En México, la prevalencia de la anemia de Fanconi es de 1 a 5 personas por millón de habitantes, y los afectados rara vez rebasan los 20 años de vida
Desde la acelerada llegada a nuestras vidas de la medicina genética, podemos asegurar que es cada vez más frecuente recibir noticias sobre el desarrollo de un procedimiento potencialmente exitoso para corregir algún padecimiento originado por un error genético, como el que hoy les compartimos sobre la anemia de Fanconi. Esta enfermedad fue bautizada con dicho nombre en honor del pediatra suizo Guido Fanconi (1 de enero de 1892 – 10 de octubre de 1979), quien la describió por primera vez en 1927, hace casi 100 años.
La anemia de Fanconi es una rara enfermedad genética hereditaria con patrón de transmisión autosómico recesivo (cuando el niño hereda una copia de un gen mutado de cada uno de los padres), desencadenada por la mutación de cuando menos 20 genes específicos encargados de la reparación del ADN. La mutación acarrea inestabilidad cromosomal con graves manifestaciones clínicas, entre las que destaca la insuficiencia de médula ósea, anormalidades congénitas y alta predisposición al desarrollo de diversas neoplasias, al impedir que la médula ósea produzca la cantidad necesaria de células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas).
La anemia de Fanconi ocasiona infecciones frecuentes, hemorragias espontáneas, cansancio extremo, baja estatura, pulgares o antebrazos con malformaciones, cabeza u ojos pequeños, sordera y anormalidades en los riñones, el tubo digestivo, el corazón, los genitales, el encéfalo y la médula espinal, y una mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer, como leucemia y cánceres de piel, cabeza, cuello, aparato digestivo y genitales.
“Los pacientes tienen una sobrevida corta; en México difícilmente llegan a más de 20 años, pero en otros países pueden alcanzar hasta 40 años, pero no más; esta diferencia se debe a que en naciones como Estados Unidos se diagnostica con mayor oportunidad, cuando los pequeños empiezan a presentar falla medular, y se les realiza un trasplante de médula ósea. Procedimiento que (en México) es caro y casi no se realiza”. Gaceta UNAM
Esta enfermedad es tan infrecuente, que en México afecta de 1 a 5 personas por cada millón de habitantes, además de ser difícil de diagnosticar, labor en la que han colaborado un equipo de científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM, al desarrollar un procedimiento que permite evidenciar su presencia a través de la observación de manifestaciones dermatológicas (manchas hiperpigmentadas oscuras, o hipopigmentadas claras, entre otras), y asimetrías en la parte del omóplato, y de los músculos de la espalda.
Lo notable es que siendo la anemia de Fanconi una enfermedad extremadamente rara, un equipo de investigadores españoles desarrolló y probó a lo largo de 7 años una terapia genética basada en la infusión de células madre hematopoyéticas autólogas (células madre sanguíneas que se obtienen del propio cuerpo del paciente) corregidas por genes, en lugar del trasplante alogénico (procedimiento que consiste en introducir células madre sanas de un donante en el organismo del paciente) de células madre hematopoyéticas, el que acarrea complicaciones asociadas con el trasplante, como una mayor incidencia de cáncer, entre otras.
En términos llanos, los científicos españoles, financiados por la Comisión Europea, el Instituto de Salud Carlos III, y Rocket Pharmaceuticals, extrajeron células madre de la médula ósea de ocho infantes de entre 3 y 7 años de edad (inscritos en el protocolo) diagnosticados con anemia de Fanconi-A en las primeras etapas de la insuficiencia de la médula ósea (BMF, por sus siglas en inglés), introdujeron en ellas el gen FANCA corregido, utilizando como vehículo un virus (inocuo) modificado genéticamente, con lo que consiguieron que el gen FANCA dañado fuera suplido progresivamente por el corregido, sin que se presentaran efectos adversos de gravedad.
Los resultados mostraron que el criterio de valoración primario se cumplió en cinco de los ocho pacientes que participaron en el estudio a largo plazo (7 años de observación), lo que hace de este procedimiento una alternativa muy atractiva y segura contra esta enfermedad.
Hasta el momento, Rocket Pharmaceuticals, empresa que posee la licencia del vector viral y el procedimiento desde el año 2016, está realizando estudios clínicos más amplios a nivel mundial, a fin de tener la información necesaria y suficiente para solicitar, en primera instancia a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés), y a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), los registros necesarios para su comercialización.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF
Fuentes:
The Lancet. (3 de diciembre de 2024).
Haematopoietic gene therapy of non-conditioned patients with Fanconi anaemia-A: results from open-label phase 1/2 (FANCOLEN-1) and long-term clinical trials.
Scielo. (Septiembre-octubre de 2018).
Anemia de Fanconi.
Rocket Pharmaceuticals. (2 de abril de 2024).
Rocket Pharmaceuticals Announces European Medicines Agency Acceptance of RP-L102 Marketing Authorization Application for the Treatment of Fanconi Anemia.
Instituto Nacional del Cáncer. (s.f.).
Anemia de Fanconi.
Gaceta UNAM. (Abril de 2024).
Contribuye la UNAM al diagnóstico temprano de anemia de Fanconi.