El incremento en la calidad y expectativa de vida de los seres vivos es uno de los objetivos de los fármacos creados por miles de científicos y empresas que han invertido su talento y abultadas inversiones para ello, sin embargo, antes de la importancia de curar, esta la de prevenir, por lo que evitar el desarrollo de un padecimiento se vuelve prioritario y financieramente más rentable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pide nuevamente la colaboración de los gobiernos y los productores de alimentos industrializados, para eliminar cuanto antes las grasas trans de sus productos, lo que está plasmado en una de las metas del décimo tercer Programa General de Trabajo de la organización.
La grasas trans son un tipo de grasa alimentaria que, entre todas las demás, es la peor para la salud. Su elevado consumo (más del 1% de la ingesta calórica total) de grasas trans se asocia directamente con un aumento del riesgo de cardiopatía coronaria y de muerte por esta causa. La ingesta de grasas trans es responsable de más de 500 mil muertes anuales por cardiopatía coronaria.
Vale la pena recordar que hace un año, en mayo de 2018, la OMS presentó un conjunto de medidas denominado “REPLACE”, cuya intención manifiesta es la de ayudar a los gobiernos a eliminarlas de la producción industrial del suministro de alimentos, sustituyendo estos nocivos compuestos por grasas y aceites más saludables.
“Para alcanzar esta meta pedimos el compromiso no solo de los gobiernos, sino también de la industria, para que sustituya las grasas trans de producción industrial por grasas y aceites más saludables”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
La OMS pide a las industrias de las grasas, los aceites y los alimentos que se comprometan a:
- Reformular los alimentos para eliminar las grasas trans de la producción industrial. Comprometiéndose y cumpliendo con la meta de eliminarlas para 2023, o antes, de acuerdo con la recomendación de la OMS para todas las categorías de alimentos (< 2 gramos por cada 100 gramos de grasas o aceites en todos los alimentos), sin sustituirlas por grasas saturadas.
- Especificar el contenido de grasas trans en las etiquetas de todos los alimentos preenvasados.
- Aumentar el suministro de grasas y aceites más saludables con bajo contenido de grasas saturadas.
- Evaluar los compromisos. Respaldar una evaluación independiente para seguir los progresos y el cumplimiento de los compromisos asumidos, en particular mediante la divulgación anual por las empresas del volumen de producción de grasas trans de origen industrial y del volumen de ventas en cada país.
Las grasas trans se crean cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas, como manteca o margarina. Las grasas trans se encuentran en muchos alimentos fritos, “rápidos”, empacados o procesados, por ejemplo: Empanizados frituras, manteca y margarina en barra, pasteles, mezcla para pasteles, tarta y masa para tarta, entre otros.
De acuerdo con la OMS, los países desarrollados han avanzado ampliamente en la sustitución de grasas trans en los alimentos procesados por unas más sanas, pero aún queda un enorme camino que recorrer para concretar acciones efectivas en los países de ingresos bajos y medios.
Fuentes:
Organización Mundial de la salud.
Las industrias de las grasas, los aceites, los alimentos y la restauración deberían unirse al esfuerzo mundial para eliminar las grasas trans industriales de los alimentos de aquí a 2023. Declaración del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. 23 de abril de 2019.
MedlinePlus.
Datos sobre las grasas trans.
Organización Mundial de la salud.
Un conjunto de medidas para eliminar las grasas trans de producción industrial del suministro mundial de alimentos.