Es inaplazable garantizar entornos laborales que protejan y preserven la salud mental de sus colaboradores.

Entre los diferentes entornos de socialización en los que participamos cotidianamente, nuestro lugar de trabajo, sea cual sea la actividad que realicemos, es probablemente, y sin contar los fines de semana para quienes gozan de una semana laboral de lunes viernes, el espacio en el que más horas pasamos despiertos, e interactuando con otros seres humanos, lo que abre un espacio fértil para que surjan diferencias, presiones, angustia, e inseguridad, factores que podrían afectar la salud mental de quienes los viven.

“La salud mental y el trabajo están estrechamente entrelazados en una gran proporción de la población mundial. La salud mental es más que la mera ausencia de problemas de salud mental. Todo lo contrario: es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”. OMS. Directrices de la OMS sobre salud mental en el trabajo.

Al referirse al problema, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró: “Es hora de centrarse en el efecto perjudicial que el trabajo puede tener en nuestra salud mental. El bienestar del individuo es razón suficiente para actuar, pero una mala salud mental también puede tener un impacto debilitante en el rendimiento y la productividad de una persona. Estas nuevas directrices pueden ayudar a prevenir situaciones y culturas laborales negativas y ofrecer una protección y un apoyo a la salud mental muy necesarios para los trabajadores”.

Para poner cifras al impacto negativo que acarrean los ambientes laborales insanos, les informamos que se considera que anualmente se pierden 12 mil millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares, por lo que la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), piden a las empresas, a sus consejos de administración y a sus altos directivos, adoptar medidas concretas para abordar los problemas de salud mental en el entorno laboral del que son responsables.

Uno de los casos más conocidos y dramáticos (pero no el único) sobre las consecuencias de un ambiente laboral tóxico, es el de France Telecom (la empresa cambió su nombre a Orange), corporación que hace poco más de un decenio atestiguó como 19 trabajadores de su plantilla se suicidaron, otros 12 lo intentaron y 8 más sufrieran de depresión, como consecuencia del “acoso laboral” intencional, ejercido en contra del personal, por siete altos directivos de la empresa.

Buscando ayudar a disminuir la frecuencia y gravedad del problema, la OMS y la OIT liberaron recientemente dos nuevas publicaciones: las Directrices de la OMS sobre salud mental en el trabajo, y una nota conjunta de la OMS y la OIT, documentos que complementan el Informe Mundial de Salud Mental de la OMS (visión de conjunto), publicado en junio de este mismo año.

“El Informe Mundial de Salud Mental de la OMS (visión de conjunto / junio de 2022), acotó que de los mil millones de personas que viven con un trastorno mental en 2019, el 15% de los adultos en edad de trabajar experimentaron un trastorno mental. El trabajo amplifica problemas sociales más amplios que afectan negativamente a la salud mental, como la discriminación y la desigualdad. La intimidación y la violencia psicológica (también conocida como <mobbing>) es una queja clave de acoso laboral que tiene un impacto negativo en la salud mental. Sin embargo, hablar o revelar la salud mental sigue siendo un tabú en los entornos laborales de todo el mundo”.

Entre otras sugerencias, las directrices mundiales de la OMS sobre la salud mental en el trabajo recomiendan establecer medidas para hacer frente a los riesgos para la salud mental, como la desproporcionadas cargas de trabajo, los comportamientos negativos, otros factores que generen angustia en el trabajo y por primera vez, la recomendación para que los directivos de las empresas reciban formación específica que les ayude a prevenir los entornos laborales estresantes, y ofrecer respuestas oportunas y efectivas a los trabajadores que sufren por estos motivos.

Es indispensable que las empresas instrumenten formas más oportunas y eficaces para atender las necesidades de los trabajadores con problemas de salud mental, y de manera específica, implementar intervenciones que protejan a los trabajadores sanitarios, humanitarios y de emergencias.

“La COVID-19 provocó un aumento del 25% en la ansiedad y la depresión general en todo el mundo, lo que puso de manifiesto la falta de preparación de los gobiernos para lidiar con su impacto en la salud mental y reveló una escasez crónica de recursos de salud mental a nivel mundial. En 2020, los gobiernos de todo el mundo gastaron una media de sólo el 2% de los presupuestos sanitarios en salud mental, y los países de renta media-baja invirtieron menos del 1%”. OMS.

El documento de la OMS/OIT explica las directrices de la OMS en términos de estrategias prácticas para que los gobiernos, los empleadores, los trabajadores, y sus organizaciones, tanto en los sectores público como privado las implementen. El documento tiene como objetivo central el de apoyar la prevención de los riesgos para la salud mental, proteger y promover la salud mental en el trabajo, y apoyar a las personas con problemas de salud mental para que puedan participar y prosperar en el mundo laboral, estrategias totalmente dependientes de líderes preparados y comprometidos, así como fondos permanentes y suficientes.

Por su parte, Guy Ryder, Director General de la OIT., declaró: “Dado que las personas pasan gran parte de su vida en el trabajo, es fundamental contar con un entorno laboral seguro y saludable. Tenemos que invertir para construir una cultura de prevención en favor de la salud mental en el trabajo, reformar el entorno laboral para acabar con el estigma y la exclusión social, y garantizar que los empleados con problemas de salud mental se sientan protegidos y apoyados”.