La cronofarmacología es la interacción entre los ritmos biológicos y los medicamentos, y la cronoterapia es la aplicación práctica de los principios de la cronofarmacología con el objetivo de programar los medicamentos considerando los ritmos biológicos para obtener el máximo beneficio y reducir los posibles efectos secundarios negativos.
De acuerdo con el criterio de los especialistas en cronofarmacología, tan importante como la correcta elección del medicamento o los medicamentos para el tratamiento de un paciente, es la consideración de los ritmos biológicos del paciente, ya que estos modifican el perfil cinético o dinámico de los fármacos, influyendo en la hoja de ruta de la estrategia terapéutica.
“Los principales ritmos biológicos que interactúan con los fármacos son: ciclo celular, variaciones circadianas del tono autonómico, ciclo sexual femenino (ovárico, endometrial), ciclo sueño-vigilia, variaciones hormonales de cortisol y melatonina”. McGraw Hill Access Medicine.
Aquí es donde se incorpora a la dinámica terapéutica la cronofarmacología, rama de la farmacología que estudia la actividad de los medicamentos en relación con los ritmos biológicos, así como su aplicación en la terapia, dado por la cronoterapia, buscando establecer patrones de interacción, maximizar la eficacia de los medicamentos, reducir las reacciones adversas, y potenciar el uso racional de los fármacos.
Un buen ejemplo para evidenciar claramente la importancia de la cronofarmacología es el tema de la patología cardiovascular, utilizando la evidencia sobre los tratamientos farmacológicos en cardiología.
Como es sabido, la incidencia del infarto de miocardio es mayor en la mañana que en la tarde, y la hipertensión nocturna se asocia con lesiones en órganos diana, por lo que algunos cardiólogos proponen controlar la presión arterial nocturna, administrando los fármacos antihipertensivos por la noche, si su vida media es inferior a 24 horas, como el caso de enalaprilo; aunque si dicho parámetro es de 24 horas o superior, su horario de administración es indistinto.
“Por las mañanas se observa un incremento de la agregación plaquetaria, explicando la mayor incidencia de eventos en este tiempo. Un antiagregante como la aspirina tarda entre 3.5 y 4 horas en alcanzar la concentración máxima e iniciar el efecto antiagregante, por lo que si se administra por la mañana, no se lograría un efecto máximo en el momento de mayor riesgo. Pero si es administrado por la noche se puede alcanzar una máxima antiagregación plaquetaria en el momento de máximo riesgo. En el caso de clopidogrel, que interfiere la formación de plaquetas, el efecto máximo no es inmediato pero, una vez alcanzado, es estable por lo que el momento de su administración es indiferente”. Revista Acofarma.
Algunos conceptos importantes de la cronofarmacología:
Considera la variación temporal de los parámetros farmacocinéticos: vida media, tiempo en que se alcanza la concentración máxima y área bajo la curva.
La farmacodinamia focaliza su estudio en la interacción fármaco-receptor y la cronoestesia estudia este fenómeno considerando la susceptibilidad del sistema a lo largo del día.
Considera la respuesta del organismo a una sustancia farmacológica, en función del tiempo, incorporando las variables cronoestésicas y crono-farmacocinéticas, lo que disminuye el riesgo de efectos adversos.
Estudia la vulnerabilidad de un individuo a los efectos tóxicos de la medicación en función de los ritmos biológicos.
El principio general de la cronoterapia busca la optimización de los tratamientos de acuerdo con el reloj biológico diario, mensual, estacional o anual del paciente.
Algunos especialistas consideran que, además de tomar en cuenta los ritmos biológicos humanos para elegir y establecer los horarios de administración de un principio activo específico, también se deben tomar en cuenta los ritmos circadianos específicos de los patógenos y de ciertos tipos de células cancerosas, lo que ayudará a mejorar los resultados de la terapia.