En México, desconocemos cuántas personas padecen síntomas poscovid, cuáles de esos síntomas padecen, y qué necesidades médicas no satisfechas tienen
En ocasiones previas les hemos dado a conocer los múltiples síntomas asociados con el “Covid largo”, “Covid persistente”, o “long covid”, que un elevado número de personas padecen, a pesar de haber superado la infección por este complejo virus; afecciones colaterales que, dependiendo del tipo e intensidad, limitan sus posibilidades para recuperar el estilo de vida que tenían antes de contraer la enfermedad, y para los que no siempre hay tratamientos médicos específicos.
Buscando encontrar la manera médica de ayudar a los pacientes con disfunción del sistema nervioso autónomo, lo que se manifiesta con alteraciones en la frecuencia cardíaca, la capacidad respiratoria, y la correcta digestión, todos ellos relacionados con el Covid persistente, los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) de los EE. UU. pusieron recientemente en marcha dos ensayos clínicos de fase 2 en los que se probarán la seguridad y eficacia de tres tratamientos para adultos que presentan las condiciones antes mencionadas.
“Sabíamos que (el COVID-19) era peor que la influenza por las tasas de mortalidad, pero estas rarezas nos hicieron darnos cuenta de que también era diferente, no solo un virus respiratorio especialmente desagradable, sino uno que tenía efectos en el organismo que no habíamos visto antes”. Dr. F. Perry Wilson, Yale School of Medicine, New Haven. EE. UU.
Antes de continuar, vale la pena comentar que estos dos nuevos estudios se suman a otros 5 ensayos clínicos de fase 2 de Investigación de COVID para Mejorar la Recuperación (RECOVER), diseñados para estudiar la persistencia viral y los síntomas neurológicos, incluida la disfunción cognitiva, como la confusión mental, que fueron lanzados en julio del año pasado.
“Los síntomas asociados con la disfunción del sistema nervioso autónomo se encuentran entre los que los pacientes con COVID prolongado consideran más molestos. Los ensayos son parte de la Iniciativa de Investigación de COVID para Mejorar la Recuperación (RECOVER) de los Institutos Nacionales de Salud, un programa de investigación a nivel nacional para comprender, diagnosticar y tratar completamente el COVID prolongado”.
Siendo específicos, les comentamos que los dos ensayos, denominados RECOVER-AUTONOMIC, evaluarán tres tratamientos para pacientes adultos que, después de haber vencido a la infección de COVID-19, padecen el síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), un trastorno del sistema nervioso autónomo caracterizado por un ritmo cardíaco rápido inesperado, mareos, fatiga o una combinación de estos síntomas, cuando una persona se levanta después de estar sentada o acostada.
Para ello, los investigadores tienen contemplada la inscripción de 380 participantes en 50 locaciones de los EE. UU., en los que, además de las personas con Covid prolongado, participaran, de manera altruista, cuidadores, representantes de la comunidad, médicos y científicos, todos con experiencia en esa área.
Al respecto, Heather Marti, copresidenta del Grupo Nacional de Participación Comunitaria de RECOVER, declaró: “Como paciente de COVID desde hace mucho tiempo, sé de primera mano lo perturbadores y aterradores que pueden ser los síntomas, como frecuencia cardíaca rápida, mareos y fatiga. Los representantes de los pacientes de RECOVER también han compartido que estos síntomas son algunos de los síntomas más debilitantes del COVID prolongado. Estos ensayos nos dan a mí, y a otras personas con COVID persistente, la esperanza de que se encuentren tratamientos efectivos para recuperar nuestra salud, devolviéndonos la vida que tanto deseamos”.
Desgraciadamente, y aunque la convocatoria para inscribirse como participante está abierta, solamente pueden participar en los estudios quienes residan en los EE. UU., y que hayan cursado la enfermedad en ese país.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF
Fuentes:
National Institutes of Health. (12 de marzo de 2024).
NIH opens long COVID trials to evaluate treatments for autonomic nervous system dysfunction
códigoF. (24 de agosto de 2022).
Las secuelas poscovid, como los brotes psicóticos, la demencia, la niebla mental o la epilepsia, entre otras, persisten hasta 24 meses (cuando menos) después del diagnóstico de COVID-19
códigoF. (8 de agosto de 2022).
Una de cada 8 personas que superaron el COVID-19, presenta síntomas de larga duración
Medscape. (8 de marzo de 2024).
El SARS-CoV-2 es un virus muy extraño