El Suicidio es la segunda causa de muerte global en el grupo etario de 15 a 29 años de edad, sin embargo, este dato muestra solamente la punta del iceberg, ya que los expertos consideran que por cada suicidio consumado, hay un número exponencialmente mayor de intentos no logrados de auto infligirse la muerte, al menos en el primer intento.
Perder un ser querido nos hace atravesar un momento muy doloroso, pero cuando ocurre de manera sorpresiva (y aparentemente inexplicable), como lo es con el suicidio, al sufrimiento por el fallecimiento se le suman otros sentimientos como el enojo, la frustración y la culpa, que enrarecen aún más el duelo, pudiendo conducir a una persona a una depresión crónica de la que no es fácil salir adelante sin ayuda especializada y que en ocasiones pone en riesgo la vida de quien la padece.
Conscientes de la situación emocional con la que se enfrentan las personas que han perdido a una persona por suicidio, la Universidad de Guadalajara, a través del Centro Universitario en Ciencias de la Salud, creó la Clínica del Duelo por Suicidio Dr. Roque Quintanilla Montoya, llamada así en homenaje al investigador y docente que la fundó.
La clínica está adjunta al Departamento de Psicología Aplicada, cuya finalidad, entre otras cosas, es realizar investigación, intervención y dar apoyo psicológico a personas mayores de 18 años que perdieron a un ser querido, y su vida ha sido fuertemente afectada.
“Los individuos tenemos las estrategias internas y externas para elaborar el duelo, pero este puede mutar a un duelo patológico y la persona afectada pierde el sentido de la vida; su bienestar psicológico se ve afectado, piensa que su futuro es incierto, se autoevalúa mal y se da por vencido, renuncia a las cosas y espera que éstas cambien por sí mismas, piensa que nunca logrará u obtendrá sus objetivos, por lo tanto, se encuentra en la desesperanza y es proclive a una ideación o conducta suicida. Su forma de actuar y ver la muerte se vuelve irracional”. Psicóloga Patricia Guadalupe Villagómez Zavala, titular de la Clínica del Duelo por Suicidio Dr. Roque Quintanilla Montoya de la U de G.
El trabajo de apoyo de la clínica ofrece terapia individual, de pareja y familiar, dependiendo de las circunstancias y dinámica que el acto suicida haya ocasionado.
Algunos de los problemas paralelos asociados al suicidio son el estigma social y la concepción pecaminosa del mismo asignada por la religión, lo que suele provocar que el tema sea manejado en secrecía e incluso con vergüenza por muchas familias, complicando aún más el procesamiento del dolor por la pérdida. En ese sentido, la Clínica del Duelo por Suicidio, trabaja con las personas afectadas para resignificar el sentido de la muerte de su ser querido, aceptarla y despojarla de mitos y prejuicios, lo que eventualmente las llevara a la sanación.