El exceso de mortalidad se calcula como la diferencia entre el número de muertes que se han producido, y el número que se esperaría en ausencia de la pandemia según los datos de años anteriores.

El 5 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), dio a conocer que el “exceso de mortalidad” registrado entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021 a nivel mundial, atribuible directa o indirectamente a la pandemia de COVID-19, consigna una cifra aproximada de fallecimientos de 14.9 millones (rango entre los 13.3 millones y los 16.6 millones). Desglosando la cifra, la OMS especifica que las muertes por sexo y edad muestran que el 57% de fallecimientos fue de varones, el 43% de mujeres, y la población más afectada fue la de los adultos mayores.

“La medición del exceso de mortalidad es un componente esencial para comprender el impacto de la pandemia. Los cambios en las tendencias de mortalidad brindan información a los tomadores de decisiones para guiar las políticas para reducir la mortalidad y prevenir crisis futuras de manera efectiva. Debido a las inversiones limitadas en sistemas de datos en muchos países, el verdadero alcance del exceso de mortalidad a menudo permanece oculto. Estas nuevas estimaciones utilizan los mejores datos disponibles y se han producido utilizando una metodología sólida y un enfoque completamente transparente”. Dra. Samira Asma, Subdirectora General de Datos, Análisis y Entrega de la OMS.

Al respecto, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, declaró: «Estos datos aleccionadores no solo apuntan al impacto de la pandemia, sino también a la necesidad de que todos los países inviertan en sistemas de salud más resistentes que puedan sostener los servicios de salud esenciales durante las crisis, incluidos sistemas de información de salud más fuertes. La OMS se compromete a trabajar con todos los países para fortalecer sus sistemas de información de salud a fin de generar mejores datos para tomar mejores decisiones y obtener mejores resultados”.

Nos parece que la reflexión de Adhanom Ghebreyesus es sumamente relevante, ya que si algo nos demostró la actual pandemia, es la casi total falta de previsión local y global ante potenciales emergencias sanitarias de gran escala; la fragilidad de los sistemas sanitarios de la mayoría de los países; la persistente inequidad en el acceso a servicios médicos y fármacos de calidad que llevó no solamente a la incapacidad de atender con solvencia a los enfermos contagiados por SARS-CoV-2, sino también a la interrupción de los servicios nosocomiales básicos; la incapacidad de muchos gobiernos para prestar auxilio financiero y social a las urgentes necesidades de su población derivadas de la contingencia, y la delgada línea entre la eficiencia comercial y el desabasto.

El “exceso de mortalidad”, en este caso específico, considera los fallecimientos asociados directamente por la infección de COVID-19, y de manera indirecta por el impacto de la pandemia que ocasionó la sobrecarga de los sistemas de salud, impidiendo que personas enfermas accedieran oportunamente a los servicios médicos, dejándolas desamparadas.

Las zonas geográficas y los países más afectadas por la pandemia.

El 84% del “exceso de mortalidad” lo asume el Sudeste Asiático, Europa y las Américas, y alrededor del 68% se concentra en 10 países a nivel mundial (Brasil, Egipto, Estados Unidos, India, Indonesia, México, Perú, Rusia, Sudáfrica y Turquía).

Los países de ingresos medios representan el 81% de los 14.9 millones de muertes en exceso (53 % en países de ingresos medios bajos y 28% en países de ingresos medios altos) durante un período de 24 meses, con ingresos altos y bajos, los que representan el 15% y el 4%, respectivamente.

México en cifras por exceso de mortalidad en 2021.

Según los datos proporcionados por la OMS, el número de Muertes estimadas por todas las causas para 2021 (promedio) era de casi 1 millón 100 mil 176; por otra parte, la cifra de Muertes en exceso relacionadas con la pandemia, consignadas también por la misma OMS (con un intervalo de confianza superior al 95%) para el mismo año, llegó a casi 627 mil.

“Los datos son la base de nuestro trabajo diario para promover la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables. Sabemos dónde están las brechas de datos y debemos intensificar colectivamente nuestro apoyo a los países, para que cada país tenga la capacidad de rastrear brotes en tiempo real, garantizar la prestación de servicios de salud esenciales y salvaguardar la salud de la población”. Dr. Ibrahima Socé. Fall, Subdirector General de Respuesta a Emergencias.

Las cifras informadas por la OMS se obtuvieron gracias a la colaboración global respaldada por el trabajo del Grupo Asesor Técnico para la Evaluación de la Mortalidad de COVID-19 (equipo formado por un gran número de los principales expertos del mundo, convocado conjuntamente por la OMS y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas <UN DESA>), utilizando la información proporcionada por los países miembros. La innovadora metodología generar estimaciones de mortalidad comparables, incluso cuando los datos están incompletos o no están disponibles, lo que ayudará idealmente a muchas naciones que no tienen la capacidad para mantener una vigilancia confiable y sostenida de la mortalidad y el “exceso de mortalidad”.

Entendiendo el exceso de mortalidad

  • El exceso de mortalidad incluye las muertes atribuibles directamente a la COVID-19 que los países contabilizaron y notificaron a la OMS.
  • También incluye las muertes atribuibles directamente a la COVID-19 que los países no contaron ni informaron.
  • Incluye las muertes indirectamente asociadas con la COVID-19, debidas a otras causas y enfermedades, como resultado del impacto más amplio de la pandemia en los sistemas de salud y la sociedad.
  • Considera las muertes que habrían ocurrido en circunstancias normales pero que se evitaron debido a los cambios relacionados con la pandemia en las condiciones sociales y los comportamientos personales, como son el menor número de muertes por accidentes de tráfico, o las muertes por influenza debido a cierres locales y la disminución de viajes.

Diferencia entre las muertes esperadas y el exceso de mortalidad en la Región de las Américas.

Diferencias entre las muertes esperadas y el exceso de mortalidad por grupo de ingresos del Banco Mundial, donde se muestra que la pandemia castigó particularmente a los grupos de menores ingresos.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud. (5 de mayo del 2022).
14.9 million excess deaths associated with the COVID-19 pandemic in 2020 and 2021.

Organización Mundial de la Salud. (mayo del 2022).
Global excess deaths associated with COVID-19, January 2020 – December 2021. A comprehensive view of global deaths directly and indirectly associated with the COVID-19 pandemic.

Organización Mundial de la Salud. (5 de mayo del 2022).
Global excess deaths associated with COVID-19 (modelled estimates).