La distribución y regulación de medicamentos enfrentan cambios que podrían remodelar el acceso y la calidad del cuidado de la salud para millones de ciudadanos. Las decisiones políticas y estrategias de distribución, especialmente en un contexto electoral, juegan un papel clave en la efectividad del sistema de salud.

En el panorama político y de salud pública de México, se plantean dos enfoques contrastantes en la administración de medicamentos y la atención sanitaria, que son cruciales a medida que se acercan las elecciones y se definen las políticas para el próximo sexenio.

Claudia Sheinbaum, posible candidata presidencial, parece continuar con la agenda de la llamada 4T iniciada por el actual presidente. Durante su carrera, ha generado preocupación entre algunos sectores, especialmente empresarios del ámbito sanitario, debido a políticas consideradas ineficaces como la desaparición del Seguro Popular y su sustitución por el Insabi, que junto con el IMSS-Bienestar, han llevado a un deterioro en la calidad de la atención médica, caracterizada por la falta de medicamentos y una gestión deficiente. Sheinbaum ha propuesto mantener a Birmex como el principal distribuidor de medicamentos, una decisión que, según críticos, no resuelve los problemas subyacentes de costos e ineficiencia.

Por otro lado, Xóchitl Gálvez sugiere una dirección diferente. Su propuesta incluye volver a un sistema con varios grandes distribuidores, un modelo más alineado con estándares internacionales, que podría mejorar la eficiencia y disponibilidad de medicamentos. No obstante, la difusión y el impacto de su estrategia han sido limitados, y aún persisten incertidumbres sobre la logística y ejecución de estas propuestas.

La industria farmacéutica ha participado activamente en el debate de las políticas que permiten la importación de medicamentos sin registro sanitario, derivadas del Acuerdo publicado en la edición vespertina del DOF, del 28 de enero, sobre el Reglamento de Insumos para la Salud.

Este acuerdo permite la importación y registro sanitario de medicamentos que están autorizados por ciertas agencias reguladoras internacionales reconocidas, sin necesidad de que estos medicamentos tengan un registro sanitario previo en México y por ende, una revisión.

El acuerdo se implementó con la intención de facilitar el acceso a medicamentos necesarios que ya han sido evaluados y aprobados por autoridades reguladoras de alto nivel en otros países, garantizando su calidad, seguridad y eficacia. Sin embargo, según la AMIIF, en un reciente debate, este enfoque ha llevado a preocupaciones sobre la posible entrada de medicamentos de baja calidad o «medicamentos chatarra», al país, especialmente si no pasan por una evaluación completa de la Cofepris, la autoridad sanitaria mexicana.

La crítica principal es que, a pesar de la validez de las evaluaciones realizadas por las agencias internacionales, el acuerdo puede ser aprovechado para la importación de productos que no cumplan con los estándares adecuados, lo que pone en riesgo la salud de los pacientes mexicanos. Por lo tanto, Larry Rubin, director ejecutivo de la AMIIF, y Fernando Fon, director de Asuntos Regulatorios, han destacado la necesidad de que todos los medicamentos sean evaluados por la Cofepris para evitar la entrada de productos subestándar o falsificados, conocidos coloquialmente como «medicamentos chatarra».

Esta problemática se ve exacerbada por la situación financiera y operativa de la Cofepris, que, aunque trabaja para cumplir con los estándares de la Organización Mundial de la Salud, enfrenta desafíos significativos debido a la insuficiencia de fondos para digitalizar y optimizar sus procesos regulatorios.

En resumen, la política farmacéutica de México está en una encrucijada decisiva, con candidatos proponiendo caminos divergentes, y la industria farmacéutica clamando por reformas que aseguren la calidad y seguridad de los medicamentos en el país. La eficacia de estas políticas será determinante no solo para la salud pública sino también para la confianza en los sistemas regulatorios y administrativos del país.

Fuentes:

Aguilar, A. (2024, mayo 9).
Nombres, nombres y… nombres / Sheinbaum suministro con Birmex apuesta perdedora, medicinas más desabasto y salud política atroz. El Sol de México.

Cruz Martínez, A. (2024, mayo 9).
Uso de medicamentos piratas mata a 700 mil personas al año. La Jornada.

El Universal. (2024, mayo 9).
Llaman a eliminar medicinas «chatarra». Yahoo News.