Claudia Sheinbaum busca transformar el sistema de salud con metas ambiciosas para atención pública y acceso a medicamentos
El próximo gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo se enfrenta a un desafío importante en el ámbito de la salud, un sector marcado por el impacto de la pandemia y la transición del Seguro Popular al IMSS-Bienestar. Las metas planteadas para el sexenio buscan revertir los rezagos actuales, centrándose en la expansión de la atención pública, la mejora de la infraestructura y el acceso a servicios de salud de calidad.
Reducción del gasto privado y aumento de la cobertura pública
Una de las principales metas es reducir el número de personas que acuden a consultorios privados, en particular a los adyacentes a farmacias, en lugar de optar por las instituciones públicas como el IMSS o el ISSSTE. Actualmente, un 39% de las personas con necesidades de atención primaria se atienden en estos establecimientos privados. El objetivo es reducir esta cifra a la mitad, al tiempo que se triplica el número de consultas para la población no derechohabiente en el sistema público de salud.
El fortalecimiento de la atención primaria es clave en esta estrategia, ya que se espera que esta modificación impacte directamente en la reducción de la morbilidad y mortalidad por enfermedades prevenibles, mejorando la prevención y el tratamiento continuo en las instituciones públicas.
Atención a enfermedades crónicas
El control de las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes y la hipertensión es otro pilar de las políticas de salud de la próxima administración. Se busca reducir a la mitad el porcentaje de personas con hipertensión y diabetes no diagnosticadas, además de duplicar el número de personas con estas condiciones que estén bajo tratamiento adecuado. Este enfoque proactivo también incluye una disminución del 20% en la morbilidad asociada con estas enfermedades y otras relacionadas, como la insuficiencia renal.
Garantía de medicamentos y reducción del gasto de bolsillo
El acceso a medicamentos es una preocupación central en el plan de salud. Se busca incrementar el surtimiento de recetas a un 95%, superando los problemas de desabasto que aún afectan a algunas dependencias. Además, se propone reducir en un 30% el gasto de bolsillo en atención primaria, con la expectativa de que más personas accedan a servicios de salud pública sin tener que recurrir a la atención privada o asumir gastos catastróficos.
Para lograr estas metas, será esencial ampliar la infraestructura de salud y el presupuesto destinado al sector, lo cual incluye la mejora de los sistemas de diagnóstico y tratamiento en el primer nivel de atención.
El reto de la infraestructura y el IMSS-Bienestar
La consolidación del IMSS-Bienestar es otro aspecto crucial del plan de salud de Sheinbaum, que busca estandarizar la atención de calidad en todas las regiones de México. Esto requerirá la federalización completa de los servicios de salud estatales, integrando su infraestructura y personal en un solo sistema unificado. Con 23 entidades federativas ya incorporadas, el objetivo es garantizar que todos los mexicanos tengan acceso equitativo a servicios de salud gratuitos, independientemente de su condición laboral o ubicación geográfica.
El modelo propuesto también incluye medidas para reducir la saturación en los hospitales y clínicas, optimizando el uso de la infraestructura existente y construyendo nuevas instalaciones en zonas con escasa cobertura médica.
La administración de Claudia Sheinbaum se enfrenta a un sistema de salud fragmentado y con importantes rezagos. Para lograr sus objetivos será crucial un aumento sustancial en la inversión y una mejora en la infraestructura y el financiamiento del sector. Sin embargo, con estas metas ambiciosas, el gobierno electo aspira a consolidar un sistema de salud público más eficiente y equitativo.