El tema de campaña para este año, “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, enfatiza la necesidad de que los líderes políticos de cada país se comprometan a realizar las acciones necesarias para reducir al máximo las muertes materno infantiles evitables
Hoy 7 de abril celebramos el Día Mundial de la Salud, un evento que, de manera simbólica, engloba a todas las demás efemérides relacionadas con algún tema sanitario agendadas a lo largo del año.
Aunque el derecho al cuidado de la salud es consagrado como un derecho inalienable en muchas naciones, incluyendo la nuestra, es penoso constatar lo lejos que nos encontramos como humanidad, y como país, de conseguir que todas las personas –en cualquier lugar y cuando lo necesiten– tengan la posibilidad real de acceder sin cortapisas de ninguna especie a servicios médicos de calidad, para ser atendidos rápidamente, y con absoluto respeto y empatía, recibiendo, además, los fármacos, tratamientos o procedimientos quirúrgicos que que los médicos les prescriban para ayudarles a preservar su salud física o mental, tratar de recuperarla, o concluir su vida sin dolor ni sufrimiento.
Sin embargo, y precisando lo antes dicho, la salud es, como lo define la Organización Mundial de la Salud (OMS), “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”; lo que, entendido en su sentido más amplio, incorpora además el disfrute de una vivienda digna dotada con los servicios básicos, como electricidad y agua potable; la posibilidad de acceder a trabajos dignos justamente remunerados; y el acceso a educación de calidad, entre otras cosas más, no menos importantes.
“Los sistemas de salud deben evolucionar para gestionar los numerosos problemas de salud que inciden en la salud de la madre y el recién nacido. No se trata solamente de complicaciones obstétricas directas, también se incluyen las afecciones de salud mental, las enfermedades no transmisibles y la planificación familiar”. Organización Mundial de la Salud
El Día Mundial de la Salud 2025, el que realmente representa un año de trabajo, exige y exhorta a los líderes políticos de cada país a realizar los esfuerzos necesarios para evitar que las madres y los recién nacidos fallezcan por causas prevenibles, priorizando también la salud y el bienestar de las mujeres a largo plazo.
Para darnos cuenta de la magnitud del problema, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) asegura que anualmente fallecen cerca de 300 mil mujeres durante el embarazo o el parto, más de dos millones de recién nacidos fallecen durante su primer mes de vida, y alrededor de dos millones más nacen muertos. Dichas cifras equivalen aproximadamente a una muerte cada siete segundos; algo inaceptable, sobre todo por que la mayoría de estas muertes pueden ser evitadas.
“Si las tendencias actuales se mantienen, cuatro de cada cinco países seguirán estando lejos de alcanzar las metas de mejora de la supervivencia materna de aquí a 2030, y uno de cada tres no logrará las metas relativas a la reducción de la mortalidad neonatal. Se trata de unas cifras alarmantes”. Organización Panamericana de la Salud
En el ámbito de la salud materno infantil, y de la salud mental, y si les interesa saber más sobre este tema, los invitamos a escuchar los programas del podcast de códigoF en los que abordamos tema como la lactancia materna, los desórdenes alimenticios, la depresión y la psicosis posparto, el suicidio, y la pérdida del sentido de la vida como factor de riesgo, en las siguientes ligas:
						
							

