dudas, y permita, en caso de ser necesario, elaborar planes de acción inmediata.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud. (22 de noviembre de 2023).
Declaración de la OMS sobre los brotes de enfermedades respiratorias en niños en el norte de China
códigoF. (14 de enero de 2020).
Coronavirus de Wuhan, Hubei China: 50 infectados y 1 fallecido, 14-01-2020