En México fracasaron los planes gubernamentales para enfrentar el sobrepeso y la obesidad.
El pasado 17 de septiembre, la prestigiosa revista British Medical Journal (BMJ), publicó un interesante artículo titulado: “Promoting physical activity to patients” (Promoviendo la actividad física en los pacientes), firmado por los médicos generales: Christine Haseler, Ranulf Crooke y Tobias Haseler, el que retoma una vez más la importancia esencial de la actividad física en los pacientes, aunque todos sabemos que para mejorar y mantener una buena salud, el ejercicio adecuado y regular es un elemento esencial para cualquier persona.
Si bien es cierto que el artículo en cuestión se refiere específicamente a los peligros potencialmente fatales que acarrea la falta de actividad física en las personas de la tercera edad en el Reino Unido, múltiples voces especializadas en todo el mundo, incluyendo a las autoridades sanitarias y médicos de nuestro país, destacan la urgente necesidad de modificar nuestros hábitos de vida: disminuyendo la ingesta de alimentos y bebidas de baja calidad; manteniendo un peso corporal adecuado; evitando factores de riesgo como el tabaquismo, el consumo de alcohol y la realización de rutinas de ejercicio regular.
“Los beneficios para la salud de la actividad física son mayores que cualquier otro fármaco. La Academy of Medical Royal Colleges la describe como una «cura milagrosa». Los médicos están en una posición única para ayudar a sus pacientes a ser más activos e incluso mejor informados al respecto”.
Para ser precisos con respecto al término de actividad física, tenemos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como: “Cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Ello incluye las actividades realizadas al trabajar, jugar y viajar, las tareas domésticas y las actividades recreativas”. Sin embargo, la expresión “actividad física” no debe confundirse con «ejercicio», la que es una subcategoría de la actividad física que es planeada, estructurada, repetitiva y tiene como objetivo mejorar o mantener uno o más componentes del estado físico. La actividad física, tanto moderada como intensa, es benéfica para la salud.
Una visión retrospectiva sobre esta problemática no resuelta.
Haciendo un poco de historia, y como posiblemente recordarán, el doctor José Narro Robles, Secretario de Salud durante la pasada administración federal, emitió en 2106 una alerta epidemiológica motivada por los altos índices de sobrepeso y obesidad en la población mexicana y su correlación directa con múltiples enfermedades, asegurando que el sector sanitario bajo su responsabilidad, implantaría programas concretos para abatir inmediatamente el problema, los que de acuerdo con diferentes observadores, incluido Hugo López-Gatell Ramírez, Subsecretario de de Prevención y Promoción de la Salud, y más allá de posiciones partidistas, no tuvieron efecto tangible alguno, ya que los índices de peso y grasa corporal excesiva en la población mexicana, siguen siendo un agudo y persistente problema de salud.
Entre las voces más calificadas para hablar sobre ello, destaca la de Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de la Ciudad de México y autor principal del artículo “Treating Obesity Seriously in Mexico: Realizing, Much Too Late, Action Must Be Immediate” (Tratar la obesidad seriamente en México: la comprensión tardía de la necesidad de acción inmediata), publicado el 1 de octubre de 2018 en la revista Obesity, en el que declaro: “México declaró una alerta epidemiológica en 2016 después de darse cuenta, demasiado tarde, de la crítica situación, en la que más del 72% de su población adulta presenta sobrepeso u obesidad y había alrededor de 100 mil muertes anuales relacionadas con la diabetes”. Barquera asegura que las razones para los escasos logros alcanzados por las acciones gubernamentales en contra del sobrepeso y la obesidad pueden resumirse en cuatro palabras: “falta de voluntad política”.
“Los fondos destinados a la prevención y el control de la obesidad y la diabetes han sido aún más tristes, ya que nunca han alcanzando el 1% del presupuesto de salud. Esta financiación anual reducida ilustra la falta de voluntad de México para abordar de manera crítica la obesidad y las comorbilidades que la acompañan”. Simón Barquera.
Recomendaciones para la realización de actividades físicas emitidas por la OMS
Para niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad:
- Practicar cuando menos 60 minutos diarios de actividad física moderada o intensa, considerando que si el tiempo dedicado a ella supera los 60 minutos, se obtendrán mayores beneficios para la salud. La actividad debe incluir rutinas que fortalezcan los músculos y los huesos, al menos tres veces a la semana.
Para adultos de 18 a 64 años de edad:
- Practicar 150 minutos semanales de actividad física moderada, mínimo o cuando menos 75 minutos semanales de actividad física intensa, o una combinación balanceada entre actividad moderada e intensa. A fin de obtener mayores beneficios, es necesario llegar a 300 minutos semanales de actividad física moderada, o su equivalente.
Conviene realizar las actividades de fortalecimiento muscular 2 o más días a la semana, ejercitando los grandes conjuntos musculares.
Para adultos de 65 o más años de edad:
- Practicar cuando menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, o 75 minutos semanales de actividad física intensa, o una combinación equivalente entre actividad moderada e intensa. Buscando obtener mayores beneficios para la salud, se recomienda alcanzar los 300 minutos semanales de actividad física moderada, o su equivalente.
- Las personas con problemas de movilidad deben practicar actividad física para mejorar su equilibrio y prevenir caídas, por lo menos 3 días a la semana.
- Conviene realizar las actividades de fortalecimiento muscular 2 o más días a la semana, ejercitando los grandes conjuntos musculares.
La intensidad con la que se practican las distintas formas de actividad física varía según las personas, debiendo realizarse en periodos mínimos de 10 minutos.
¿Qué beneficios aporta la actividad física regular?
Entre otros beneficios adicionales, incluso los de índole emocional, la actividad física realizada de manera regular y en los niveles adecuados:
- Mejora el estado muscular y cardiorrespiratorio;
- Mejora la salud ósea y funcional;
- Reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, diferentes tipos de cáncer (como el de mama y el de colon) y depresión;
- Disminuye el riesgo de caídas y de fracturas vertebrales o de cadera; y es fundamental para el equilibrio energético y el control de peso.
Los invitamos a realizar y motivar a otras personas a desarrollar actividades físicas regulares, entendiendo que su impacto en la salud es, según los investigadores ingleses, una “cura milagrosa”.
Por: Manuel Garrod, integrante del Comité editorial de códigoF
Fuentes:
British Medical Journal.
The BMJ. Promoting physical activity to patients.
Obesity. A Research Journal.
Treating Obesity Seriously in Mexico: Realizing, Much Too Late, Action Must Be Immediate. Simón Barquera & Mariel White.
Organización Mundial de la Salud.
Actividad física. Datos y cifras.
El Universal.
Fracasó cruzada de Peña contra la obesidad: SSA. 220919. Perla Miranda.