La lactancia materna es espectacular. En los primeros seis meses de vida protege a los bebés contra infecciones gastrointestinales, reduce la mortalidad neonatal, proporciona energía y nutrientes para los niños de 6 a 23 meses, aporta más de la mitad de las necesidades energéticas del niño entre los 6 y los 12 meses, y un tercio entre los 12 y los 24 meses, entre otros beneficios.

Cómo lo hacemos cada año, del 1 al 7 de agosto celebramos la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una actividad esencial que en gran medida determinará la supervivencia, salud y desarrollo futuro de los pequeños que recién llegados al mundo, dependen totalmente del cuidado amoroso y responsable de sus padres u otros adultos.

Lamentablemente, en muchos países todavía no existe ningún tipo de legislación que obligue a los empleadores, ni permita a las mujeres gozar de una licencia por lactancia remunerada para cuidar a sus hijos, lo que conduce a que:

  • Más de quinientos millones de mujeres trabajadoras no gocen de medidas de protección legal de la maternidad,
  • que solamente el 20% de los países exija a los empleadores ofrecer pausas remuneradas, y tener instalaciones adecuadas y respetuosas para la práctica de la lactancia, o la extracción de leche,
  • que menos de la mitad de los menores de 6 meses se alimenten exclusivamente de leche materna.

Aunque en términos generales sabemos que la leche materna, incluido el calostro son una fuente irremplazable que provee a los bebés con todos los nutrientes y protecciones que necesita en ese etapa tan frágil, es lamentable saber que México ocupa el segundo lugar entre los países en los que menos se amamanta, condición directamente asociada con el modelo económico imperante, en el que las mujeres se han incorporado masivamente al ámbito laboral remunerado fuera de casa, y la falta casi total de horarios y condiciones adecuadas y flexibles para que las madres amamanten a sus hijos en el trabajo, lo que las conduce a recurrir al uso de fórmulas lácteas, las que más allá de la calidad que ostentan tener, no se comparan, ni de lejos, con la sorprendente riqueza de la leche materna, privando, además, a madres e hijos, del gozo del vínculo afectivo que se establece durante el amamantamiento.

¿Por qué la lactancia materna es esencial?

  • Durante los primeros seis meses de vida del bebé, la lactancia materna exclusiva propicia el desarrollo sensorial y cognitivo del bebé;
  • Reduce las posibilidades de que el bebé sea obeso, desarrolle asma, diabetes tipo 1, infecciones de oído, y las infecciones intestinales que ocasionan diarrea o vómitos, y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL);
  • El calostro es la primera leche, y contiene gran cantidad de proteínas e inmunoglobulinas (proteína elaborada con células B y células plasmáticas <tipo de glóbulo blanco> que ayudan al cuerpo a combatir infecciones), aportando al bebé una gran cantidad de calorías en pequeño volumen;
  • La leche materna se adapta a las necesidades del lactante, modificando su composición a lo largo de la lactancia, del día, e incluso de cada toma. Cuando el bebé empieza a mamar, la leche contiene más agua y azúcar que satisfacen su sed, composición que incrementa gradualmente su contenido en grasa, aportando más calorías y saciando al infante.
  • El contacto piel con piel, entre otros beneficios, ayuda a regular la temperatura corporal de los recién nacidos, y los expone a bacterias beneficiosas localizadas en la epidermis de su madre;
  • Proporciona al lactante los anticuerpos necesarios para combatir a posibles gérmenes, hasta que se desarrolle su sistema inmunológico;
  • El bebé recibe con la leche materna, la información que regula los relojes biológicos del cuerpo, o relojes circadianos;
  • La lactancia es, además de sus extraordinarios aportes, más económica y accesible que la alimentación con biberón;
  • Además, las madres que amamantan también se ven beneficiadas, ya que se reducen los riesgos de padecer hipertensión arterial (hHTA), diabetes tipo 2, cáncer de ovario y cáncer de mama.

Mensajes clave de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2023

  • Al hacer que sea posible amamantar y trabajar, las sociedades funcionan mejor.
  • La lactancia materna ofrece a los niños beneficios nutricionales y de salud fundamentales cuyos efectos positivos duran para toda la vida, contribuyendo a mejorar la salud general de la población.
  • Las mujeres no deberían verse obligadas a elegir entre amamantar a sus hijos y el trabajo. Es posible apoyar la lactancia materna independientemente del lugar de trabajo, el sector, o el tipo de contrato.
  • Las medidas de protección de la maternidad efectivas mejoran la salud de los niños y las mujeres e incrementan la práctica de la lactancia. Aun así, en estos momentos, más de quinientos millones de mujeres trabajadoras no tienen acceso a prestaciones de maternidad fundamentales; y muchas más encuentran que no cuentan con apoyos cuando se reincorporan al trabajo.
  • Todas las mujeres en todas partes –sea cual sea su trabajo– deberían tener al menos 18 semanas, y preferiblemente más de 6 meses, de licencia de maternidad remunerada;
  • Pausas remuneradas para la lactancia o la extracción de leche tras la reincorporación al trabajo;
  • Opciones para una reincorporación flexible al trabajo.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes

Organización Mundial de la Salud. (s.f.)
Semana Mundial de la Lactancia Materna 2023.

códigoF. (22 de junio de 2028)
La lactancia materna puede salvar la vida de 820 mil bebés al año.

National Institutes of Health. (Agosto del 2022).
The Biology of Breast Milk.

PubMed. (Junio de 2019).
Human milk as “chrononutrition”: implications for child health and development.

Boletín UNAM. México. (3 de agosto del 2016).
País donde menos se practica la lactancia materna.

códigoF. (2 de agosto del 2022).
Semana mundial de la lactancia materna 2022.

UNICEF. (3 de agosto del 2018).
La lactancia materna desde la primera hora de vida: lo que beneficia y lo que perjudica.

FAO. (s.f.).
Lactancia materna.

Asociación Española de Pediatría. (2012).
Recomendaciones sobre lactancia materna del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.