Que todos los mexicanos tengan acceso a servicios de salud y medicamentos, es una meta que se ha impuesto la actual administración y que todos los mexicanos celebramos, pues ha sido un deseo de años: que la Salud sea una prioridad para el Gobierno.

Sin embargo, como es conocido el sistema de salud de nuestro país, es un conjunto de subsistemas rígidamente independientes lo que genera inequidades e ineficiencias en el acceso al servicio; sin considerar que la cobertura de la seguridad social está vinculada directamente a la formalización del empleo.

De acuerdo con el INEGI, hoy hay más de 30 millones de mexicanos empleados en el sector informal [1]

Lo deseable sería que todos los mexicanos tuviéramos una cobertura de aseguramiento en salud que fuera independiente de la situación laboral y equitativa en la que se estableciera un paquete de beneficios común, sin importar el estatus económico o la condición social. [2]

En este sentido, en 2003 se realizó la última gran reforma al Sistema Nacional de Salud, la creación del Sistema de Protección Social en Salud, conocido como Seguro Popular.

El objetivo del Seguro Popular fue “brindar protección a la población no derechohabiente mediante un seguro de salud, público y voluntario, orientado a reducir los gastos médicos de bolsillo y fomentar la atención oportuna a la salud” [3]

Sin embargo, de acuerdo con las valoraciones de la Administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el Seguro Popular, “ni es seguro y ni es popular”; por lo que el pasado 3 de julio se presentó al Congreso de la Unión, una iniciativa para (entre otros cambios) crear el Instituto de Salud para el Bienestar en sustitución del Seguro Popular.

Se presenta reforma para garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos.

La propuesta pretende crear un sistema de acceso universal y gratuito a los servicios de salud y medicamentos asociados para la población que carece de seguridad social a través de la creación del Instituto de Salud para el Bienestar.

Para conocer los puntos de vista de los diversos agentes participantes en el Sistema Nacional de Salud, la Cámara de diputados a través de la Comisión de Salud, realizó las “Audiencias Públicas Parlamento Abierto para el Análisis de la Iniciativa del Instituto de Salud para el Bienestar” del 7 al 9 de agosto.

Durante estos tres días, se realizaron seis mesas de trabajo:

  1. La transformación del sistema de salud pública.
  2. Instituto de salud para el bienestar.
  3. El acceso y gratuidad a los servicios de salud; su integración y financiamiento.
  4. Federalismo y salud: distribución de competencias y los sistemas estatales de salud.
  5. Generación de condiciones que garanticen a la población el goce de un estado de completo bienestar y la participación de la comunidad.
  6. Transparencia, fiscalización y evaluación del nuevo sistema de salud.

En ellas, diversas autoridades y especialistas de distintas áreas de la medicina y la política intervinieron para manifestar su postura sobre los temas que, a su consideración, requieren especial atención o mayor claridad.

CANIFARMA participó en el Mesa 3 “El acceso y gratuidad a los servicios de salud; su integración y financiamiento”, a través de su Vicepresidente, el Doctor Dagoberto Cortés, quien mencionó que la unidosis es un proceso que debe tomarse con precaución, ya que el ahorro mal entendido puede generar efectos negativos.

Manifestó que se debe mantener la presentación unificada de los empaques de medicamentos, y mantener un adecuado proceso de registro sanitario de medicamentos en el que la autoridad sanitaria, (COFEPRIS) pueda, ante una emergencia de salud, dar prioridad a los registros sanitarios de ciertos productos.

Igualmente, expresó que debe garantizarse un porcentaje exclusivo del fondo para la atención de enfermedades catastróficas.

Finalmente, manifestó a nombre de la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, la coincidencia con el ánimo de la Iniciativa de mejorar la organización del Sistema Nacional de Salud para garantizar servicios de salud y medicamentos a la población.

Durante las Audiencias se mencionó de manera reiterada, la importancia de que la reforma en mención se realice de manera gradual, bajo un régimen de transparencia, que garantice la equidad, calidad, calidez e inclusión, pero sobre todo que cuente con un esquema de financiamiento que garantice su operación en el futuro.

De acuerdo con declaraciones públicas de la Diputada Miroslava Sánchez, Presidenta de la Comisión de Salud de Diputados, el 30 de agosto sesionaría la Comisión para dictaminar la Iniciativa; sin embargo, recientemente, el Diputado Mario Delgado dio a conocer que la  reforma sería discutida durante la Segunda Reunión Plenaria de MORENA a realizarse del 29 al 2 de septiembre, para definir la Agenda parlamentaria de dicho partido, y en la que esta reforma forma parte de las prioridades de la agenda.

Conclusiones más importantes del Parlamento Abierto

La reforma al Sistema Nacional de Salud necesita considerar además de la disponibilidad de tecnología adecuada y suficiente, la necesidad de dar mantenimiento y reingeniería a la infraestructura para que los servicios actuales puedan encontrar mejoría y se aproveche al máximo de su capacidad ya que, tras el recorrido de clínicas que ha realizado la nueva administración, se ha hecho evidente el descuido y deterioro de los espacios, así como la ausencia de equipo y dispositivos médicos.

Los recursos materiales resultan igual de importantes que los humanos. El personal médico debe ser capaz de dar atención de primer nivel con la ayuda de cursos de actualización constantes y estar presentes a lo largo del país sin excluir las zonas rurales, con ayuda de incentivos económicos y profesionales.

La realización de constantes evaluaciones y monitoreos también forman parte de la propuesta, y servirán para identificar y corregir a las instituciones que no operen de manera adecuada.

Se pretende que el nuevo sistema de salud tenga bajo su control todos los determinantes sociales que interfieren en la desmejora de la calidad de vida, que se convierta en un mecanismo técnico en beneficio de los mexicanos, de manera que sea efectivo, eficiente y equitativo. Sin embargo, para hacer realidad un proyecto de tal alcance es imperativo un cambio en las políticas de financiamiento, aumentando la inversión, que actualmente resulta insuficiente, para cubrir las necesidades. Por ello, se prevé la liberación de presupuesto de diversas fuentes para alcanzar la gratuidad que garantice la accesibilidad del sistema a los pacientes.

Este nuevo presupuesto deberá ser monitoreado sin lugar a corrupción, y será destinado según las necesidades, primando la atención a los padecimientos que presenten mayor gravedad en la población y cuyos tratamientos y medicamentos tengan costos elevados.

Además, se atenderán las necesidades de docencia e investigación tan necesarias para mantener el esperado perfil de primer nivel del personal y ayudar a la reducción o eliminación del gasto de bolsillo, parte del gasto familiar que se invierte en la salud.

Por supuesto, la propuesta del nuevo sistema no puede llevarse a cabo si no es mediante el trabajo conjunto de todas las partes, eso incluye la reconciliación de los sectores público y privado, pues la cuarta transformación no debe ser vista como enemiga de la inversión privada. El sector privado, debe fungir como un aliado del gobierno y prestar servicios a la población. A pesar de que ya hay muchas empresas aportando al servicio de la salud, se debe mejorar el balance entre ambos sectores para así reducir los gastos y mejorar los procesos, con el fin de ofrecer a la población un sistema de salud único con complementariedad privada.

Los servicios otorgados por este nuevo sistema mantendrán su eje principal no en la enfermedad, sino en la salud. Esto representa un trabajo arduo en una cultura de la prevención para promover el autocuidado, que la población procure por su propia salud. En este aspecto, la principal demanda está en la atención a la nutrición. El nuevo sistema debe invitar a mejorar los hábitos alimenticios y fomentar la actividad física, aspectos que presentan un claro desinterés por parte de la población. Tener una buena nutrición desde temprana edad previene discapacidades, enfermedades e, incluso, la muerte; por lo que el interés debe ser profundo y de todos.

La industria de los alimentos debe involucrarse directamente con los servicios de salud en favor de una población saludable, no sólo mediante la fortificación de los alimentos de mayor consumo, como lo señaló una de las propuestas sino, además, tomando responsabilidad respecto a la prevención y alivio de enfermedades causadas por alimentos con bajo contenido nutricional mediante el control y posible aumento de los impuestos incluidos en insumos poco nutritivos que serían recaudados y utilizados en beneficio de la salud para mejorar la calidad de vida de la población mediante su inversión en medicamentos e infraestructura.

Claramente, la industria farmacéutica deberá sumarse al nuevo sistema, contribuyendo con su fortalecimiento, actualización e innovación.

Los insumos deben ser prescritos de manera adecuada y gratuita; debe existir un amplio catálogo adecuado a las necesidades y que esté validado mediante evidencia científica. Se evitarán los retrasos en la entrega de medicamentos para que el tratamiento se efectúe de manera adecuada y, posiblemente, haciendo uso de la unidosis, para evitar el desperdicio.

Al respecto, la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica mencionó que la unidosis es un proceso que debe tomarse con precaución, ya que el ahorro mal entendido puede generar efectos negativos. Pues hay que considerar que nuestro país carece de una amplia infraestructura humana de profesionales farmacéuticos capacitados y física (instalaciones, equipos, controles estrictos de temperatura, edificios adecuados, marbetes y envases autorizados) para materializar la venta y suministro de medicamentos en dosis unitarias.

De la misma manera, algunos de los presentes en las Audiencias públicas referentes a la iniciativa que crea el Instituto de la Salud para el Bienestar manifestaron su preocupación respecto a los riesgos que han quedado sin analizar en la propuesta que, a pesar de ser de las más importantes, no está lista para ser aplicada. Es por ello por lo que, en un futuro próximo, se decidirá si la iniciativa resulta o no aplicable al sistema de salud mexicano.

La realización del ejercicio de Parlamento Abierto permitió ejemplificar la complejidad que representa una reforma al Sistema Nacional de Salud; sin embargo, debe prevalecer por encima de todo, la voluntad para lograr el objetivo que todos anhelamos: el máximo bienestar de la población, del cual, la salud es el componente básico.

Fuentes:

Mario Delgado.
Para Morena será prioridad resolver los pendientes legislativos de la Cuarta Transformación.

[1] INEGI.
Resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 19 de mayo de 2019.

[2] OECD Reviews of Health Care Systems:
México 2016

[3] Secretaría de Salud.
“¿Qué es el Seguro Popular?”