Un equipo de investigadores norteamericanos publicó los resultados de un estudio realizado en los EE. UU, donde muestran que las personas que padecieron COVID-19, incluso las que no fueron hospitalizadas, tienen mayores posibilidades de padecer decenas de enfermedades, entre las que podemos mencionar la insuficiencia cardíaca, fatiga y trastornos mentales, a diferencia de las personas que no desarrollaron la enfermedad.

Sin embargo, aun las personas que superaron el COVID-19 sin ser hospitalizadas, acarrean al menos un tercio de los problemas de salud que los pacientes nosocomiales, entre los que destaca un 13% más riesgo de padecer diabetes versus los que no sufrieron la infección.

El estudio fue publicado en la revista Nature Medicine, con el título: “Postacute sequelae of COVID-19 at 2 years”, y en él concluyen que la atención de los pacientes que presentan daños por el COVID-19 de larga duración (long Covid), le cuestan a la sanidad pública aproximadamente un 50% más que los gastos acarreados por el cáncer o las enfermedades cardíacas.

Para la realización del protocolo, los investigadores utilizaron las bases de datos nacionales de atención médica del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA por sus siglas en inglés) de los EE. UU., estableciendo una cohorte de 138 mil 818 veteranos estadounidenses que sobrevivieron a los primeros 30 días de la infección por SARS-CoV-2, y un grupo de control de 5 millones 985 mil 227 de personas que no contrajeron la enfermedad, todos ellos usuarios del programa de veteranos estadounidenses.

“Tres años y medio desde que el SARS-CoV-2 se propagó por el mundo, los científicos todavía están documentando los innumerables efectos del virus en la salud humana. Lo que ya está claro es que esos efectos pueden continuar mucho más allá de la infección original”. Nature Medicine.

Las cohortes fueron seguidas longitudinalmente durante dos años para estimar los riesgos de muerte, hospitalización y una serie preespecificada de 80 secuelas pulmonares y extrapulmonares por SARS-CoV-2 durante los dos años de seguimiento, y de forma acumulativa a los dos años en grupos mutuamente excluyentes según entorno de atención durante la fase aguda de la enfermedad (no hospitalizados y hospitalizados) y en la cohorte general.

Los especialistas que han revisado concienzudamente el estudio no ponen en tela de juicio la veracidad e importancia de las conclusiones obtenidas por los investigadores, pero consideran que al haber sido realizado en un grupo cerrado, con perfiles sustancialmente diferentes a los de los ciudadanos comunes y corrientes, podrían sobreestimarse los daños causados a la población general.

Es evidente que si los resultados del estudio no son extrapolables al total de la población norteamericana, tampoco lo son para la nuestra, pero su valor es innegable, ya que además de proporcionar información fidedigna, muestran la inaplazable necesidad de contar en México con estudios que cuantifiquen el alcance, la variedad, y la severidad de los problemas de salud ocasionados por el COVID-19 largo, entre quienes sufrieron la infección y fueron hospitalizados, los que la superaron en casa, y quienes no la padecieron, datos que permitirían, idealmente, tomar acciones basadas en evidencia.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Nature Medicine. (21 de agosto del 2023).
Postacute sequelae of COVID-19 at 2 years.

códigoF. (30 de junio del 2022).
Millones de personas desarrollarán síntomas poscovid-19, generando una mayor presión en los sistemas de salud.